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Sybilla liquida: punto y final al retorno de la diseñadora española más internacional

La diseñadora rastreó el mercado hasta el último momento en busca de un socio para salvar el negocio. Los ingresos de la marca no fueron suficientes para encarar el plan de viabilidad que se firmó para salir del último concurso.

Silvia Riera

15 mar 2019 - 05:00

Sybilla liquida: punto y final al retorno de la diseñadora española más internacional

 

 

Sybilla, a liquidación. La diseñadora, que en 2015 recibió el Premio Nacional de Moda, pone fin a su segundo intento de crear una marca de moda. La creativa, una de las diseñadoras españolas que ha tenido mayor reconocimiento internacional, rastreó el mercado hasta el último momento en busca de un socio para salvar el negocio.

 

Los elevados costes de la empresa y la dificultad por cumplir los tiempos del plan de viabilidad que firmó con los acreedores para salir del último concurso abocaron el nuevo proyecto de Sybilla al cierre. De este modo, el juez ha rescindido el convenio de acreedores firmado en 2014 y ha decretado la liquidación de la sociedad Programas Exteriores, con la que operaba.

 

Con la caída de Sybilla se pone fin a toda una etapa del diseño de moda en España. La diseñadora sobresalió en una primera oleada de diseñadores españoles de moda que llegaron a atraer la atención internacional, como Antonio Miró, Ágatha Ruiz de la Prada, Jesús del Pozo, Adolfo Domínguez o Roberto Verino.

 

 

 

 

Sin embargo, Sybilla fue la única en apostar por crear una marca de lujo con un componente de diseño muy identitario, sin entrar en el negocio de las licencias ni en proyectos de retail para cubrir el segmento medio del mercado. Con una inversión inicial de 2,5 millones de euros, la diseñadora realizó su segundo intento de lanzarse al mercado en 2014 con el apoyo de varios socios inversores.

 

Después de un periodo largo de silencio, la creativa decidió regresar después de haber puesto en marcha un proyecto de tejidos sostenibles en colaboración con iniciativas sociales en países asiáticos. Pero el regreso supuso cerrar el concurso de acreedores que tenía en marcha desde 2009 la sociedad Programas Exteriores, propietaria de las marcas Sybilla y de Jocomomola, y en la que habían estado como socios Martín Varsavsky y Miguel Salís, los fundadores de Jazztel.

 

Para su segunda etapa, la diseñadora hizo borrón y cuenta nueva. Sybilla echó a andar apoyándose en el eco que quedaba aún de su nombre a través de un proyecto de apertura de pop ups, que volvió a situarla en la primera plana de ciudades como París, Nueva York, Los Ángeles o Miami.

 

 

 

 

Más tarde, la creativa empezó a consolidar su negocio en Asia, de la mano de su socio en Japón, y en España, con la puesta en marcha de las primeras tiendas permanentes en Palma y Madrid. La empresa también llegó a subir la persiana de un establecimiento en Taiwán.

 

La diseñadora culpó en su día la falta de financiación al colapso de su negocio. El proyecto arrancó con una estructura de costes muy elevada y con el compromiso de hacer frente a los pagos de la deuda del concurso. Las ventas, pese a su tendencia alcista, no compensaron los gastos a los que la empresa tenía que hacer frente.

 

Se inició entonces la búsqueda de un socio inversor con miras a tener pulmón para mantener el crecimiento. Y, a pesar de haber estado cerca de cerrar varios acuerdos, ninguna operación terminó de cuajar. Hace un año, la empresa estuvo a punto de firmar con un fondo de capital riesgo que, finalmente, dio un paso atrás.