Empresa

Sombreros Albero, dos siglos de (no) quitarse el sombrero

Este comercio, situado en la Valencia, es uno de los más antiguos de la ciudad: el año pasado celebró dos siglos vendiendo sombreros. La empresa fue fundada por Rafael Albero.

David Ruiz

21 abr 2021 - 04:53

Sombreros Albero, dos siglos de (no) quitarse el sombrero

 

 

Atravesar la centenaria puerta que Sombreros Albero tiene en la Plaça del Mercat de Valencia es sumergirse de un plumazo en el pasado. La tienda, abierta en 1820, es uno de los comercios más antiguos de la ciudad del Turia. Por entonces, aún no había entrado a trabajar un joven aprendiz llamado Rafael Albero, que acabó adquiriendo el negocio a finales del siglo XIX. “El negocio se llamaba El León para que la gente que no sabía leer y escribir pudiera reconocer el local”, cuenta la actual propietaria, Inmaculada Albero, tercera generación de los Albero.

 


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Tras la Guerra Civil, Rafael Albero hijo heredó la sombrerería de su padre hasta que en 1985, tras su fallecimiento, se encargó su hija Inmaculada de seguir al frente de la tienda, que regenta desde hace más de treinta y cinco años.

 

“La clave para que el negocio haya sobrevivido durante dos siglos es la especialización”, indica Inmaculada Albero. “En ningún punto de venta multimarca hay tanta variedad de producto para cabeza; tenemos un gran stock”, defiende.

 

A eso hay que añadir otros dos factores que, a juicio de Albero, han permitido consolidar el negocio a lo largo de tantos años: la adaptación y, sobre todo, un hecho diferencial respecto a la etapa en la que su padre regentaba la tienda: “Sacar los sombreros de las cajas para que el cliente pueda tocar el género”, explica. “Ahora lo tenemos expuesto para que experimenten la sensación de ver cómo sienta”, señala. “Nosotros no apostamos por la omnicanalidad; somos el retail físico de toda la vida”, insiste.

 

El ecommerce, de hecho, no está entre sus prioridades, en un momento en el que la mayoría del sector apuesta por el canal digital para la supervivencia. “No lo necesitamos; nuestro modelo se mantiene por la fidelidad del cliente, por la publicidad que nos llega a través de guías de viaje para extranjeros y por campañas de publicidad estacionales”, dice.

 

 

Producto estacional

Inmaculada Albero lleva más de treinta y cinco años al frente de un negocio centenario, acompañada de otros dos empleados en la tienda. La campaña de verano, a la vuelta de la esquina, estará dominada un año más por los sombreros Panamá, los que más se venden en esta época del año. En invierno, en cambio, el gorro es el dominante, en distintos acabados y con alta incidencia de los impermeabilizados.  “Nuestros proveedores son principalmente italianos y alemanes”, explica Albero.

 

En su amplio catálogo también hay algunos sombreros de fabricación nacional, procedentes principalmente de Sevilla, Almagro o de la Comunidad Valenciana. Pero evita los productos fabricados procedentes de Asia. “No son el tipo de sombreros que vendemos en nuestra tienda”, concluye.

 

 

A por el turista, de nuevo

Cerca del 60% de la facturación de Sombreros Albero procede de clientes nacionales y el 40% restante son extranjeros. “Por culpa de la pandemia hemos perdido en gran medida a los turistas extranjeros en 2020”, se lamenta Albero.  Confía, en todo caso, en que en 2021 repunten esas ventas, si el levantamiento de restricciones para viajar por Europa lo permiten.