Empresa

Soloio se alía con un grupo local para entrar en Colombia y busca oportunidades en Latinoamérica

A. Chirio

2 dic 2013 - 04:40

La empresa especializada en moda masculina Soloio, cuya presencia se limitaba al territorio local, ha cruzado el Atlántico y ha estrenado un nuevo establecimiento en Bogotá (Colombia), el noveno punto de venta a nivel mundial. La compañía, especializada en productos de seda natural italiana y complementos para hombre, busca aumentar su presencia en el mercado latinoamericano, a la vez que redobla la apuesta por el retail en España.

 

 

La enseña de moda masculina, fundada por Alejandra Brizio en 1994, ha inaugurado su novena tienda en el centro comercial El Retiro de la capital colombiana de la mano de un operador local, y tras su desembarco en el continente americano tiene planes de expansión dentro y fuera de Colombia.

 

En la década del 90, Brizio decidió emprender un proyecto propio y comenzó a trabajar en Milán junto con un socio en una marca de moda masculina y un modelo de negocio donde controlaran todo el proceso. En 1994 decidió lanzar el proyecto en España y así nació Soloio, que ahora dirigen Brizio y su marido. Su producto estrella es la corbata pero ya ha expandido su colección a camisas y complementos para el vestuario del hombre.

 

La apertura en Colombia se suma a otra inauguración de Soloio, que abrió las puertas de un nuevo punto de venta en el número 8 de la calle Colón de Valencia. Este establecimiento se añade a las ocho tiendas de la firma, que ya cuenta con seis puntos de venta propios y un outlet en Madrid, más el nuevo espacio en Bogotá.

 

Soloio controla todo el proceso de diseño, fabricación y distribución de sus productos, y las prendas de seda se fabrican íntegramente en Como (Italia). Además, cada accesorio se manufactura en talleres artesanales especializados de diversas partes del mundo: los guantes se hacen en Nápoles; los elementos de cuero, en Argentina, y el calzado, en Mallorca. 

 

La enseña se focaliza en colecciones limitadas, series cortas y de rotación rápida. “La producción de corbatas y de otros productos responde al sistema de 1/16: solo hacemos 16 unidades de cada modelo de corbata para preservar cierto carácter exclusivo. Una vez que se terminan, nunca más volvemos a repetir ese modelo”, explica Brizio.