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Sarda: tienda en Ibiza, festivales y nuevo producto para buscar el ‘hype’ en la moda íntima

La marca española de lencería, en reposicionamiento y controlada por el grupo belga Van de Velde, abrirá en mayo en el centro comercial Ibiza Gallery, promovido por Grupo Empresas Matutes frente al Hard Rock Hotel Ibiza.

Sarda: tienda en Ibiza, festivales y nuevo producto para buscar el ‘hype’ en la moda íntima
Sarda: tienda en Ibiza, festivales y nuevo producto para buscar el ‘hype’ en la moda íntima

P. Riaño/ C. Oliveras

3 feb 2025 - 05:00

Más de sesenta años después de su fundación, Andrés Sardá quiere subirse a la ola de la moda íntima para las millennials y la generación Z. Con Savage x Fenti, la marca de la cantante Rihanna, como máximo exponente de esta tendencia, Andrés Sardá se ha convertido en Sarda, ha renovado su oferta y sus precios y ha cambiado su comunicación, sacando a la luz un plan de reposicionamiento que se ha cocinado durante dos años. Ahora, la firma, caracterizada por sus exquisitos encajes y controlada por el grupo belga Van de Velde, busca una distribución acorde a su nueva estrategia, comenzando por la apertura de tienda en Ibiza el próximo verano, según ha explicado a Modaes la directora creativa de la marca, Núria Sardá.

 

Sarda se estrenará este verano con un establecimiento en Ibiza Gallery, un nuevo espacio que se encuentra actualmente en construcción y cuya apertura está prevista para mayo. El centro comercial de lujo, promovido por Grupo Empresas Matutes, estará ubicado delante del Hard Rock Hotel Ibiza, en Platja d’en Bossa. La tienda de Sarda en el complejo, como la del resto de inquilinos, estará abierta entre seis y siete meses al año, coincidiendo con la temporada alta de la isla, destino joven y de moda.

 

Con esta apertura, Sarda busca una ubicación que encaje con su nuevo público objetivo, más joven que hasta ahora. Con este mismo objetivo, la marca ha sellado una colaboración para lanzar una colección conjunta con el festival de música electrónica Tomorrowland, que anualmente se celebra en la localidad belga de Boom.

 

 

 

 

Fundada en 1962, Andrés Sarda comenzó con la temporada otoño-invierno de 2024 un proceso de reposicionamiento para, en palabras de Núria Sardá, “democratizar la firma”. “En nuestra historia hemos vivido muchos momentos de cambio, como el lanzamiento de Risk, de University, el de Andrés Sardá o la venta a Van de Velde en 2008 -dice Sardá-; este es uno más”.

 

Hace más de dos años, Liesbeth Van de Velde, miembro del consejo de administración de Van de Velde, propuso a Núria Sardá el reposicionamiento de la marca española. La firma comenzó entonces a trazar un plan para “rejuvenecer a su clienta” y para “ayudar a los clientes (los distribuidores multimarca) a que la gente siga yendo a sus tiendas”.

 

El punto de partida del plan fue el cambio de marca, dejando atrás la histórica denominación para adoptar únicamente Sarda (y sin tilde). “No lo siento como que hemos dejado atrás a mi padre, porque de hecho la mayoría de clientes ya se referían a nosotros como Sarda”, explica la creativa. La marca ha cambiado también de color corporativo, apostando por un llamativo amarillo.

 

Hasta ahora, la cliente de la marca eran mujeres a partir de 30 años de poder adquisitivo alto, teniendo en cuenta tanto el producto como los precios de la marca. “Ahora el objetivo de comunicación va a partir de veinte años y hasta cuarenta y largos”, relata Sardá.

 

 

 

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La empresa ha reducido también sus precios (con precios de salida de 70 euros para un sujetador y de 30 euros para bragas) y ha introducido velocidad en el lanzamiento de producto con diferentes drops dentro de las dos temporadas tradicionales y reforzando la apuesta por el baño (que supone esta última el 43% de las ventas en verano).

 

Adaptándose a la demanda de su nueva clienta, la marca ofrece ahora prendas “más fáciles y cómodas” y es más inclusiva en tallas, llegando hasta la copa F en algunos modelos. La colección de este verano de la marca está compuesta por 64 modelos de cinco o seis tallas (de la S a la XL o de la copa A a la F) cada uno.

 

El ajuste de márgenes que implica la reducción de precios se compensa, según Sardá, con un mayor volumen. La empresa mantiene su producción en Túnez, en la fábrica propia de Van de Velde, y mantiene a empresas españolas y francesas como proveedores de materia prima.

 

Sarda cuenta actualmente con una red de 500 clientes multimarca, principalmente en Europa, Oriente Próximo y Japón. En la temporada primavera-verano 2025, la marca llegará a Estados Unidos, en el marco de la apuesta por ampliar su distribución. Aunque no precisa un objetivo concreto, Sardá señala que el plan de crecimiento de la marca tiene Europa y Estados Unidos en el foco.

 

 

 

 

La distribución de la marca se completará con la presencia en la red de tiendas de Rigby&Peller (propiedad de Van de Velde) y con la reciente entrada en marketplaces como Zalando. Las tiendas propias del grupo ubicadas en Madrid (en la calle Don Ramón de la Cruz) y en Barcelona (en la calle Valencia) se han traspasado a uno de los clientes multimarca de la empresa.

 

Aunque, según asegura Sardá, “la acogida del nuevo producto ha sido buena”, el reposicionamiento tardará en completarse. De hecho, la creativa sostiene que “serán necesarios un mínimo de cinco años para que se consolide”. Desde Barcelona, Núria Sardá es la cabeza visible de un equipo de treinta personas dedicadas a la marca, que se hacen cargo de las áreas de diseño, márketing y comercialización en España. Producción, logística y comercial internacional están a cargo de Van de Velde.

 

Aunque su tamaño se ha reducido durante los últimos años, Van de Velde es uno de los principales grupos de moda íntima de Europa. La empresa, que inició su desarrollo en 1919 de la mano de Achiel y Margaretha Van de Velde, opera con las marcas Marie Jo, Prima Dona y Sarda, y es propietaria de las redes de tiendas Lincherie y Rigby&Peller.

 

La compañía, que cotiza en Bolsa, finalizó el ejercicio 2023 con una cifra de negocio de 211,3 millones de euros, con una leve caída respecto al año anterior. El resultado neto de la empresa se situó en 33,6 millones de euros y el resultado bruto de explotación (ebitda) en 56,1 millones de euros.