Ralph Lauren aligera su estructura y prepara despidos con un coste de hasta 160 millones

Ralph Lauren también aprovecha el coronavirus para aligerar estructura y acelerar su transformación. La compañía estadounidense de moda prevé reducir su equipo a escala global y crear una estructura “más plana y simple”. La empresa no ha precisado a cuántos empleados afectará la medida, pero sí que los despidos supondrán un coste de entre 120 millones y 160 millones de dólares.

El grupo prevé ahorrar entre 180 millones y 200 millones de dólares al año, antes de impuestos. Los despidos se culminarán antes del final del ejercicio fiscal 2021. Con el objetivo de ahorrar costes y ganar agilidad, Ralph Lauren consolidará los equipos de márketing y branding, creará uno nuevo de experiencia e investigación del consumidor y reorganizará los equipos de merchandising. La empresa señala también que seguirá “integrando” el área de sostenibilidad en “cada aspecto del negocio”.

En paralelo, el grupo acelerará su plan de transformación digital, incluyendo el desarrollo de un sistema en la nube para la gestión de los recursos humanos. “Esto permitirá un proceso de decisión más rápido y conectado desde el diseño del producto hasta el mercado”, señala la empresa.

Ralph Lauren unificará departamentos y creará una nueva área de experiencia del consumidor

Ralph Lauren enmarca esta decisión en el proyecto Next Great Chapter. Este plan, impulsado hace tres años, tiene como objetivo llegar a una nueva generación de consumidores, impulsar la digitalización y desarrollar categorías subexplotadas, entre otros.

“Los cambios que ocurren a nuestro alrededor han acelerado los cambios que ya veíamos antes del Covid-19, y estamos acelerando algunos de nuestros planes para adaptarnos”, apunta en un comunicado Patrice Louvet, presidente y consejero delegado.

La empresa cerró el primer trimestre (finalizado el 27 de junio) con una facturación de 487,5 millones de dólares, un 65,8% menos, y en pérdidas, con unos números rojos de 127,7 millones de dólares.

Ralph Lauren no es el único grupo internacional que ha aligerado su estructura tras el estallido del coronavirus. Nike anunció en julio un gran ajuste que supondría un coste de hasta 250 millones de dólares. Los despidos incluyen a unos 500 trabajadores en su sede central en Beaverton (Oregón, Estados Unidos).