Empresa

Puig se apoya en el lujo para colarse entre los líderes mundiales

25 ene 2010 - 00:00

Como la mayoría de sagas familiares empresariales, los Puig tienen un carácter reservado. Rara vez aparecen en prensa y su primer ejecutivo, Marc Puig, no acostumbra a conceder entrevistas. Sin embargo, durante los últimos años la familia ha flexibilizado su postura, coincidiendo con el objetivo de su empresa de convertirse en uno de los cinco mayores grupos de perfumería del mundo.En una entrevista concedida a WWD, Marc Puig, consejero delegado del grupo desde 2004 y presidente desde 2007, explica que la compañía se ha marcado el objetivo de incrementar su cuota de mercado mundial del 5% en 2008 al 10% en cinco años y así escalar desde el octavo al quinto puesto del sector en cinco años. Para lograrlo, Puig quiere apoyarse en las grandes marcas de lujo. Alrededor del 70% del negocio total de la compañía procede de la perfumería de gama alta y un 7%, del sector de la moda. El resto corresponde a la perfumería y la cosmética de masas. En 2008, la empresa logró una cifra de negocio de 1.036 millones de euros, frente a los 793 millones de euros registrados en 2004. Puig, que no quiere facilitar más detalles acerca de los resultados económicos de la empresa familiar, explica que la semilla del crecimiento actual se plantó en 2004. El ejecutivo recuerda que cuando tomó las riendas de la empresa, ésta se encontraba en pleno proceso de reorganización tras una etapa de crecimiento basada en adquisiciones. En 1998, Puig se hizo con la firma francesa Nina Ricci y dos años después con la empresa español Myrurgia y, en 2001, con Gal. El actual consejero delegado apostó entonces por hacer que las compañías recién adquiridas se convirtieran en grupos autónomos y, así, poder concentrar los esfuerzos de la empresa en encontrar nuevos productos para acercarse al mercado y volver a captar el interés por los perfumes.Un buen ejemplo es 1 Million, la fragancia de Paco Rabanne. Tal y como explica Puig, la compañía tenía dos opciones: lanzar un producto para un hombre adulto que aún se acordara de Paco Rabanne Pour Homme o arriesgarse y acercarse a los consumidores jóvenes. La respuesta fue 1 Million, que ha generado un negocio de 200 millones de euros y se ha convertido en el perfume más vendido en España, Francia y Reino Unido, según datos de la empresa, que este año lanzará la fragancia en EEUU. A lo largo de 2010, la empresa también tiene entre sus proyectos el lanzamiento de una versión femenina de 1 Million. Además, Carolina Herrera extenderá su licencia de 212 y Prada introducirá una nueva versión de Infusion. Puig también quiere seguir penetrando en el mundo de las celebridades con la licencia de Shakira, sin olvidar la actividad generada con Zara y el lanzamiento de Adolfo Domínguez en Latinoamérica. Puig acaba de arrebatar a Procter&Gamble la licencia de los perfumes de Valentino, aunque el acuerdo no tendrá efecto hasta febrero de 2011. "Los consumidores consideran la marca Valentino una las principales firmas de moda del mundo", explica el directivo, que añade que la fragancia, seguramente femenina, no será lanzada hasta dentro de un año como mínimo. Los elementos de crecimiento de Puig no terminan aquí. La empresa tiene tres fragancias de Ricci entre las veinte más vendidas de Francia; Ricci Ricci, por ejemplo, se lanzó en septiembre y desde entonces se ha mantenido entre las diez primeras de Francia. Prada es, según Puig, otro de "los pilares de crecimiento" del grupo. En cuanto a la marca Carolina Herrera (que Puig controla al cien por cien, como sucede con Nina Ricci), la empresa tiene previsto afianzarse con ella en Oriente Medio y Rusia con Herrera. 212, por su parte, es una de las cinco fragancias más vendidas de Latinoamérica y una de las diez de Rusia y Oriente Medio.