Pertegaz ficha al fundador de Reliquiae como director de marroquinería

Pertegaz ficha talento de Reliquiae para potenciar su línea de accesorios. Héctor Jareño, fundador de la compañía española especializada en artículos de piel, se une a la cúpula de Pertegaz como nuevo director de marroquinería femenina, un puesto creado con su incorporación, según hace saber la compañía en un comunicado.

El asturiano, fundador y director artístico de Reliquiae desde 2012, desarrollará su labor de responsable de marroquinería de mujer de Pertegaz de la mano de Jorge Vázquez, director creativo de la empresa.

El primer lanzamiento de esta línea de Pertegaz bajo la gestión de Jareño es un modelo de bolso llamado Couture y producido en edición limitada que se comercializará a partir de diciembre, y en 2022 comenzará a venderse la primera colección completa de accesorios de piel diseñados por el asturiano.

Pertegaz desarrolla una veintena de líneas de ropa de mujer y hombre a través de licenciatarios

Jareño, formado como diseñador de interiores, lanzó Reliquiae, con sede en Gijón (Asturias), en enero de 2012, junto con su socio Adrián Díaz tras la jubilación de Juan Jareño, padre de Héctor Jareño, quien había abierto en 1957 un taller de tapicería bajo el nombre Cucareliquia, el origen de la posterior Reliquiae. Díaz y Jareño pusieron en marcha su relanzamiento con el objetivo de transformar el negocio en una firma de lujo especializada en artículos de piel.

En febrero de 2020, justo antes del estallido de la pandemia, la compañía asturiana comenzó una estrategia para darle la vuelta a su modelo de negocio y entró en la producción bajo demanda, una operación que financió a través de un equity crowdfunding entre sus clientes. Reliquiae buscó también acelerar su transformación digital.

Pertegaz, por su parte, fue fundada por el modisto Manuel Pertegaz en 1965, originalmente como una compañía de perfumería. La primera tienda a pie de calle de la empresa se abrió un año después, ya comercializando prendas de ropa, y en los siguientes años su negocio se fue ampliando hasta contar con un equipo de más de setecientas personas en sus talleres de Madrid y Barcelona.

La compañía, hoy propiedad del grupo Jealfer, se especializa en la moda femenina premium, aunque cuenta con una menor oferta de hombre, y desarrolla una veintena de líneas de ropa, siempre a través de licenciatarios, que se encargan de la producción y la distribución del producto.