Empresa

Pablosky, un pequeño gigante a los pies de los niños

Con sede en Fuensalida (Toledo), Pablosky vende en más de 2.000 puntos de venta en todo el mundo.

P. R. D.

13 jul 2020 - 04:49

Pablosky, un pequeño gigante a los pies de los niños

 

 

Especialistas en calzar pies que crecen. Así define Pablosky su propósito como empresa. Esta simple frase es la razón por la cual la compañía, con una trayectoria de más de cincuenta años, está logrando capear la salida del confinamiento derivado de la crisis del coronavirus con más cintura que grupos de otros segmentos del negocio de la moda. Pablosky, una compañía discreta y de capital familiar, es uno de los mayores grupos españoles de calzado infantil.

 

Los orígenes de Pablosky hay que buscarlos en 1969, cuando Juan Pablo Martín Caro fabricó su primer par de zapatos en Fuensalida, en la provincia de Toledo. Como la mayoría de compañías del sector, comenzó su actividad fabricando para terceros y, años después de su fundación, lanzó su marca propia. Actualmente, la empresa produce más de 2,3 millones de zapatos al año y diseña más de mil referencias por temporada.

 

Ya en los años noventa, la compañía fabricó la primera calzadura para niños en el municipio de Villena y comenzó su desarrollo fuera del mercado español con la apertura de su primera tienda en Chipre. Para hacer frente a su crecimiento, también en la década de los noventa al grupo reforzó su estructura y puso en marcha una nueva fábrica y un centro logístico. Diez años después, ya en 2003, la empresa volvió a dar un paso adelante con la ampliación su sede en Fuensalida y comenzó su desarrollo con franquicias.

 

 

 

Producto y distribución

Hoy en día, la empresa cuenta con dos fábricas en Fuensalida (Toledo) y Villeda (Alicante). Sumando la distribución propia y el equipo de oficinas, la compañía emplea en total a más de 500 personas.

 

La fábrica es el corazón de Pablosky. La compañía, que sostiene que un zapato colegial pasa por más de cien manos para su fabricación, trabaja con una tecnología propia denominada Pablosky Sytem: exterior de piel bovina, forro interior absorbente inTech, protector de talones y punteras, plantilla secante y antibacteriana y suela de goma antideslizante.

 

Además, la compañía mantiene una alianza con la Sociedad Española de Biomecánica y Ortopodología (Sebior) para investigar y desarrollar nuevos productos y avalar todo el proceso de fabricación del calzado de Pablosky. En su distribución, la empresa combina las tiendas propias con franquicias y la presencia en el canal multimarca para conseguir presencia en más de cuarenta países los cinco continentes.

 

 

 

 

En los últimos años, Pablosky testó también un formato multimarca, llamado Pablosky&Friends y que contó con tiendas en Madrid y A Coruña. El formato fue desarrollado de la mano del gigante galo de la moda infantil Kidiliz y ofrecía, además de las colecciones de Pablosky, oferta de marcas de moda de la compañía gala, accesorios para el colegio de EastPak y juguetes educativos de Clementoni.

 

Actualmente, la empresa opera en más de 2.500 puntos de venta y, aunque España continúa siendo su principal mercado, los zapatos de Pablosky llegan a países tan diversos como Australia, Rusia, Mongolia, Estados Unidos, Honduras o Líbano. En total, la empresa genera más del 30% de su facturación en los mercados internacionales e Italia, Portugal, Emiratos Árabes Unidos y Rusia son sus principales clientes fuera del mercado español.

 

Además de con Pablosky, su marca principal, que abarca de los cero a los doce años, la empresa opera también con la firma Stepeasy, destinada a bebés de entre siete y doce meses. En 2015, la compañía amplió su target con el lanzamiento de Paola, que el grupo define como una firma “inspirada en las últimas tendencias” y dirigida a “chicas con pasión por la moda” y que está dirigida a niñas preadolescentes. Completa su cartera Nasa, fundada en 1990 y especializada en zapatillas deportivas “con un estilo” y dirigida al público infantil masculino.

 

 

 

 

Evolución del negocio

Según los últimos datos disponibles en el Registro Mercantil, la empresa, a través de la sociedad Pablosky, finalizó el ejercicio 2018 (cerrado en agosto de 2019) con una cifra de negocio de 39 millones de euros, lo que supuso una caída del 6% respecto a los 41,47 millones de euros de un año antes.

 

El resultado neto del ejercicio, por su parte, retrocedió hasta 1,76 millones de euros, frente a los 3,04 millones de euros del año anterior. El resultado de explotación cayó en la misma línea, desde 4,43 millones de euros en 2017 a 2,77 millones de euros en 2018.

La sociedad Pablosky es la matriz del grupo y agrupa tres sociedades españolas: Calzados Pablo, la mayor de ellas, dedicada a la fabricación de calzado; Korvac Invesiones, para el alquiler de bienes inmobiliarios, y Kids Planet, cuya actividad es el comercio al por menor de calzado. El grupo, que hasta 2018 contaba con una filial en Italia (constituida en 2016, pero que terminó siendo liquidada), obtiene el 95% de sus ingresos de la fabricación de calzado.

 

 

 

 

En 2018 y 2019, la empresa ya notó una ralentización del negocio, especialmente en el mercado español, que compensó con la actividad internacional. “En lo que respecta a la fabricación de calzado, se ha producido un retroceso de las ventas, más importante en el mercado nacional, habiéndose incrementado el porcentaje de nuestras ventas al exterior”, señala la compañía en el informe de gestión del ejercicio cerrado en agosto de 2019.

 

Pese a ello, España continúa siendo el principal mercado de Pablosky. En el último ejercicio, las ventas nacionales representaron más del 72% de las ventas totales, con más de 27 millones de euros. El resto del negocio se dividió en un 11,64% a países de la Unión Europea y en un 16,33% al resto del mundo.

 

Pablosky ha completado ya el relevo generacional, con miembros de la tercera generación de la familia ya en la compañía. Los hijos del fundador están al frente del grupo: Jesús y Santos Martín Caro ocupan el cargo de consejeros delegados de la empresa. Dos nietos del fundador se han incorporado a la compañía: Pablo Martín Caro lidera el área digital del grupo de Fuensalida, mientras Eva Martín Caro es actualmente la directora general de la empresa.