Nike inyecta 150 millones de dólares en su filial de Argentina tras absorber la de Chile

Nike toma impulso en Argentina mientras se repliega en otros mercados. El gigante estadounidense de moda y equipamiento deportivo da un paso adelante en el mercado argentino, tras llevar al país la gestión de su negocio en Chile.

La filial argentina de Nike ha duplicado su capital en el país, pasando de 1.243,7 millones de pesos (62,4 millones de dólares) a 3.049,7 millones de pesos argentinos (153 millones de dólares), según consta en el Boletín Oficial de la República Argentina. La ampliación se lleva a cabo en plena reestructuración global del negocio del grupo.

La compañía controla su negocio en Argentina desde una sede ubicada en el número 2442 de Avenida del Libertador, en Buenos Aires. En el mercado austral, Nike cuenta con más de veinte tiendas monomarca y outlets, además de puntos de venta en establecimientos multimarca especializados en deporte.

Nike tiene su sede en la ciudad de Buenos Aires y opera con más de veinte tiendas en Argentina

El pasado agosto, Nike liquidó su subsidiaria en Chile, para trasladar toda su estructura a Buenos Aires. El cierre de la filial chilena supuso también la reestructuración de su plantilla en el país andino, con el despido de doce empleados.

En los últimos años, Nike ha reorganizado su red de retail en Argentina, como también lo ha hecho en todo el mundo. La compañía cerró las puertas de una macrotienda en la ciudad de Rosario, con la que distirbuía únicamente su colección femenina. Además, el grupo remodeló el establecimiento con el que opera en el centro comercial Alto Palermo, en Buenos Aires.

El grupo estadounidense llevó su reestructuración también a Colombia, tal y como avanzó Modaes. Nike bajó la persiana de uno de sus flagship stores con los que operaba a pie de calle en Bogotá.

Nike controla desde septiembre su negocio chileno desde Buenos Aires

El grupo pretende crear una nueva estructura corporativa que girará en torno a doce ciudades del mundo, entre ellas Nueva York, Londres y Tokio. La empresa anticipa que estas grandes urbes representen el 80% del crecimiento de la compañía hasta 2020 y pretende proveerlas con producto a una mayor velocidad.

Durante el segundo semestre, el gigante de la moda deportiva anunció un plan de reestructuración que contemplaba el despido del 2% de su plantilla global, formada por 70.700 empleados. Además, la compañía modificó la forma en que divide su negocio internacional, recortado su surtido de artículos e introducido una nueva estrategia para crecer, denominada Direct Customer Offense. El ajuste de plantilla supondrá la salida de unos 1.400 trabajadores de Nike en todo el mundo.

Las medidas tomadas por el grupo frenaron la caída del beneficio durante los seis primeros meses de su ejercicio fiscal. La empresa obtuvo un resultado neto de 1.717 millones de dólares entre junio y noviembre. Asimismo, el resultado bruto de Nike evolucionó a la baja, con un retroceso del 19%, hasta 1.951 millones de dólares. Por otra parte, las ventas de la compañía se han elevado un 2% respecto al mismo periodo del año anterior, frente al estancamiento del arranque del año.