Empresa

Mango pierde a uno de sus ‘hombres fuertes’: Tony Batlló abandona la compañía

El ejecutivo se incorporó a Mango en 2012 procedente de Privalia y formaba parte del comité de dirección. Su puesto lo ocupará ahora Núria Font, que ya formaba parte del equipo de Batlló. 

I. P. Gestal / P. Riaño

6 sep 2018 - 05:00

Mango pierde a su capitán de expansión en plena ofensiva exterior. Tras seis años de trayectoria en la empresa, Tony Batlló ha abandonado el grupo catalán para emprender nuevos proyectos profesionales. El ejecutivo, que se incorporó a Mango en 2012, estaba desde 2014 al frente del desarrollo internacional de la compañía y formaba parte de su comité de dirección. Ingeniero industrial por la Universidad Politécnica de Cataluña y MBA por Iese, Batlló desarrolló gran parte de su trayectoria en el sector químico y manufacturero, pasando por compañías como Ficosa e IQV, y fue consejero delegado de Imago Group. En 2011, el ejecutivo dio el salto al negocio de la moda de la mano de Privalia, donde fue responsable del mercado español y, más tarde, se colocó al frente de todo el negocio europeo de la plataforma.   Mango fichó a Tony Batlló en 2012 para liderar el desarrollo del grupo en América  Tras un año en el cargo, Batlló fichó por Mango como responsable para América, aunque poco después asumió la dirección del departamento de expansión. Desde 2017, el ejecutivo catalán compartía la bicefalia con Juan Marcos Ledo, ex de Parfois: mientras Batlló se encargaba de las franquicias, Ledo pilotaba la expansión.   Su salida se produce en plena expansión con retail de Mango, el segundo mayor distribuidor de moda de España por cifra de negocio. A cierre de 2017, Mango tenía presencia en 110 países con 2.190 tiendas. A lo largo del año pasado, la compañía abrió veinte nuevas macrotiendas, hasta contar 211 establecimientos de estas características. Entre los nuevos establecimientos de referencia del grupo se encuentran los puestos en marcha en Nueva York, la calle Serrano de Madrid y Lisboa. En 2017, las franquicias representaban el 55% de los puntos de venta de la cadena. Con todo, esta expansión con retail no fue suficiente para remontar las ventas de la cadena, que cerró 2017 con una caída de la facturación del 2,9%, hasta 2.194 millones de euros. El grupo sí logró reducir sus números rojos, que pasaron de 61 millones de euros en 2016 a 33 millones de euros el año pasado.

 

 

Mango pierde a su capitán de franquicias en plena ofensiva con retail. Tras seis años de trayectoria en la empresa, Tony Batlló ha abandonado el grupo catalán para emprender nuevos proyectos profesionales. Su cargo lo ocupará ahora Núria Font, que ya trabajaba en el equipo desde 2006. 

 

Licenciada en Administración y Dirección de Empresas y PDD por Iese, Font asumirá el cargo de directora del departamento b2b wholesale. La ejecutiva comenzó su trayectoria como auditora en KPMG.

 

Tony Batlló, que se incorporó a Mango en 2012, estaba desde el año pasado al frente de la expansión con franquicias de la compañía y formaba parte de su comité de dirección. 

Ingeniero industrial por la Universidad Politécnica de Cataluña y MBA por Iese, Batlló desarrolló gran parte de su trayectoria en el sector químico y manufacturero, pasando por compañías como Ficosa e IQV, y fue consejero delegado de Imago Group.

 

En 2011, el ejecutivo dio el salto al negocio de la moda de la mano de Privalia, donde fue responsable del mercado español y, más tarde, se colocó al frente de todo el negocio europeo de la plataforma.

 

 

 

 

Tras un año en el cargo, Batlló fichó por Mango como responsable para América, aunque poco después asumió la dirección del departamento de expansión. Desde 2017, el ejecutivo catalán compartía la bicefalia con Juan Marcos Ledo, ex de Parfois: mientras Batlló se encargaba de las franquicias, Ledo pilotaba la expansión.

 

Su salida se produce en plena expansión con retail de Mango, el segundo mayor distribuidor de moda de España por cifra de negocio y una de las grandes compañías españolas de moda que ha apostado con más fuerza por la fórmula de la franquicia. A cierre de 2017, Mango tenía presencia en 110 países con 2.190 tiendas, el 55% en régimen de franquicia.

 

A lo largo del año pasado, la compañía abrió veinte nuevas macrotiendas, hasta contar 211 establecimientos de estas características. Entre los nuevos establecimientos de referencia del grupo se encuentran los puestos en marcha en Nueva York, la calle Serrano de Madrid y Lisboa. 

 

Con todo, esta expansión con retail no fue suficiente para remontar las ventas de la cadena, que cerró 2017 con una caída de la facturación del 2,9%, hasta 2.194 millones de euros. El grupo sí logró reducir sus números rojos, que pasaron de 61 millones de euros en 2016 a 33 millones de euros el año pasado. 

 

 

 

 

La deuda, a la baja

Según datos de la Memoria de Sostenibilidad de Mango a la que ha tenido acceso Modaes.es, la compañía ha reducido su deuda en 2017 por primera vez en cuatro años. El grupo cerró el ejercicio con un pasivo neto de 415,1 millones de euros, un 29,2% menos que el año anterior.

 

El descenso se debió a la caída de la deuda con entidades financieras: la deuda a largo cayó un 16,9%, hasta 655,7 millones de euros, mientras que a corto descendió un 13,4%, hasta 128 millones de euros.

 

Por otro lado, Mango también aumentó su tesorería e inversiones financieras a corto plazo en un 4,9%, hasta 368,7 millones de euros. La compañía redujo así su deuda neta por primera vez desde 2014. Ese año, el pasivo de Mango se redujo en un 5,9%, para repuntar los dos ejercicios siguientes con alzas del 22,2% y 11%.

 

El pasado julio, ya finalizado el ejercicio, Mango inició conversaciones con la banca para refinanciar 500 millones de duda, que vence en 2019 y 2020.