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Las joyas de Thomas Sabo aterrizan en Ciudad de México de la mano de El Palacio de Hierro

El grupo alemán de joyería ha puesto en marcha sus primeros puntos de venta en la tienda departamental, concretamente en Polanco y Coyoacán. Además, la empresa prepara más aperturas en el país, donde es distribuido por Grupo Ultra. 

María Bertero

5 jun 2018 - 00:00

Las joyas de Thomas Sabo aterrizan en Ciudad de México de la mano de El Palacio de Hierro

 

 

Thomas Sabo se afianza en el corazón de México. La empresa alemana de joyería prosigue su expansión en el país con la puesta en marcha sus primeras tiendas monomarca en Ciudad de México. Además, el grupo prepara más aperturas en el mercado mexicano para este año.

 

Según han informado fuentes cercanas a la compañía a Modaes, los nuevos puntos de venta de Thomas Sabo se encuentran en las tiendas departamentales que El Palacio de Hierro tiene en las colonias de Polanco y Coyoacán.

 

Los planes de la empresa alemana pasan por seguir creciendo en el mercado azteca y abrir más puntos de venta este año. Thomas Sabo tiene a Grupo Ultra como socio local en el país norteamericano.

 

 

 

 

Actualmente, la compañía de joyería cuenta con otras dos tiendas monomarca en México. Las mismas se encuentran en los centros comerciales Luxury Avenue de las ciudades de Cancún y Los Cabos.

 

En el resto de Latinoamérica, Thomas Sabo tiene presencia a través del canal multimarca, en joyerías especializadas de Colombia, Chile y Perú, entre otros mercados. Además, la compañía opera en el canal online, en plataformas de ecommerce como Mercado Libre, por ejemplo.  

 

Con sede en Alemania, la empresa remonta sus orígenes a 1984 y actualmente sigue controlada por la familia fundadora, pese a la reciente salida de su fundador homónimo.  Thomas Sabo fue uno de los abanderados de la tendencia de los charms, en la que también opera el gigante danés Pandora, si bien en una gama superior de precio.

 

 

 

 

A principios de este año el diseñador Thomas Sabo, fundador de la compañía de joyería homónima, decidió abandonar la gestión diaria del grupo e incorporar un nuevo director general.

 

El empresario, de 56 años, ha tomado esta decisión para evitar convertirse “en uno de esos patriarcas que no pueden dejarlo ir”, en palabras del propio Sabo. Pese a su salida, el diseñador continuará vinculado a la empresa como accionista mayoritario y consultor en el desarrollo del diseño.

 

Aunque todavía no está confirmado por parte de la marca, Gunnar Binder, el actual director financiero, podría asumir el puesto de director general tras su salida, mientras que Tony Björk, director comercial, asumirá nuevas responsabilidades.

 

Thomas Sabo, que en 2016 pasado desembarcó en el mercado estadounidense, opera con 137 tiendas monomarca y 107 shop in shops y está presente en una red de más de 3.000 joyerías de todo el mundo.