Empresa

La moda española reordena sus cúpulas en el primer semestre

En la primera mitad del año, el sector batió récord de incorporación de directores generales: Cortefiel, Delpozo, Gocco y Neck&Neck incorporaron entre enero y junio a un nuevo máximo ejecutivo.

L. Molina

3 jul 2017 - 05:00

 

La moda vuelve a sacudir con fuerza sus cúpulas. En un momento convulso, marcado por la incertidumbre, la transformación digital y la guerra de precios, las compañías de moda han agitado de nuevo sus equipos directivos con la incorporación, en muchos casos, de ejecutivos ajenos al sector.

 

Del lujo de Delpozo o Loewe, a la gran distribución, con Grupo Cortefiel y Mango a la cabeza, pasando por dos de los mayores grupos de moda infantil de España, Neck&Neck y Gocco, el baile de sillas llegó en la primera mitad del año a todos los sectores.

 

Jaume Miquel ha continuado creando un nuevo equipo en Grupo Cortefiel con los tres puestos que faltaban: responsable de Cortefiel y Fifty Factory y director general de Recursos Humanos.

 

 

 

En enero, la compañía fichó a Marie Castellvi-Dépée, hasta entonces vicepresidenta de American Eagle Outfitters en el mercado europeo, como nueva directora general de Cortefiel. Anteriormente, la directiva también había ejercido puestos de responsabilidad para otras empresas como Levi’s y Claire’s.

 

En febrero, la compañía continúo formando su nuevo equipo con el fichaje de Raúl Ramírez Hidalgo, que ya formó parte de la empresa en el pasado, como director general de Fifty Factory y nuevo miembro del comité de dirección del grupo. Antes de regresar a Grupo Cortefiel, Hidalgo ocupaba el cargo de director de retail para España y Portugal en Adolfo Domínguez.

 

En abril, la compañía completó su cúpula con la incorporación de Ramón Amorós como nuevo director general de recursos humanos. Antes de su fichaje, Amorós lideró el mismo departamento en Pepe Jeans durante ocho años.

 

 

 

 

Por otra parte, Cortefiel también perdió efectivos, con la salida en mayo de Ricardo de las Heras, que llevaba veinte años vinculado a la empresa director creativo de varias de sus marcas. De las Heras salió del grupo madrileño para fichar por El Ganso como responsable de diseño y producto.

 

La catalana Mango amplió su comité ejecutivo en mayo con la incorporación de la diseñadora Justicia Ruano, que también asumió el puesto de responsable de diseño. La ejecutiva, que ya había trabajado en el grupo durante más de una década, abandonó la empresa en 2009 para lanzar su propia marca. En su nuevo puesto, Ruano cuenta ahora con un equipo de cien personas a su cargo.

 

El cuarto mayor distribuidor de moda de España, Desigual, fichó el pasado marzo a David Meire, hasta entonces director general de retail para Europa en Nike, como nuevo director general de cliente. El cargo, creado en febrero de 2016, estaba vacante desde el pasado septiembre, cuando Pierre Cuilleret salió de la empresa.

 

 

 

 

Otros departamentos de Desigual también sufrieron un vuelco en 2017. En mayo, Borja Castresana y Xavier Gil, director de márketing y de producto, respectivamente, anunciaron su salida de la empresa participada por el fondo galo Eurazeo. Tras su salida, Meire asumió también las funciones de liderazgo en márketing, mientras Desigual hizo asumir a Marc Calabia la máxima responsabilidad en producto.

 

Los cambios llegaron también a los grupos de lujo. Loewe cerró en enero el fichaje de Pascale Lepoivre como consejera delegada. La directiva llegó al grupo proveniente de Céline, también propiedad de LVMH, donde ejerció como vicepresidenta ejecutiva desde 2007, el segundo cargo de mayor responsabilidad tras el consejero delegado.

 

En febrero, Loewe incorporó a David de la Iglesia como nuevo responsable de recursos humanos. El directivo sustituye en el cargo a Javier Alonso, que ocupaba el puesto desde 2003, y fichó procedente de Massimo Dutti, donde ejercía el mismo rol.

 

Otra de las compañías que protagonizó el semestre fue Delpozo. La compañía, propiedad de Perfumes y Diseño,  puso fin al vacío en su cúpula con la contratación de Pablo Badía como máximo responsable de la firma. A lo largo de su carrera profesional, Badía se incorporó a Delpozo procedente de Children Worldwide Fashion (CWF), donde fue responsable para la Península Ibérica. Badía sustituyó en el cargo a Carlos Trolez, el hijo mediano de Pedro Trolez , presidente del grupo, quien asumió el cargo a principios de año de manera interina.

 

 

 

 

El sector de la moda infantil fue otro de los más dinámicos en la primera mitad del año en lo relativo a fichajes. Neck&Neck fichó en junio a Javier García San Miguel, ex director de márketing e ecommerce de Intropia, como nuevo director general. García, el primer ejecutivo del grupo no vinculado a la familia Zamácola, se encargará de coordinar las líneas estratégicas del business plan a cinco años que la compañía está desarrollando.

 

Tras el fichaje de García, Eduardo Zamácola se mantiene como consejero delegado de Neck&Neck. Su hermano, Borja Zamácola, abandonó su puesto como director de nuevas tecnologías de la empresa familiar el pasado abril, tras su fichaje por una aceleradora de start ups llamada The Venture City.

 

Otro grupo de moda infantil que puso a otro ejecutivo al timón fue Gocco. La empresa, propiedad del fondo Diana Capital, confió el cargo de director general a José María Ruiz, un ex directivo de Juguettos y Telepizza. Ruiz tiene por delante la misión de devolver al grupo a la senda del crecimiento.

 

 

 

 

Hawkers también  apostó por un ejecutivo sin ninguna vinculación anterior a la industria de la moda. La compañía incorporó el mes pasado a Diego Sebastián como director de retail e innovación. Sebastián formaba parte desde hacía más de cinco años del equipo de Apple en San Francisco, donde ocupaba el cargo de director senior de innovación, y pilotará el desembarco offline de la compañía ilictana.

 

También algunas compañías internacionales armaron a principios de año su cúpula en el mercado español. Fue el caso de la italiana OVS, que fichó en abril a Mariana Ramonell como nueva directora general para España a las puertas de la apertura de su primera tienda full format en el país.

 

 

La convulsión en las cúpulas llega también a la moda internacional

Los grandes grupos de la moda internacional tampoco se libraron del baile de directivos en el primer semestre del año. C&A, inmersa en un proceso de reestructuración en todo el mundo, fichó al primer ejecutivo externo a la familia Brenninkmeijer el pasado junio. Se trató de Alain Caparros, un directivo procedente del sector de la alimentación, quien asumió el cargo de consejero delegado para Europa, tras la salida de Philippe Brenninkmeijer en mayo.

 

Gap, por su parte, confió en un ejecutivo español para pilotar su negocio en el mercado mexicano. La compañía, tercer mayor distribuidor de moda del mundo por volumen de negocio, fichó a Marc Pallas como vicepresidente y director general de Old Navy México. El directivo se incorporó a la empresa procedente de Pepe Jeans.


La británica New Look también apostó por el talento made in Spain para reforzar algunas áreas clave de su negocio el pasado junio. La compañía incorporó a Paula Dumont López, ex de Esprit y Zara, como nueva directora creativa y miembro del consejo de administración de la empresa.

 

 

 

 

Al poco de conocerse el fichaje de Dumont, New Look dio a conocer la incorporación de Rosa Gutiérrez Sánchez como nueva directora de producto de la compañía. Hasta el pasado marzo, la ejecutiva había trabajado para Mango como directora de la división femenina y, anteriormente, en Inditex.

 

Uno de los grupos más activos en cuanto a movimientos en la cúpula fue Richemont. La compañía nombró nuevos responsables de Dunhill, Jaeger-LeCoultre y Vacheron Constantin y colocó Chabi Nouri como nueva consejera delegada de Piaget, convirtiéndose así en la primera mujer al frente de una firma de joyería del conglomerado.

 

Natacha Ramsay-Levi, quien trabajó con Nicolas Ghesquière en Balenciaga, fue nombrada el pasado marzo directora creativa de Chloé, propiedad de Richemont

 

En marzo, Clare Waight Keller, hasta entonces responsable creativa de Chloé, fichó por Givenchy como nueva directora artística. La creativa sustituyó en el cargo a Riccardo Tisci, quien llevó a cabo una profunda renovación de la marca en los doce años que estuvo al frente.

 

 

 

 

Burberry, por su parte, incorporó a Marco Gobbetti como nuevo consejero delegado. El ejecutivo llegó a Burberry tras haber ejercido el mismo cargo en Céline. Además, la compañía británica fichó a Mark McClennon, un veterano de Unilever, como nuevo responsable de su departamento de información el pasado mayo. El directivo, que sustituyó a Fumbi Chima, había trabajado durante casi treinta años en el grupo de gran consumo.

 

 

Lisa Montague, ex consejera delegada de Loewe, fichó el pasado marzo por la compañía británica Aspinal of London, especializada en accesorios. La ejecutiva había abandonado la empresa controlada por LVMH en 2016, y, antes de su incorporación a Loewe, había trabajado durante nueve años para Mulberry.

 

Otra enseña del lujo, Brioni, también apuntaló su cúpula este invierno con la incorporación de Fabrizio Malverdi como consejero delegado. El ejecutivo asumió el cargo tan sólo pocos meses después de abandonar el mismo cargo en la empresa británica de moda íntima Agent Provocateur.

 

Geox, por su parte, incorporó a su comité a un ejecutivo del neumático el pasado enero. Gregorio Borgo, vinculado al Grupo Pirelli desde 1992 y máximo responsable desde 2013, asumió la dirección general de la empresa italiana.