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La histórica Carmina Shoemaker mira más allá de EEUU y busca locales en Reino Unido y Alemania

La firma mallorquina de calzado, propiedad de la familia Albadalejo, apunta nuevos objetivos para seguir creciendo en el extranjero a golpe de retail y con el foco puesto, principalmente, en su mayor mercado, Estados Unidos.

La histórica Carmina Shoemaker mira más allá de EEUU y busca locales en Reino Unido y Alemania
La histórica Carmina Shoemaker mira más allá de EEUU y busca locales en Reino Unido y Alemania
Carmina Shoemaker señala a Estados Unidos como su mayor mercado.

M. Niza

18 sep 2024 - 05:00

Carmina Shoemaker sigue expandiéndose en el extranjero. La histórica firma mallorquina de calzado, que empezó su andadura en 1866 y sigue en manos de la familia fundadora, mira más allá de su primer mercado, Estados Unidos, y busca oportunidades para abrir tienda propia en Londres, Múnich y Berlín para seguir creciendo y rebasar los catorce millones de facturación de 2023.

 

“Nuestro principal objetivo es abrir hasta tres tiendas a escala internacional a principios del próximo ejercicio, pero para concretar la ubicación primero hay que ver la disponibilidad de los locales”, señalan fuentes de la empresa, a Modaes. La firma de calzado contempla abrir tiendas propias en ciudades como Londres, Múnich o Berlín.

 

Una de las prioridades de la compañía mallorquina es siempre seguir creciendo con autofinanciación y abriendo puntos de venta propios. “En la cúpula sigue estando la familia fundadora y no se prevé la entrada de socios para impulsar el crecimiento de la empresa”, apuntan.

 

 

 

 

Carmina Shoemaker comercializa su oferta a través de los tres principales canales de distribución. En España, la firma de calzado cuenta con tres puntos de venta ubicados en Madrid, Palma de Mallorca y Barcelona, mientras que a escala internacional la compañía cuenta con tres tiendas en Estados Unidos, dos en Nueva York y una en San Francisco y un punto de venta en la capital francesa.

 

En el canal wholesale, Carmina Shoemaker no distribuye su oferta en España, pero sí que cuenta con puntos de venta a escala internacional en países como Japón, Tailandia o Canadá, entre otros. Por su parte, el canal online concentra entre el 40% y el 50% de la facturación total de la compañía.

 

En su mercado local, Carmina Shoemaker solamente registra un 33% de las ventas, que se realizan a través de las tiendas físicas, pero destacando que, en su mayoría, la clientela acostumbra a ser turistas. Por su parte, en el extranjero la compañía registra el 77% de sus ventas a través de todos sus canales de venta. A pesar de que “Europa está creciendo mucho” y España se coloca en cuarta posición por ventas, la empresa apunta que Estados Unidos es su mayor mercado y, por ello, cuenta con más infraestructura allí.

 

 

 

 

A cierre del ejercicio 2023, la empresa registró una cifra de negocio de catorce millones de euros. De cara a cierre del actual ejercicio, la compañía prevé crecer, pero no apunta detalles al respecto.

 

Carmina Shoemaker tiene su sede central en Inca, Mallorca, donde emplea a 144 personas. En la ciudad, la firma de calzado también cuenta con su propia fábrica y almacén, y también suma un segundo almacén en Estados Unidos. Diariamente la fábrica de la firma produce alrededor de 200 pares de zapatos y el ticket medio de compra en España ronda los 450 euros.

 

Carmina Shoemaker, que fabrica calzado para hombre y mujer, nació en 1866 en la localidad de Inca (Mallorca) de mano de Matías Pujadas. En sus inicios fue una zapatería a medida. Su hijo, Mateo Pujadas, abrió la primera fábrica de zapatos cosidos goodyear en las Islas Baleares. En la década de los sesenta, el bisnieto del fundador, José Albadalejo Pujadas, creó Yanko, que en algunos años pasó a ser una de las principales factorías del sector con una producción anual de un millón de pares. En 1997 la demanda del zapato de lujo cayó vertiginosamente y la familia Albadalejo creó una nueva compañía bajo el nombre de Carmina Shoemaker para fabricar zapatos artesanos de calidad.