Empresa

Kling, del Mercado de Fuencarral a Londres y París

14 oct 2011 - 00:00

Joan Faus. Madrid.- La firma española Kling empezó hace siete años a vender sus creaciones en el madrileño Mercado de Fuencarral. Desde entonces, se ha ido haciendo un hueco y ha ido aumentado su presencia comercial. La enseña quiere abrir en 2012 año sus primeras tiendas propias en Londres y París, e inaugurará dos nuevos establecimientos en Madrid y otro en Barcelona, según ha explicado Diego Kling, director y creador de Kling, en una entrevista concedida a Modaes.

Kling se fundó en 2004 como una firma de moda alternativa y totalmente independiente. Siete años después, tiene la mirada puesta en alcanzar un mayor crecimiento nacional e internacional.

 

La enseña de moda femenina cuenta en la actualidad con siete puntos de venta propios en España (cuatro en Madrid y uno en Barcelona, Granada y Oviedo) y dos en el extranjero, en Dublín y Burdeos. “Creemos que el concepto de franquicia es contrario al espíritu de la marca, por lo tanto el crecimiento es muchísimo más lento, pero nos permite controlar hasta el último detalle”, asegura Diego Kling.

 

La compañía también comercializa sus productos en tiendas multimarca en España y el extranjero, cubriendo la mayoría de países europeos, además de Chile, China, Estados Unidos, Japón y Rusia.

“Actualmente nuestra base de clientes multimarca en España y fuera se está ampliando, damos exclusividad por zona y no está en los planes inundar con la marca el mercado; Preferimos trabajar con menos clientes pero con los que la marca se sienta indentificada”, comenta el directivo.

 

Aunque la firma dice carecer de un plan de expansión definido, su crecimiento ha sido muy fuerte durante los últimos años. “Desde que lanzamos Kling hace siete años las ventas de doblan año a año”, señala el fundador de la enseña, que no facilita datos exactos respecto a su facturación.

 

La presentadora Anne Igartiburu, la cantante Eva Amaral o la actriz ganadora de un Oscar Natalie Portman son algunas de las celebridades que más han ayudado a la firma a posicionarse en el sector. Sus precios asequibles (un vestido de Kling cuesta entre 40 y 60 euros) le permiten competir con grandes cadenas de distribución como Inditex, Mango o H&M.

 

“No aspiramos a ningún tipo de público en particular, simplemente tratamos de ser coherentes con nuestros diseños e imagen de marca temporada tras temporada; somos una marca independiente, que funciona ajena a cualquier presión externa: eso nos permite hacer las cosas de forma alternativa y muchas veces eso hace que nuestras clientas encuentren en Kling algo más real y personal y no tan artificial como en las grandes cadenas”, asegura Diego Kling. La firma lanzó hace un año una línea de zapatos y bolsos, y descarta, por el momento, empezar a producir ropa masculina.

 

Kling también comercializa sus productos a través de su página web. Unas ventas que representan “casi el 10%” del volumen de negocio conjunto y que proceden, mayoritariamente, de Francia, Italia y el norte de Europa. La compañía lleva desde sus inicios apostando por el canal online: “Llevamos siete años vendiendo online y ser de los pioneros en España nos ha dado mucha experiencia y muy buen posicionamiento”, asegura el empresario.