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Kiabi reduce ventas un 25,4% y hunde su beneficio un 87% en España en 2020

La cadena francesa de moda low cost cerró el ejercicio con una facturación de 159,5 millones de euros en el país, donde opera con 55 tiendas, las mismas que el año anterior.

Modaes

16 jun 2021 - 10:04

Kiabi reduce ventas un 25,4% y hunde su beneficio un 87% en España en 2020

 

 

Kiabi hace balance del año del Covid-19 en el mercado español. La cadena francesa de moda low cost, propiedad de la familia Mulliez, ha cerrado el ejercicio 2020 con una contracción del 25,4% en el mercado español, por debajo de la media del sector, pero con un fuerte descenso del resultado neto, según las cuentas depositadas en el Registro Mercantil que recoge Expansión.

 

La compañía facturó 159,5 millones de euros en el último ejercicio y registró un resultado de explotación de 1,03 millones de euros, frente a los 8,13 millones de euros del año anterior. Kiabi había regresado a números negros en España justo antes del Covid-19 y logró mantener el resultado neto en positivo, aunque lo redujo un 87%, hasta 738.000 euros.

 

La empresa, que opera con 55 tiendas en España, llevó a cabo varias medidas para reducir gastos. La partida de alquileres pasó de 15,9 millones a 10,8 millones de euros gracias a las renegociaciones con los propietarios. A finales de 2019, el grupo cerró su única tienda en un eje prime español, la ubicada en Paseo de Gracia de Barcelona.

 

 

 

 

Además, Kiabi presentó un expediente de regulación temporal de empleo (Erte) que afectó al 90% de su plantilla en el país y que estuvo activo hasta el pasado 7 de junio de este año. Aun así, el grupo redujo su tesorería hasta 1,56 millones de euros, frente a los 4,4 millones del año anterior.

 

España es el segundo mayor mercado para Kiabi después de Francia. La empresa, liderada en el país por José Luis Carceller, está controlada por la familia Mulliez, dueños también de Alcampo, Decathlon, Leroy Merlin o Pimkie, entre otras.

 

Kiabi entró en España en 1993 pero buena parte de su desarrollo se realizó durante la crisis económica. La empresa contaba en 2009 con una red de sesenta tiendas en España (todas ellas en parques de medianas y centros comerciales) y facturaba 121 millones de euros en el país. Diez años después, la empresa mantenía una red similar de establecimientos pero su facturación se había duplicado, hasta 210 millones de euros en España, convertido ya en su segundo mayor mercado, sólo por detrás de Francia.