Kering mide el golpe del Covid-19: factura un 29,6% menos y desploma su beneficio en el primer semestre

“El periodo más duro al que nos hemos enfrentado”. Así resume François-Henri Pinault, presidente y consejero delegado de Kering, el primer semestre de 2020. El gigante del lujo cerró el periodo con una caída de las ventas del 29,6% y un desplome de su beneficio del 63,4%.

Entre enero y junio, cuando la pandemia del coronavirus obligó a cerrar las tiendas en prácticamente todo el mundo, el dueño de Gucci facturó 5.378,3 millones de euros, un 29,6% menos que el año anterior.

El resultado bruto de explotación cayó un 40,4% y el neto se desplomó un 63,4%, hasta 569,3 millones de euros. Con todo, la empresa subraya que la rentabilidad ha sido “resiliente” gracias a la reducción de costes.

Bottega Veneta fue la marca que mejor evolucionó

“Comenzamos 2020 con una posición especialmente sólida -apunta Pinault-; nuestra visión estratégica sale reforzada de esta crisis y, apoyada por nuestra sólida posición financiera, innovación y expertise digital, seguiremos implementándola con determinación y consistencia”.

La empresa atribuye el descenso en las ventas principalmente al parón del turismo por la pandemia, aunque apunta que la recuperación está siendo “alentadora” con la reapertura de tiendas, especialmente en China continental. Las ventas online han registrado una fuerte aceleración, con un crecimiento del 47,2% en el primer semestre y un 72,4% sólo en el segundo trimestre.

Por marcas, la que más sufrió fue Gucci, la joya de la corona del grupo, con un descenso del 33,8%, hasta 3.072 millones de euros. Yves Saint Laurent anotó un descenso del 30,6%, hasta 681,1 millones de euros.

Bottega Veneta, que se había posicionado como el motor del grupo en los últimos ejercicios, resistió mejor con un retroceso de las ventas de sólo el 9,5%, hasta 503,1 millones de euros, aunque su beneficio operativo se hundió un 58%.

El grupo descarta recuperar las ventas en el segundo semestre

En el segundo trimestre, las ventas de la compañía se redujeron un 43,4% en términos comparables, debido al cierre de establecimientos. Entre abril y junio, la facturación se ha recuperado gradualmente a medida que las tiendas han reabierto: primero en Asia y luego en Europa y América.

“La salud y la posterior crisis económica causada por la pandemia de Covid-19 en los primeros seis meses de 2020 han tenido importantes consecuencias en las tendencias de consumo, los flujos turísticos y la economía mundial”, recuerda Kering.

La empresa descarta hacer previsiones de cara a 2020 por “la falta de visibilidad sobre cómo evolucionará el mercado mundial de artículos personales de lujo en los próximos años”. Aun así, el grupo da por sentado que que las ventas del segundo trimestre no compensarán la caída de la primera mitad del año.