Kering eleva ventas un 21,6% en el primer trimestre

Kering se prepara para la remontada. El grupo francés de lujo, propietario de firmas como Gucci, Yves Saint Laurent o Bottega Veneta, ha elevado su cifra de negocio un 21,6% en el primer trimestre del ejercicio. La compañía registró una buena evolución de ventas en todas sus marcas, y la región de Asia Pacífico fue el principal motor de crecimiento.

El conglomerado francés finalizó el ejercicio con una facturación de 3.726,9 millones de euros, frente a los 3.065,7 millones de euros del año anterior. A tipos de cambio constante, el grupo registró un crecimiento del 5,5% comparado con el mismo periodo de 2019, antes del estallido de la pandemia.

“Kering obtuvo unos buenos resultados en el primer trimestre, superando los niveles anteriores a la pandemia”, ha señalado François-Henri Pinault, presidente y consejero delegado del grupo. Pinault ha apuntado que el crecimiento fue consistente en todas las marcas, y ha subrayado que “estamos especialmente satisfechos con el impulso de Gucci”.

En Occidente, el Covid-19 no impactó en el comercio hasta el segundo trimestre, cuando se decretó el confinamiento en varios países y se impusieron restricciones de movilidad para contener el avance del virus, por lo que la compañía no vio su negocio mermado por la crisis en el primer trimestre.

Kering prevé volver a la senda del crecimiento este año tras haber experimentado una buena evolución en el primer trimestre

Por marcas, Gucci fue la que obtuvo unos mejores resultados en el periodo. La firma de lujo, que copa gran parte de los ingresos totales de Kering, registró una facturación de 2.167,7 millones de euros, un 20,2% más que en el primer trimestre de 2020. Las ventas se elevaron especialmente en Asia Pacífico, donde se dispararon un 78%, y en Norteamérica, con un alza del 51%. Las ventas a través del canal multimarca descendieron un 26,1% en términos comparables, “en línea con la estrategia de Gucci de aumentar gradualmente la exclusividad de su red de distribución”, ha apuntado el grupo.

Yves Saint Laurent, por su parte, también tuvo un buen comienzo de año, elevando su cifra de negocio un 18,9%, hasta 516,7 millones de euros. La empresa se apoyó especialmente en el mercado norteamericano, en el que incrementó sus ventas un 46%, y en Asia Pacífico, donde los ingresos se dispararon un 89% y donde la marca está concentrando recursos para consolidar su presencia.

Bottega Veneta no fue menos y, tras haberse reinventado bajo la dirección creativa de Daniel Lee, la empresa registró una facturación de 328,2 millones de euros, un 19,9% más que en el primer trimestre de 2020. La marca incrementó sus ventas en Norteamérica y Europa Occidental, y todas las categorías de producto registraron un crecimiento a doble dígito en el periodo.

Las otras firmas del grupo también siguieron la misma tónica de crecimiento. Alexander McQueen y Balenciaga fueron las marcas que mejor evolucionaron en el periodo, especialmente en Norteamérica y Asia Pacífico.

Para este año, Pinault ha matizado que este año el negocio todavía puede verse impactado por la crisis sanitaria, aunque ha añadido que “la estrategia, el posicionamiento y la creatividad de nuestras marcas permitirán a cada una de ellas prosperar en el entorno actual”.