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Inditex da la temperatura del impacto de la inflación con las cuentas del primer semestre

Los analistas anticipan otro trimestre de récord pese al impacto de la salida de Rusia y, sobre todo, de la inflación, aunque se muestran algo más escépticos de cara al último trimestre del ejercicio.

Inditex da la temperatura del impacto de la inflación con las cuentas del primer semestre
Inditex da la temperatura del impacto de la inflación con las cuentas del primer semestre
Berenberg considera que Inditex “continúa siendo el mejor retailer de la clase”.

Iria P. Gestal

12 sep 2022 - 05:00

Los ojos del sector vuelven a mirar hacia Arteixo. El miércoles, Inditex presentará sus resultados del primer semestre, que servirán de termómetro del impacto que la inflación está teniendo en el consumo de moda. Los analistas anticipan otro trimestre de récord, aunque son algo más escépticos de cara al último trimestre del ejercicio.

 

En el primer trimestre (de febrero a abril), las ventas del grupo se incrementaron un 36%, hasta 6.742 millones de euros, y aumentaron un 13,8% respecto a 2019. El beneficio se catapultó un 80%, hasta 760 millones de euros. Ambas cifras fueron las máximas para un primer trimestre.

 

El periodo incluía ya el impacto del cierre del negocio en Rusia (que aportaba el 8,5% del ebit y donde Inditex suspendió temporalmente su actividad el 5 de marzo), y parcialmente el de la inflación, que llevó al grupo a acometer subidas selectivas de precios.

 

 

 

 

Será ahora cuando podrá medirse definitivamente hasta qué punto la escalada generalizada de precios está impactando en el consumo de moda. Los primeros datos que compartió Inditex el pasado junio ya apuntaban a una desaceleración del crecimiento, si bien la base comparable era más alta que en el primer trimestre: en el arranque del segundo trimestre (del 1 de mayo al 5 de junio), el grupo elevó sus ventas un 17%.

 

El consenso de mercado sitúa el crecimiento de las ventas en el 14% respecto a 2019 y del 12% en relación a 2021, lo que equivale a una facturación de 7.850 millones de euros en el segundo trimestre. El beneficio neto, por su parte, se espera que supere los mil millones de euros, un 24% más que en 2019 y un 18% por encima de 2021.

 

El margen de ebit rondará el 16%, frente al 15,5% de 2021 y el 15,3% del primer trimestre, si bien se verá afectado por la apreciación del dólar y el incremento generalizado de los costes.

 

“Los datos más recientes indican una fuerte y persistente demanda de Zara en Reino Unido, Alemania y Estados Unidos”, señalan desde Morgan Stanley, aunque alertan de “riesgos en los beneficios de compañías con productos más asequibles como H&M e Inditex”.

 

 

 

 

Berenberg considera que Inditex “continúa siendo el mejor retailer de la clase”, aunque matiza que “sus ventajas competitivas se han ido erosionando lentamente con el tiempo”. De hecho, aunque aplauden su modelo de aprovisionamiento flexible, aclaran que “no es completamente inmune a un entorno altamente promocional”.

 

Más pesimista es Credit Suisse, que infrapondera el valor debido, sostiene, a que “las tasas de crecimiento futuras serán notablemente más bajas que en los últimos diez años; sus perspectivas a medio plazo se irán ralentizando”.

 

A corto plazo, opinan que “la demanda se está debilitando ya que, si bien la primera subida de precios en el año se aceptó, hay pocas garantías de que ahora subidas de precio a doble dígito en el segundo semestre y en 2023 no provoquen una caída de las ventas”.

 

La mayoría de informes publicados recientemente ya apuntan claramente a un caída del consumo de moda debido a la inflación: por un lado, por la alta elasticidad de la demanda en el sector, con un consumidor acostumbrado a años de deflación; por otro, por el empobrecimiento generalizado de las familias debido a la escalada de precios de todos los productos, lo que llevará a priorizar las compras esenciales.

 

Según un informe publicado en julio por Morgan Stanley, elaborado a partir de una encuesta realizada entre finales de junio y principios de julio, la moda es la sexta categoría más vulnerable a una potencial reducción del gasto en los próximos meses. Casi un 40% de los encuestados la citaban como una de las categorías en las que recortarían el gasto, y un porcentaje similar aseguraron que ya lo habían hecho en el último mes.