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Festa congela su expansión con retail tras rozar los veinte millones en 2017

La compañía madrileña finalizó el ejercicio pasado con unas ventas de 19,48 millones de euros. A lo largo del periodo, la empresa puso en marcha tres nuevas tiendas en España, ubicadas en Madrid y Alcoy (Alicante).

L. Molina

17 abr 2018 - 05:00

Festa reduce su deuda un 90% desde el cambio de manos y crece un 2% en 2017

 

 

Festa congela su expansión con retail tras rozar los veinte millones en 2017

La compañía madrileña finalizó el ejercicio pasado con unas ventas de 19,48 millones de euros. A lo largo del periodo, la empresa puso en marcha tres nuevas tiendas en España, ubicadas en Madrid y Alcoy (Alicante).

 

Festa frena su expansión con retail en España dos años después de pasar a manos de su fundador. La compañía madrileña de moda femenina ha puesto en stand by sus planes de crecimiento con tiendas, tras cerrar 2017 a las puertas de los veinte millones de euros de facturación, según ha según ha explicado Ricardo Ferrer, fundador de la empresa, a Modaes.es.

 

La empresa cerró 2017 con una cifra de negocio de 19,48 millones de euros, un 2% más que en el ejercicio anterior, cuando facturó 19,2 millones. Sin embargo, por superficie comparable, las ventas cayeron un 3% respecto al año anterior.

 

El año en que compré la compañía fue un desastre por el enorme stock que nos encontramos por liquidar, y lo dedicamos por entero a limpiar y sanear”, recuerda Ferrer. “En dos años, la deuda de la empresa se ha visto reducida drásticamente”, añade.

 

 

 

 

En marzo de 2011, cuando la empresa todavía estaba en manos del grupo de capital riesgo Portobello (la antigua Ibersuizas), Festa solicitó el concurso voluntario de acreedores con un pasivo de doce millones de euros. La compañía abandonó los juzgados en 2014 y emprendió entonces una etapa de relanzamiento.

 

A cierre del ejercicio 2015, unos meses antes de que Ferrer se hiciera con el cien por cien del capital de Festa al recomprar el 80% de la cadena al fondo de capital riesgo Portobello Capital, la deuda de la compañía a largo plazo se situaba en 9,58 millones de euros. Por otra parte, el fondo de maniobra de la empresa era negativo, de 965.728 euros, según consta en las cuentas de Festa de 2015. A cierre de 2017, el fondo de maniobra es positivo en 450.000 euros, según Ferrer.

 

A lo largo de 2016, la empresa realizó dos aportaciones de capital para estabilizar su balance: una de 2,94 millones de euros y otra, de carácter permanente, por un valor de 4,53 millones, según consta en las cuentas de Festa de 2016 depositadas en el Registro Mercantil.

 

 

 

 

Asimismo, la compañía negoció con los acreedores una quita de la deuda, que pasó de 9,91 millones de euros a cierre del año 2015 a 1,81 millones de euros a cierre de 2016. Por último, el grupo también eliminó las existencias obsoletas, finalizando el ejercicio con un stock valorado en 1,31 millones de euros.

 

El pasivo de Festa en la actualidad ronda los 760.000 euros, según Ferrer. El primer vencimiento de deuda tiene lugar el próximo mayo por un importe de unos 100.000 euros con proveedores y entidades de crédito, mientras que en 2019 habrá un segundo vencimiento de alrededor de 120.000 euros. La compañía deberá abonar el restante de su deuda con proveedores, unos 680.000 euros, en 2021.

 

 

Público más joven y aperturas ‘congeladas’

Por ahora, Festa ha dejado en stand by sus planes de crecimiento con tiendas en España. “Después del octubre tan negativo de 2017 y el comienzo de 2018… Basta con leer los titulares de la prensa para saber que el consumo no va bien”, explica Ferrer. En relación a los centros comerciales, el ejecutivo añade que “hay cuatro o cinco buenos complejos en España, el resto son para sufrir: muchos saben que van a tener que cerrar sus puertas o reorganizarse”.

 

A cierre del ejercicio 2017, la empresa operaba con 39 tiendas en el mercado español, después de sumar tres nuevos establecimientos a lo largo del año pasado, ubicados en los centros comerciales Plaza Río 2 y La Vaguada de Madrid, así como en el número 60 de la avenida Alameda de Alcoy (Alicante). Por otra parte, la empresa cerró su punto de venta en el complejo El Saler de Valencia, finalizando el ejercicio con un total de 39 establecimientos en el mercado español.

 

La empresa no tiene presencia en el canal multimarca. No obstante, la compañía conserva de su etapa anterior a 2016 cuatro corners en centros de Eroski en País Vasco, cada uno de unos cien metros cuadrados de superficie. “Aquí, al contrario que en El Corte Inglés, los contratos están asociados a la evolución de las ventas; el mismo tipo de acuerdos que alcanza Inditex con los centros comerciales donde opera”, señala Ferrer.

 

 

 

 

Festa ha continuado el proceso de rejuvenecimiento de sus colecciones para conquistar a una clienta más joven, virando el rumbo respecto a las intenciones de volver a sus orígenes en 2017. “Nuestro público natural eran mujeres de poder adquisitivo medio-bajo y un peso por encima de la media”, explica el fundador, quien señala que ahora la empresa comercializa diseños más modernos. “El porcentaje de clientes entre 25 y 45 años se ha elevado mucho, cuando antes la media de edad podía superar los cincuenta años”, añade.

 

El negocio online del grupo también es un motor para la empresa. “Va a toda pastilla: en un año creo que será la tienda número uno para la empresa, ahora está en la mitad de la tabla”, afirma Ferrer, quien destaca que las ventas a través de la plataforma de ecomerce ha crecido entre un 80% y un 120% cada año.

 

Festa tiene sus oficinas centrales en el número 2 de la calle Franklin de Getafe (Madrid), donde emplea a unas diecisiete personas. Sumando personal de tienda, la plantilla de la compañía ronda los 200 trabajadores, en función de la época del año. Al frente de la empresa como director general está desde febrero de 2016 Miguel Ferrer, ex jefe de compras de la compañía y que trabajó previamente en Puig. Miguel Ferrer no guarda ningún parentesco con el fundador, Ricardo Ferrer.