Everlane ficha a una nueva directora creativa y pone en marcha un plan de transformación

Everlane mira a la moda de autor para transformarse. La cadena estadounidense de distribución de moda ha fichado a Mathilde Mader, que en el pasado ha trabajado con diseñadores como Kim Jones y Sonia Rykiel, para liderar la dirección creativa de la marca, ha adelantado WWD.

La diseñadora se une a Shu Hung, que ocupaba este puesto de forma individual en Everlane desde mayo de 2021. La ejecutiva japonesa, ex directora creativa de Uniqlo, lidera el estudio de la compañía en Los Ángeles, que abrió sus puertas el pasado enero.

El fichaje de Mader es parte de la nueva estrategia de Everlane bajo el mandato de Andrea O’Donnell, consejera delegada de la compañía norteamericana desde hace un año. La nueva hoja de ruta de la empresa fijada por O’Donnell pasa por “inyectar más moda” en el producto, potenciar el concepto de la colección frente a los artículos individuales, amplificar el storytelling de la marca y entrar en el canal multimarca por primera vez.

Andrea O’Donnel se incorporó a Everlane en octubre de 2021 con los galones de haberle dado la vuelta a Ugg, la firma de calzado de Deckers. La ejecutiva fue presidenta de fashion lifestyle de todas las marcas del grupo durante casi seis años y se le atribuye el acercar Ugg a la moda a través de colaboraciones con marcas de autor.

Everlane entrará en el canal multimarca por primera vez e “inyectará más moda” a su producto

El primer paso en la transformación de Everlane se dará mañana en Nueva York, en plena Semana de la Moda en la ciudad estadounidense, cuando la compañía presentará su nueva colección.

Everlane nació en 2010 de la mano de Michael Preysman y Jesse Farmer como un pure player especializado en moda masculina. Con los años, la empresa con sede en San Francisco lanzó una línea de moda de mujer, centrándose cada vez más en esta división de negocio.

Tras el estallido de la pandemia, Everlane anunció el despido de más de doscientos trabajadores, tanto en sus tiendas como en sus oficinas centrales, alegando que “no eran rentables ni generaban caja”, en palabras de Presyman.

La transformación de Everlane también servirá de borrón y cuenta nueva para la compañía, que en 2020 se vio involucrada en un escándalo, siendo culpada de racismo y de falta de diversidad en sus filas. Además, los trabajadores de la compañía relacionaron los despidos con la creación de un sindicato que aún no había sido reconocido por la empresa cuando se llevaron a cabo los recortes.