Empresa

El lujo ‘llora’ la crisis

10 ago 2009 - 00:00

Los ricos también lloran. Esta frase (que procede del título de una de las telenovelas de mayor éxito en México) se ha repetido en numerosas ocasiones desde que el mundo entero cambió su contexto económico. Hace un año y medio, nada hacía presagiar que la crisis sería tan profunda como está demostrando ser. Los pocos que lo pronosticaban salvaban de esta situación a un sector: el lujo. Pero los productos dirigidos al público de mayor poder adquisitivo han demostrado ser igual de débiles ante la crisis que el resto. Ni siquiera los ultra high net worth individual (término utilizado en banca privada para definir a las personas con activos superiores a un millón de dólares) han salvado a las empresas que operan en el sector del lujo.La última empresa en representar esta situación ha sido Bulgari, una de las quince marcas de lujo de mayor reputación de todo el mundo, según la consultora Interbrand. La firma italiana, que obtiene más del 44% de sus ingresos del negocio de la joyería, ha cerrado el primer semestre del ejercicio 2009 con unas pérdidas de 11,2 millones de euros, cifra que contrasta con los 31,4 millones que ganó en el mismo periodo del ejercicio precedente. La facturación de la compañía ha caído un 20,5% hasta junio y se sitúan en 218,3 millones de euros. La caída del consumo en uno de los mercados más importantes para la empresa ha sido uno de los causantes de este retroceso: Bulgari ha reducido sus ventas un 51,6% en Estados Unidos. Ni siquiera Japón (que durante los últimos años ha sido uno de los países clave para las firmas de lujo) ha contribuido en positivo: la marca italiana ha vendido un 42% menos en el mercado nipón.Las joyas también han lastrado las cuentas del gigante galo LVMH. La compañía sostiene que el mal comportamiento de sus cuentas durante el primer semestre está motivado, en parte, por la división de joyería y relojería. Este área ha experimentado durante los primeros seis meses del año la mayor caída del grupo, con un retroceso del 17% respecto al mismo periodo de 2008. Esta caída se sitúa al mismo nivel que la de la división de vinos y espirituosos. La multinacional presidida por Bernard Arnault ha cerrado la primera mitad del ejercicio 2009 con unas ventas de 7.811 millones de euros, lo que representa un leve incremento del 0,2%. El beneficio neto de la compañía ha caído un 23%, hasta 687 millones de euros. Mientras la joyería y los relojes dañan a LVMH, la moda y la marroquinería intentan mejorar su salud. Esta división, que incluye marcas como Louis Vuitton, Loewe y Marc Jacobs, entre otras, ha registrado un crecimiento del 8% entre enero y junio y su negocio alcanza ya 2.988 millones de euros. Louis Vuitton, el eterno rey del lujo, ha sido el principal artífice de este desarrollo, que ha aportado más del 50% del beneficio del grupo. Empresas que basan su negocio en la marroquinería siguen al alza, de momento. La maison Hermès (que al no cotizar en bolsa no está obligada a presentar su beneficio) sostiene que su facturación se ha elevado un 7,6%, hasta 874,9 millones de euros. La división de piel del grupo elevó sus ingresos hasta 433,8 millones de euros, con un alza del 27,6%.Un fenómeno similar al de LVMH se está observando en las cuentas del otro gigante del lujo: PPR. Los negocios de gran consumo del grupo, como Fnac, Conforama y Redcats Group, están contribuyendo a la baja al conjunto de PPR, que ha visto como su facturación consolidada cae un 3,6% en el primer semestre. Las marcas de lujo de PPR (que gestiona, entre otros, Gucci Group y Balenciaga) están resistiendo a la situación económica. A la espera de que otro de los grandes del lujo, Tiffany & Co, presente sus resultados semestrales a finales de agosto, el sector sigue tambaleándose. Los datos de consultoras como Bain & Co para el conjunto del año no son halagüeños: la empresa se ha visto obligada a revisar a la baja sus previsiones y ya pronostica una caída del 10% en los ingresos mundiales del sector para 2009.