Empresa

El ERE de Caramelo, en manos de la Xunta

10 ago 2009 - 00:00

Patata caliente para la Consellería de Trabajo y Bienestar de la Xunta de Galicia. La Administración gallega analiza estos días el expediente de regulación de empleo (ERE) presentado por Caramelo para despedir a 237 trabajadores en la planta de A Coruña, que ha sido fruto de unas tensas y conflictivas negociaciones. El próximo 19 de agosto vence el plazo para que la Consellería dé su veredicto. Una votación de los trabajadores, el pasado día 3, fue decisiva para que Caramelo diese definitivamente el paso de registrar el expediente ante la Xunta. Un referéndum, convocado al margen del comité, sirvió para que la última propuesta de indemnizaciones de la mediación obtuviera una clara mayoría entre los 235 trabajadores que acudieron a las urnas.Ahora, la dirección de Caramelo se ha comprometido a asumir las indemnizaciones que prevé esta propuesta (39 días de salario por año trabajado, con un límite de 34 mensualidades y 60.000 euros) si la Xunta da el visto bueno al recorte de personal. El Gobierno gallego, sin embargo, también tendrá en cuenta la votación a mano alzada realizada el pasado 23 de julio por una asamblea de trabajadores de Caramelo, en la que se rechazó la última propuesta de la empresa, así como el informe desfavorable al ERE de la Inspección de Trabajo. Mientras tanto, en los últimos días la Confederación Intersindical Gallega (CIG), mayoritaria en el comité de empresa, ha quitado validez a la votación laboral que sí aprobó la propuesta de indemnizaciones. Según los representantes del sindicato nacionalista, la votación, que sí aprueba CCOO, fue un intento de "golpe de Estado"y una "maniobra" de Caramelo. CIG cargó en rueda de prensa contra los promotores de la consulta, a los que acusó de manipular el censo de trabajadores con derecho a voto. La confederación sindical también atacó a CCOO, que cuenta con cinco delegados sindicales en Caramelo, por su papel "cómplice" y por someterse a los designios de la empresa. También recibieron críticas la Xunta de Galicia, por consentir la celebración del referéndum que consideran fraudulento, Manuel Jove, que controla Caramelo a través de su sociedad Inveravante, e incluso los medios de comunicación.