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El calzado infantil de Pisamonas sube una marcha y entra en Italia para duplicar su facturación en 2016

Iria P. Gestal

12 feb 2016 - 04:47

Ir de compras con niños pequeños. Esta actividad cotidiana puede llegar a convertirse en una odisea para muchos padres, y ahí precisamente radica uno los problemas a los que busca responder Pisamonas. Con sólo cuatro años de vida, este ecommerce de calzado infantil ya se ha hecho un hueco en el sector con una facturación cuatro millones y medio de euros, que espera duplicar en este ejercicio. En las últimas semanas, la compañía ha dado el salto también a Italia, que se suma a los otros cuatro mercados en los que opera, según ha explicado Enrique Bretos, responsable y cofundador de la compañía, a Modaes.es.

 

Bretos y su mujer pusieron en marcha Pisamonas junto a otro matrimonio hace cuatro años. Ellas se encargan hoy del departamento de producto mientras ellos gestionan el desarrollo de negocio y los aspectos financieros. Sin embargo, su trayectoria está lejos de la moda infantil. El emprendedor y su socio eran ingenieros aeronáuticos. Antes de emprender con Pisamonas, Bretos estaba al frente de dos divisiones de la agencia de viajes Pullmantur.

 

“Vimos que la oferta de calzado infantil estaba muy polarizada, entre los zapatitos de gama alta de zapatería de barrio, con un precio que ronda los treinta euros, y las merceditas made in China de las grandes superficies”, explica Bretos. Pisamonas nació para ocupar el espacio del medio, con un calzado fabricado en España y un negocio orientado a volumen. El precio por par se sitúa entre los quince y los veinte euros.

 

Pisamonas ha tenido hacer frente a “las barreras que había para comprar por Internet”, como el tallaje, dice Bretos. “Pero si el tema de la talla online es complicado, todavía lo es más ir de compras con niños pequeños”, asegura el emprendedor.

 

Aunque su negocio procede principalmente de la tienda, en 2012 la marca subió la persiana de un establecimiento físico en la zona norte de Madrid para ayudar a construir marca y dar credibilidad a Pisamonas. Desde entonces, la compañía ha ido ganando terreno y el año pasado fue reconocida como el mejor ecommerce infantil en los Ecommerce Awards. “Cada temporada vendemos el doble que la anterior”, asegura Bretos.

 

A finales de 2013, Pisamonas estrenó la web portuguesa y el año pasado puso en marcha los dominios de Francia y Reino Unido. Su último proyecto ha sido el desarrollo de la web italiana, que se puso en marcha la semana pasada.

 

“Cuando pones en marcha una web en Internet es como abrir una tienda en el desierto”, dice Bretos. “Posicionarte en buscadores, que sería el equivalente a pasar del desierto a la calle Lagasca, lleva entre uno y dos años, por nuestra experiencia”, apunta el directivo.

 

La compañía, que emplea a cincuenta personas (la mitad en su oficina y el resto personal externas) se ha financiado entre fondos propios y créditos bancarios, con una inversión que alcanza ya un millón de euros.

 

En 2014, el grupo duplicó su cifra de negocio hasta 4,5 millones de euros, y prevé volver a impulsar su crecimiento este año hasta situarse entre ocho y nueve millones de euros de facturación.