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De Buylevard a Iconic Barcelona, el comercio online de moda se acerca al cliente

24 oct 2011 - 00:00

P. Riaño.- El comercio online de moda en España da un paso más. Si la primera oleada la protagonizaron los outlets multimarca y la segunda grandes cadenas como Zara, ahora comienzan a surgir en España plataformas que buscan la participación y la vinculación con los clientes. Iconic Barcelona y Buylevard son dos ejemplos de esta nueva tendencia.

En abril de 2010 echó a andar en Estados Unidos un proyecto cuyo modelo de negocio se basa en implicar al cliente en el proceso de decisión de la producción de moda. Se trata de Fashion Stake, fundada por dos antiguos alumnos de Harvard.

 

Fashion Stake, que el pasado julio cerró la adquisición de la compañía Moxsie para ampliar su masa de clientes, permite a los usuarios votar los diseños que más les gustan y, posteriormente, comprarlos. En todo el mundo comienza ya a replicarse la idea y en Italia ha surgido, por ejemplo, Next Styler, que forma parte de la incubadora de empresas Enlabs.

 

Este modelo de negocio tiene como ventaja que los diseños que se produzcan serán, en principio, comerciales, porque han sido previamente seleccionados por el usuario. El sistema se sustenta en diseñadores jóvenes o independientes, para los que una plataforma de estas características representa obtener un canal de comercialización.

Plataforma para independientes

Buylevard, impulsado por dos jóvenes emprendedores de Lleida, es una plataforma de distribución de diseñadores y marcas independientes de España. “Nuestro objetivo es crear un vínculo directo entre la marca y el diseñador”, explica Gemma Garcia, que comenzó a desarrollar el proyecto hace un año de la mano de Biel Font.

 

Sara Coleman, José Miró o Elena Gallego son algunos de los sesenta creadores que ya venden sus prendas en Buylevard, que comenzó a funcionar hace tres meses. A diferencia de lo que sucede en el modelo de negocio de Fashion Stake, en Buylevard son los propios diseñadores los que suben el producto, gestionan los pedidos y controlan sus ventas.

 

“La firma se encarga del proceso de venta, nosotros le ofrecemos la plataforma y la comunicación, a cambio de un porcentaje de las ventas”, sostiene Garcia, que añade que, además de al desarrollo de la plataforma, los primeros fondos invertidos se han destinado a la captación de usuarios.

 

Buylevard, que cuenta actualmente con 3.000 usuarios, se ha marcado el objetivo de alcanzar una facturación de un millón de euros en 2012.

 

El lanzamiento de la empresa ha supuesto una inversión de 120.000 euros, aportados por los dos fundadores y un tercer inversor. Ahora, se preparan para llevar a cabo una ampliación de capital por el mismo importe, que será suscrita por los socios actuales.

Votar, producir y vender

La inversión inicial realizada por otro de estos nuevos proyectos, Iconic Barcelona, se sitúa en 25.000 euros. La empresa, que comenzará a funcionar a principios del próximo noviembre, está impulsada por Núria Posa, formada en Historia del Arte y en moda.

 

Hace un año y mediao, Posa comenzó a estudiar el modelo de negocio tras conocer una plataforma francesa de diseño de muebles con el mismo sistema. El pasado mayo decidió realizar un plan de empresa y a poner en marcha el proyecto, que ha sido financiado hasta la fecha con recursos propios.

 

En un local del barrio de Gracia de Barcelona se encuentra el cuartel general de Iconic Barcelona. Los diseñadores proponen a la empresa sus diseños mediante un dibujo en plano y un patrón. Iconic realiza una primera selección, fabrica un prototipo, realiza una sesión de fotos y sube la imagen a la plataforma.

 

Cada semana, la web mostrará inicialmente seis prendas diferentes, junto a un perfil del diseñador que la ha creado y una descripción. “Hay que buscar la identificación del cliente con la prenda; el diseñador debe explicar qué hay detrás de un determinado vestido”, explica Posa.

 

Los usuarios podrán votar tanto en la web como en el muro de Facebook los diseños que más les gusten y los que reciban más votos pasarán a la fase de producción, que se realiza en talleres del área de Barcelona.

 

“Podemos fabricar bajo pedido –sostiene Posa-; en tres o cuatro días podemos tener listo un tiraje largo de un modelo, lo que nos permite entregarlo al cliente en diez días, un plazo razonable”.

 

Para controlar tanto el margen de la empresa como el precio de venta final y poder introducir telas con estampados propios, Iconic propone a los diseñadores las materiales con las que deben trabajar. El precio medio de los artículos de la plataforma se situará entre 30 euros y 40 euros.

 

A la espera del lanzamiento oficial, Iconic centra sus esfuerzos en la captación de diseñadores, que recibirá un 3% del total de las ventas de sus diseños.