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Boston acelera en España: cinco aperturas en 2018 para alcanzar las veinte tiendas en el país

La compañía madrileña de moda masculina, que atravesó un concurso de acreedores entre 2013 y 2015, ha reactivado su expansión en el mercado español, donde prevé facturar 5,5 millones de euros en 2017. 

Lorenzo Molina

13 dic 2017 - 04:49

Boston acelera en España: cinco aperturas en 2018 para alcanzar las veinte tiendas en el país

 

 

Boston toma impulso en España. La compañía madrileña de moda masculina, que atravesó un concurso de acreedores entre 2013 y 2015, ha reactivado su plan de expansión en el país. En 2018, la empresa prevé realizar cinco aperturas y alcanzar las veinte tiendas en el mercado español, según ha explicado José María Gil, gerente de Boston, a Modaes.es. A largo plazo, el grupo contempla rebasar el medio centenar de puntos de venta en 2021.

 

En su ejercicio 2016 (cerrado en febrero de 2017), Boston registró un crecimiento del 20% respecto al año anterior, hasta cinco millones de euros. Gracias al impulso en retail, la compañía prevé alcanzar unas ventas de 5,5 millones de euros este año, un 10% más.

 

Boston está buscando locales en ejes prime en Madrid, Barcelona y Valencia para la puesta en marcha de nuevas tiendas el próximo año. La última apertura de la empresa tuvo lugar este mes, cuando abrió un establecimiento de 190 metros cuadrados de superficie en el parque comercial Megapark Barakaldo de Bilbao.

 

 

 

 

La compañía cuenta en la actualidad con quince puntos de venta en España, la mayoría ubicados en centros comerciales. Boston opera en los complejos Baricentro II de Barberà del Vallès (Barcelona); Nevada Shopping de Granda; Rio Shopping de Valladolid y Sevilla Factory de Dos Hermanas.

 

No obstante, la empresa concentra el grueso de su red comercial en la Comunidad de Madrid, donde cuenta con tiendas en los centros comerciales La Gavia, Xanadú y Príncipe Pío, Loranca y Plaza Norte II. Boston también dispone de establecimientos en el número 117 de la calle Bravo Murillo y en el 384 de la calle de Alcalá, ambas en la capital española.

 

En la gestión de Boston se encuentra, además de José María, su hermano Daniel, que es responsable de producto y compras de la empresa. El directivo se formó en Derecho y Gestión Empresarial en el CEU y cursó un MBA en Isem. Por otra parte, José María se incorporó a la compañía en el 2006, proveniente del sector de las finanzas y la consultoría. El ejecutivo estudió Empresariales y Derecho, para luego complementar su formación con un máster de moda en la Universidad Bocconi.

 

 

 

 

Aunque nació como una empresa familiar, Boston está pilotada por dos inversores privados desde 2015, cuando tomaron el control de la firma. Ambos ejecutivos, procedentes del ámbito financiero, inyectaron capital para reactivar la actividad de la empresa, que encogió su negocio durante los años de crisis económica en España, pero decidieron mantener a la tercera generación de la familia fundadora en la gestión.

 

Boston tiene su sede central en el municipio madrileño de San Sebastián de los Reyes. En total, la compañía da empleo a unos setenta trabajadores entre oficinas y personal de tiendas. La producción de sus prendas de vestir, calzado y accesorios tiene lugar mayoritariamente en Asia, aunque la empresa también compra camisas y trajes a proveedores en proximidad, situados en España, Italia y Portugal.

 

Boston nació en 1945 de la mano de Daniel Artiaga, un modisto apasionado del cine norteamericano que bautizó su negocio en honor a la ciudad estadounidense. Su primera tienda fue la de la madrileña Calle Murillo, en la que Artiaga comercializaba trajes y camisas confeccionadas a mano que imitaban la estética de las que veía en las películas de Hollywood.

 

 

 

 

En la década de los ochenta, Daniel y Esther Arteaga, tío y madre de José María, se incorporaron a la gestión y con ellos empezó la expansión de Boston en España, que llegó a operar con más de treinta tiendas a mediados de los 2000.

 

Sin embargo, la recesión económica en el mercado español afectó severamente el negocio de Boston. “La crisis duró más de lo que esperábamos todos y nos vimos abocados al concurso de acreedores en 2013”, explica José María Gil. A continuación, la empresa redimensionó su red de tiendas y, durante un año y medio, el fondo Hilco Capital aportó circulante a la empresa. “Veíamos que lo único que hacíamos así era prolongar una situación complicada, de modo que nos lanzamos a buscar inversores”, concluye Gil.

 

Cuando dieron entrada a los dos inversores privados en 2015, Boston estaba en una situación delicada. La compañía contaba entonces con trece tiendas en el país y facturaba en torno a tres millones de euros.