Empresa

Blanco, un viacrucis de tres años que desemboca en un tercer ERE

Un nuevo expediente de regulación alargará la lista de despidos de la cadena madrileña, que desde 2013 ha destruido más de mil puestos de trabajo.

Custodio Pareja

15 sep 2016 - 05:00

Los últimos tres años han sido un auténtico calvario para Blanco. La cruz del relanzamiento de la marca, una gestión poco acertada y un camino que no encuentra, el de la rentabilidad, han llevado a Blanco a negociar un nuevo expediente de regulación de empleo (ERE), el tercero desde 2013, presionado por el nuevo fondo que controla ahora la cadena, que acumula más de un millar de despidos a sus espaldas.

 

El ejercicio 2013 quedará siempre en la memoria histórica del negocio de la moda en España. En un año en que la crisis económica azotaba al sector, la cadena madrileña Blanco reconoció serios problemas de solvencia para continuar adelante con su actividad.

 

En junio de dicho año, Blanco se presentó concurso de acreedores, convirtiéndose en el mayor expediente concursal de la historia de la moda en España. En julio, la empresa presentó un primer ERE, que afectó a 711 trabajadores y conllevó el cierre de medio centenar de establecimientosBlanco finalizó 2012 en número rojos y registró unas pérdidas de 33,52 millones de euros. La entonces matriz del grupo, Avance y Diseño, acumuló aquel ejercicio un pasivo de 2,07 millones de euros.

 

El grupo saudí Alhokair llegó a la empresa como un caballero blanco. Tras negociar con otros grupos españoles como Mango o Cortefiel, Blanco fue adquirida finalmente por Alhokair en 2014 por 40 millones de euros. Una operación que le sirvió a Blanco para coger aire, pero que no tardó en volver a soltar, ya que este fue el inicio de una nueva etapa en la cadena marcada por una reorganización constante.

 

Cambio de sede, un nuevo equipo directivo (sin Bernardo Blanco, hijo del fundador, a la cabeza de la compañía) y una red de tiendas mucho más reducida, Alhokair decidió en abril de 2015 volver a sacudir la cadena madrileña con nuevas medidas, entre las que se encontraba un nuevo ERE, que en esta ocasión afectó a cerca de 150 empleados.

 

 


El último capítulo de la compañía ha traído consigo un nuevo cambio de manos

 

 

 

Antes de entrar en concurso de acreedores y ser adquirida por Alhokair, Blanco llegó a contar con una plantilla de 3.000 empleados y una red de distribución de más de 250 establecimientos. Según fuentes de la empresa, Blanco contaba a finales de julio con una plantilla de 1.300 empleados, de los cuales 140 personas pertenecían a servicios centrales.

 

El último capítulo de la compañía ha traído consigo un nuevo cambio de manos. Tras la venta de Blanco por parte de Alhokair a un fondo dubaití por 83 millones de euros, el nuevo dueño de la cadena madrileña exige a la dirección de la compañía un nuevo ajuste de plantilla para encontrar la rentabilidad y asegurar un futuro a medio plazo.

 

“El nuevo fondo de inversión cree en el producto y en el concepto de Blanco, pero ve necesario un nuevo ERE y redimensionar la compañía”, explican fuentes de la compañía a Modaes. La dirección de la cadena se reunirá en los próximos días con el fondo en Londres para ultimar los detalles, ya que de momento no ha trascendido las magnitudes del ERE ni a qué departamentos afectará.

Blanco comunicó ayer a los representantes de los trabajadores que presentará un expediente de regulación de empleo, lo que implica la apertura de un período de consultas a partir del 3 de octubre que se prolongará durante 30 días naturales.

 

Para ello, la compañía envió ayer una comunicación formal a todos los centros de trabajo que no cuentan con representación sindical en este momento para que la designen. “Este proceso de reestructuración es necesario para asegurar la competitividad y la rentabilidad de la empresa y asegurar su futuro a largo plazo”, aseguró la compañía en un comunicado.

 

 

 

 

“A pesar de las continuas inversiones, Blanco continúa teniendo dificultades para reactivar el negocio e impulsar a la compañía hacia la rentabilidad. La caída de la rentabilidad ha llevado a la empresa a una situación insostenible”, asegura el grupo madrileño. “En vista de esta circunstancia, tras un estudio exhaustivo por parte del nuevo equipo directivo del actual modelo de negocio, y tras mantener conversaciones con el nuevo propietario, se ha visto necesario adoptar diversas medidas”, añade.

Cambios en la cúpula directiva


Todos estos cambios vienen precedidos de una reorganización del equipo directivo de la cadena. Alhokair ha sometido a Blanco recientemente a un nuevo proceso de reestructuración, en este caso de su cúpula directiva, después de que el grupo saudí despidiera a Stephen Craig, hasta entonces director general de la cadena.

 

El timón de Blanco lo tomaron entonces Simon Marshall, consejero delegado deAlhokair; Gerry Waters, vicepresidente del grupo; Nuno Ferreira, director financiero de Blanco, y José María Márquez, director de expansión de la cadena madrileña.

 

A la espera de que se depositen en el Registro Mercantil las cuentas de la sociedad Global Leiva (con la que opera Blanco) correspondientes en 2015, la cadena española finalizó 2014 con una caída en sus ventas del 36,7%, hasta 107,6 millones de euros, una de las razones que ha llevado a Alhokair a desinvertir en Blanco. Según las cuentas del grupo saudí, Blanco finalizó el ejercicio 2014 con unos números rojos de 32 millones de riyales saudíes (7,9 millones de euros).