Black Limba retoma su crecimiento tras ajustarse por la pandemia y entra en El Corte Inglés

Black Limba retoma su crecimiento. La compañía de moda íntima, fundada en 2016, encara un nuevo plan estratégico apoyada en el canal multimarca tras ajustar su estructura para hacer frente al golpe de la pandemia, según ha explicado Luis Miguel Rivero, director general de la empresa, a Modaes.

Tras el Covid-19, la empresa cerró su única tienda física, en la calle Fuencarral de Madrid, y sus puntos de venta en El Palacio de Hierro, en México, el único mercado exterior donde tenía presencia física.

Tras el ajuste, cerró el ejercicio 2022 con una facturación de un millón de euros, frente a los 1,5 millones de euros de antes de la pandemia. Para este año, la compañía prevé crecer un 2023 y superar su máximo histórico, hasta 1,6 millones de euros.

Black Limba se apoyará en el canal multimarca, para lo que ya ha acudido a varias ferias, y desarrollar su presencia en España de la mano de El Corte Inglés, con quien acaba de firmar un acuerdo para entrar en 35 centros a partir de marzo.

Black Limba entrará en el ‘marketplace’ de Decathlon

La empresa también seguirá apostando por marketplaces de terceros. En concreto, Rivero destaca la “buena acogida” que han tenido los productos de la empresa en las plataformas de Women’secret y Scalpers.

Además, Black Limba también ha llegado a un acuerdo con Decathlon para vender sus productos en su ecommerce. Hasta ahora, este servicio se encuentra disponible sólo en la web del grupo deportivo en España, aunque se encuentran en conversaciones para llevarlo también a Francia. La start up también está presente en otros marketplaces como Miravia, impulsado por Alibaba.

Entre los planes de la empresa se encuentra también el desarrollo de herramientas tecnológicas para ofrecer mejores soluciones de tallaje, reducir el margen de error y evitar los cambios y devoluciones de las prendas.

Respecto al aprovisionamiento, la empresa prevé ganar velocidad acercando su producción a países en cercanía, como Turquía o Rumanía, donde ya cuenta con varios proveedores. Hasta ahora, Black Limba se abastecía principalmente en países asiáticos.

La compañía prevé cerrar el ejercicio en curso con una facturación de 1,6 millones de euros

La internacionalización será otro de los vectores de crecimiento Black Limba. En el corto plazo, la compañía tiene previsto desembarcar en países europeos como Francia o Italia a través del canal multimarca y en el largo plazo desarrollar Latinoamérica. “Como ya tuvimos experiencia en el pasado, nos llevamos ese aprendizaje y sabemos lo que no queremos hacer”, sostiene Rivero.

La expansión se financiará con fondos propios. En 2018, la empresa levantó 1,5 millones de euros en una ronda en la que dio entrada a inversores como el empresario Hugo Arévalo o el futbolista Álvaro Morata.

Actualmente, la mayoría del capital de Black Limba se encuentra en manos de Rivero, que en 2019 compró parte de su participación a los tres fundadores de la empresa, Álvaro Banús, Pepe Merino y Javier Garay. Los tres continúan formando parte del accionariado con una participación minoritaria.