Angel Schlesser simplifica su estructura societaria tras la salida del diseñador

Angel Schlesser, a por una estructura más sencilla. La compañía controlada por Óscar Areces ha simplificado su estructura tras la salida del diseñador que la fundó el año pasado. En concreto, la sociedad principal de la empresa, Angel Schlesser, ha absorbido a sus dos principales accionistas: Corporación Prinoa y Segoa Ventures.

Con esta operación, el objetivo de la compañía es fusionar las tres sociedades para reducir gastos y mejorar la gestión. El movimiento se produce después de la salida de su fundador, Ángel Ovejero, que rompió definitivamente con la empresa el pasado año seis años después de que Óscar Areces tomara el control de la compañía.

El pasado julio, la empresa acometió una ampliación de capital de 2,6 millones de euros a la que acudieron todos los accionistas de la firma, salvo Ángel Fernández Ovejero, por lo que su participación se diluyó hasta quedar fuera del capital.

La compañía ya acometió entonces un Expediente de Regulación Empleo (ERE) sobre el personal “de administración”, un departamento entonces ya externalizado. También realizaron una reducción de capital de 303.151 euros para compensar pérdidas.

Angel Schlesser ya acometió reducción de capital y un ERE en 2022

Actualmente, la compañía no cuenta con ningún establecimiento propio tras cerrar sus tiendas en Palma y Madrid en 2022. Sí mantiene activa su plataforma de ecommerce con la que distribuye ropa, bolsos y perfumes (licenciados a Angelini Beauty).

Ángel Schlesser echó a andar en 1983 de la mano de Ángel Fernandez Ovejero (galardonado en 2022 con el Premio Nacional del Diseño de Moda) y Juan Rufete. La firma, que fue una de las fundadoras de la Asociación Creadores de Moda de España (Acme) mantiene su producción en España.

En 2016, Óscar Areces, exdirectivo y accionista de El Corte Inglés, se hizo con el 75% de la empresa a través de la sociedad Corporación Prinoa. Desde entonces, las diferencias entre el empresario y el diseñador han sido palpables, con cruces de demandas mutuas. El contrato de compra establecía que Fernández Ovejero debía permanecer en la empresa cinco años, aunque dejó la dirección creativa ese mismo año.

En 2019, la compañía rebajó sus pérdidas hasta 929.654 euros, frente los números rojos de 1,3 millones de euros del año anterior, según las cuentas depositadas en el Registro Mercantil. Tras el cierre del ejercicio, Areces formalizó un préstamo participativo adicional de 990.000 euros para restablecer el patrimonio neto, que era negativo por 2,8 millones de euros.