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Andrea Lippi (Messe Frankfurt): “Producir en Argentina es muy caro y no podemos competir”

Andrea Lippi es la gerente de proyectos de Emitex, Simatex y Confemaq, tres salones de la industria textil argentina que se han consolidado en el calendario ferial.

Jaime Cevallos

9 may 2018 - 00:00

Andrea Lippi (Messe Frankfurt): “Producir en Argentina es muy caro y con un dólar barato no podemos competir”

 

 

Andrea Lippi creó en 2002 los salones Emitex, Simatex y Confemaq y se mantiene vinculados a ellos en calidad de gerente de proyectos, a pesar de que pertenecen a Messe Frankfurt desde 2014. Las últimas ediciones de las exposiciones se realizaron de manera simultánea del 10 al 13 de abril en Buenos Aires y congregaron a más de 10.000 visitantes.

 

Pregunta: ¿Cómo está posicionada la industria textil argentina con respecto al mercado internacional?


Respuesta: Producir en Argentina es muy caro y, con un dólar muy barato, no podemos salir al exterior a competir. Las empresas europeas están comenzando a producir en Etiopía, donde un costurero cobra un sueldo mensual de 75 dólares. En Argentina, un empleado de la industria gana 1.700 dólares por mes.  

 

P.: ¿Está obsoleta la industria textil argentina?

R.: Para nada. Realmente, esta es la época en que la industria más se ha modernizado, porque el  dólar barato ha permitido a las empresas invertir en maquinaria. Lo que se plantea como obsoleto o como no competitivo en la industria textil argentina es el costo de producción, los impuestos increíblemente altos o los precios de la luz.

 

 

 

 

P.: ¿Cuál cree que es la solución para impulsar la industria?

R.: A la industria le serviría que el dólar esté más alto, pero el problema es que eso genera un proceso inflacionario y ya tenemos bastante de eso. El Gobierno está tratando de impedir que el dólar suba, pero eso está matando a la industria. Se trata de una realidad compleja.

 

P.: Usted afirma que el país tiene una industria textil moderna. ¿Cree que en Argentina ya se puede pensar en una industria de moda 4.0?

R.: No, aunque estamos empezando. Para mí, la industria 4.0 es un concepto mucho más robótico o más avanzado que a nosotros nos llegará un tiempo después. Lo más llamativo que se vio en las exposiciones de abril en la feria y lo que se está viendo en todas las ferias textiles del mundo es el gran avance que se está produciendo en la sublimación y en la estampación digital, que ha saltado de la industria gráfica al textil. Las empresas argentinas están invirtiendo en esta tecnología, pero, para mí, el concepto 4.0 es más tecnológico o más futurista.

 

 

 

 

P.: ¿Tiene Argentina un perfil ferial interesante para potenciar como referente en Latinoamérica?

R.: Lo realmente interesante de las ferias textiles en Argentina es que siguen viniendo los productores de tecnología, sobre todo, cuando está cerca la realización de la Itma. Creo que las ferias textiles del país tienen lo que necesitan, porque están pensadas para el mercado local y para los países limítrofes que no tienen este tipo de exposiciones. Sin embargo, siempre dependemos de todo lo que pasa a nuestro alrededor y dentro de nuestro propio país.  

P.: ¿Qué cambio hubo en Emitex, Simatex y Confemaq desde la compra de Messe Frankfurt?

R.: Messe Frankfurt le aporta a las ferias un factor de internacionalización que antes no tenían, porque tiene subsidiarias en todos los países del mundo y nos ayudan a promocionarlas. También nos permite desarrollar actividades paralelas dentro de las ferias, dotándoles de un contenido que va más allá de la exposición de producto.

 

P.: Las mayores fábricas textiles del país están cerrando o recortando empleos. ¿Cómo afecta esta situación al sector ferial del país?

R.: El fenómeno aún no se refleja tanto en el sector. Los titulares que leemos nos dicen que está pasando esto, pero la realidad es otra. El mercado está formado por diez empresas grandes, algunas de ellas brasileñas, que manejan los negocios a su manera. Sin embargo, Argentina tiene empresas mucho más pequeñas que todavía están resistiendo. No estamos tan mal. La ventaja que tenemos es que aún no ha empezado en Argentina la importación de prendas terminadas de países que tengan mucha diferencia de precio con nosotros. Si eso ocurriera, nos mataría.

 

P.: ¿En qué puede competir la industria textil argentina?

R.: Somos muy flexibles, creativos y estamos acostumbrados a muchos vaivenes. Los argentinos tenemos una visión muy europea de la moda y lo que tendríamos que hacer es apoyar a quienes hacen moda, como pasa en Brasil. Venimos de unos años de bonanza en que todo fluía y ahora nos llevará unos años reacomodarnos y plantearnos otras cosas.