Amiri ficha a un ex Burberry y Dior Homme como nuevo director general

Amiri reordena su equipo. La compañía de lujo con sede en Los Ángeles, participada por Renzo Rosso, ha fichado al ejecutivo Adrian Ward-Rees como su nuevo director general. Ward-Rees se incorporará al grupo a partir del 1 de abril. El ejecutivo se encargará de desarrollar las líneas de ropa de mujer y de los accesorios de la empresa, así como nuevas categorías.

Adrian Ward-Rees cuenta con una larga trayectoria en el sector del retail. Es licenciado en la Universidad de Surrey (Inglaterra) y empezó su carrera laboral en retail de la mano de Selfridges. En el 2000, Ward-Rees fichó por Nike como director de merchandising en Europa y, en 2005 fue el director general de la empresa de baño de Speedo.

En 2007, Ward-Rees se incorporó al grupo de Burberry como director de merchandising. Trabajó dos años en The Lane Crawford Joyce Group en 2013 y, después se incorporó a Dior Homme como director general. Burberry lo rescató de nuevo en 2020 en el puesto de vicepresidente.

Adrian Ward-Rees se incorpora procedente de Burberry

Con la incorporación de Ward-Rees, Amiri pretende expandir su presencia en el mercado internacional, a través de nuevas aperturas de tiendas propias y consolidándose como una compañía de lujo.

Amiri nació en 2014 en Los Ángeles. Su creador, Mike Amiri Pusa, venía de la industria musical y comenzó su carrera en moda distribuyendo unos pantalones de piel en grandes almacenes. Las piezas de Amiri oscilan entre 350 en 1.190 dólares. En 2019, OTB tomó una participación minoritaria en el capital de la empresa de lujo.

El año pasado, la compañía abrió una tienda propia en el centro comercial de Dubái. Asimismo, la empresa planea abrir otro local en Chicago a finales de año, además de estar inmersos en búsqueda de un posible local en Paris y Londres.

En 2020, la empresa demandó a Zara por copiar su vaqueros insignia, los MX2 Biker Jeans. En la demanda se pide una indemnización de tres millones de dólares y la prohibición de la venta de estos vaqueros por parte de Zara. Los vaqueros del gigante español tenían un precio de 50 dólares, mucho menor que los 1.150 dólares de la versión de Amiri. La ley de marcas comerciales ampara la imagen comercial de un producto, incluido el diseño y la forma, cuando este adquiere un significado propio.