Empresa

Ailanto quiere llevar sus tiendas a Madrid

26 abr 2010 - 00:00

P. Riaño/C. Pareja.- Iñaki y Aitor Muñoz comienzan ahora a trabajar en los diseños que se presentarán en la próxima edición de Cibeles Madrid Fashion Week. El dúo que da vida a Ailanto admite que va con un poco de retraso, ya que la apertura de su primer punto de venta propio les ha robado todo su tiempo durante los últimos meses. Su pequeña estructura, con sólo ocho trabajadores, no les frena para comenzar ya a negociar la apertura de su segundo establecimiento, según han explicado en una entrevista concedida a Modaes.Nacidos en Bilbao, los gemelos Muñoz se trasladaron a Barcelona para estudiar Bellas Artes con 18 años. Desde entonces no se han movido de la capital catalana, donde tienen la sede y el taller de su firma de moda, que se ha convertido en un clásico de las pasarelas españolas. En 2010 ha llegado su gran proyecto. La firma acaba de poner en marcha un establecimiento en la calle Enric Granados, tras años buscando oportunidades para instalarse en la ciudad. El nuevo punto de venta se ha convertido también en su atelier, donde se centralizan todas las divisiones de su empresa excepto la producción, que externalizan a talleres españoles, principalmente de Barcelona. Al establecimiento de Barcelona le seguirá otro en Madrid, que abrirá sus puertas probablemente en 2010. En este caso, los hermanos Muñoz se aliarán con un socio madrileño (del cual prefieren no facilitar el nombre) y constituirán una nueva sociedad en la que compartirán el capital. “La tienda de Barcelona nos servirá como piloto –explica Aitor Muñoz-; hemos definido una estética, la estamos probando y después servirá para llevarla a otros sitios”. Los hermanos Muñoz prefieren ser cautos y no se marcan un calendario concreto.Ailanto, que toma su nombre de un árbol, distribuye sus prendas en alrededor de setenta establecimientos de países de todo el mundo. Japón es uno de sus principales mercados y, tal y como explican, durante los últimos años han notado un crecimiento de la demanda de sus prendas de mercados árabes como Kuwait y Dubai. “Estamos en un momento complicado, porque nosotros vivimos del canal multimarca y es el que más está sufriendo”, señala Iñaki Muñoz. Ailanto, cuyos vestidos se comercializan a unos 220 euros, vende unas 10.000 prendas al año, 5.000 artículos por temporada. “Se ha notado mucho la caída del consumo, en nuestro caso ha supuesto una caída del 15% de la facturación”, explican. Para plantar cara a la coyuntura económica, como otras firmas de moda de gama alta, Ailanto ha optado por bajar sus precios entre un 10% y un 15%. En las colecciones, que están formadas por unas 150 prendas, la marca ha introducido prendas con precios más bajos para acercarse a los consumidores. “La esencia de la firma nos impide llegar a la masa, no somos ambiciosos en el aspecto empresarial”, explican, mientras añaden que han realizado colaboraciones con grupos como Naf Naf o Hazel para dar a conocer su marca. “No nos interesa dar entrada a capital riesgo, aunque hemos tenido ofertas; preferimos crecer despacio y a nuestra manera”, añaden.