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2017, el año en que Mango se tiñó de rojo

El grupo español de distribución de moda está inmerso en un cambio de modelo que pasa por aumentar su velocidad y volcarse en la apertura de tiendas de gran formato, pero por el camino ha entrado en pérdidas.

P. Riaño

19 dic 2017 - 04:55

2017, el año en que Mango se tiñó de rojo

 

 

Mango no termina de encontrar su hoja de ruta. O, si lo ha hecho, el camino trazado no es precisamente derecho y sin curvas. Tras varios ejercicios de inestabilidad, en 2017 la empresa presidida por Isak Andic ha terminado por dar la noticia menos deseada: el resultado de la compañía se ha teñido de rojo. Mango finalizó el ejercicio 2016 con las primeras pérdidas de su historia y no está claro que las cuentas de la empresa hayan dejado este color en el ejercicio 2017.

 

La compañía española, número dos del país en distribución de moda, cerró 2016 con unas pérdidas de 61 millones de euros, frente al resultado positivo de 11,8 millones de euros del ejercicio precedente. Las ventas del grupo se situaron en 2.260 millones de euros, un 2,9% menos que en 2015. El beneficio bruto de explotación (ebitda) de Mango Mng Holding se situó en 77 millones de euros, lo que supuso un retroceso del 54,7% respecto a 2015.

 

¿Qué le pasa a Mango? Según la empresa, la caída del resultado debe atribuirse al retroceso de las ventas, a la implantación del modelo de fast fashion y a la divisa. Lo cierto es que Mango lleva ya varios años inmersa en un nuevo cambio de rumbo, liderada de nuevo por su fundador, Isak Andic, que ha debido retomar el timón de la empresa y apartar a su hijo, Jonathan Andic, de la primera línea de decisión.

 

 

 

 

 

 

Nueva estrategia

Tras cambiar de logotipo y de concepto de tienda en 2011 para acercarse a un público más adulto y, un año después, bajar sus precios un 20% en plena crisis para continuar con una agresiva etapa de crecimiento, Mango introdujo a finales de 2015 una nueva estrategia basada en la velocidad para abrirse a un público más joven y crecer.

 

En este nuevo giro, Mango se está enfrentando directamente con las diferentes cadenas de Inditex, que reinan en sus respectivos segmentos, alejándose de la diferenciación (tanto por producto como por público) de la cual gozaba hasta 2010, aproximadamente. Por otro lado, los nuevos conceptos de Mango pesan todavía poco en el conjunto de la facturación, de manera que no han compensado la debilidad de la línea principal.

 

En esta nueva estrategia, la empresa ha cambiado también su política de distribución, apostando cada vez más por tiendas propias y, sobre todo, por locales de mayor superficie, un modelo de expansión más costoso que el anterior. De hecho, la compañía española finalizó el ejercicio 2016 con una deuda neta de 682,39 millones de euros, lo que supuso un incremento del 29% respecto a los 528,48 millones de euros del año anterior.

 

Para captar recursos, la empresa decidió deshacerse a finales de 2017 de los edificios que albergan su sede central, en la localidad barcelonesa de Palau Solità i Plegamans. El grupo ultima la venta de los inmuebles a Invesco Real Estate por cien millones de euros, aunque se mantendrá como inquilino durante al menos treinta años.

 

 

 

 

 

En cuanto a la expansión, Mango centró gran parte de sus esfuerzos en el desarrollo de su red de macrotiendas, omo ya hizo el año anterior. Si en 2016 la empresa invirtió 138 millones en aperturas y puso en marcha 24 tiendas de gran superficie, entre enero y noviembre de 2017 la compañía acumulaba un desembolso de 23 millones de euros en dieciséis nuevas tiendas de gran formato.

 

Serrano, en Madrid, Nueva York y Lisboa fueron las tres aperturas más destacadas del ejercicio 2017, en el que también se trazaron planes de expansión en mercados como India o Estados Unidos. En el primer caso, Mango anunció en febrero una alianza con el gigante del ecommerce Myntra (propiedad de Flipkart), que pasó a gestionar la tienda online del grupo español y la red de tiendas físicas, con el compromiso de crear una red de treinta establecimientos hasta 2022. Pocos meses después, en mayo, Mango replicó en Estados Unidos el acuerdo sellado en India. Dos años después de romper su acuerdo con JC Penney, la cadena se alió con Lord&Taylor para impulsar su crecimiento online en el país.