Se busca artesano: el lujo acusa la falta de trabajadores especializados

El lujo, entre la espada y la pared. El lujo es uno de los sectores de la industria de la moda que más depende de fuerza de trabajo especializado y que más está sufriendo las consecuencias del escaso relevo generacional que hay en la artesanía. “Tenemos un número récord de vacantes este año”, sostuvo Chantal Gaemperle, vicepresidenta ejecutiva de recursos humanos y sinergias de LVMH, en un evento en la última semana.

“Las vacantes están alcanzando su punto máximo en medio de una escasez de trabajadores especializados”, señaló Gaemperle. Este año, LVMH tiene 2.000 vacantes disponibles de artesanos especialistas en divisiones como marroquinería, joyería, relojería y venta. “De cara a 2024, necesitaríamos unos 30.000 puestos de trabajo para asegurar la continuidad de la empresa”, sentenció la directiva.

Según cifras recogidas por WWD, el 65% de los puestos de trabajo en la industria del lujo a escala global se encontraban vacantes en 2021. En los últimos años, el remedio que han encontrado grandes empresas de lujo como Louis Vuitton, Chanel o Hermès, entre otras, ha sido la creación de programas educativos para formar a las nuevas generaciones en la artesanía.

En 2014, LVMH puso en marcha Institut des Métiers d’Excellence, una especie de escuela para formar a las generaciones más jóvenes en la artesanía. “Durante décadas no se ha comunicado el valor de la artesanía como debería y esto ha provocado que los más jóvenes no pongan en valor este oficio”, explicó el pasado mayo Alexandre Boquel, director de desarrollo en Métiers d’Excellence de LVMH, a Modaes.

En los últimos años, el remedio que han encontrado grandes empresas de lujo a la falta de artesanos es la creación de programas formativos

La creación de programas de formación ha ido aparejada de una creciente integración vertical en la industria, para asegurarse el suministro de productos clave (como la piel de cocodrilo) que son un factor diferencial en el sector.

Desde 2010, Hermès ha abierto hasta nueve talleres para trabajar la piel en Francia y en ellos emplea a más de 4.300 personas especializadas en este oficio. De cara a 2026, la empresa abrirá dos talleres más en el país, con los que planea dar empleo hasta a quinientas personas más.

Chanel es otra de las compañías que más apuesta. En los últimos años, la firma de lujo ha invertido en empresas como Samanta, especializada en pieles estampadas con relieve, los fabricantes italianos de cuero Renato Corti y Mabi o en la francesa Grandis.

Además, el año pasado, el grupo también se hizo con una participación del fabricante de zapatos Ballin, tras haber adquirido la empresa italiana especializada en curtiduría Gaiera Giovanni. En agosto, Chanel se hizo con la mayoría de las acciones de la empresa italiana de prendas de punto Paima y, en noviembre, compró la compañía parisina Ateliers de May.

Gucci, la joya de la corona del conglomerado de lujo Kering, también lanzó en 2018 Gucci École de l’Amour, una escuela que se centra en formar a las nuevas generaciones en procesos de fabricación y artesanía en las categorías de calzado y artículos de piel. La empresa también cuenta con Accademia ArtLab e Fabbriche, un programa interno que se centra en dar formación específica a empleados de Gucci que trabajan en las fábricas.

En España, entre 2015 y 2019, el sector de la artesanía redujo su producción en torno a 300 millones de euros

En España, la artesanía es un sector productivo formado por más de 38.000 empresas que dan empleo a más de 125.000 personas, según datos recogidos por la Escuela de Organización Industria (EOI).

Entre 2015 y 2019, el sector dejó de producir en torno a 300 millones de euros, con una caída del 4,7% de su volumen total, según un informe realizado por la consultora Kpmg. En 2019, la contribución económica del sector sumó 6.049 millones de euros, lo que supuso una concentración del 0,54% del PIB y del 4,9% del PIB de la industria manufacturera.