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Samantha Athey (Universidad de Toronto): “Las microfibras de los vaqueros que llevamos llegan hasta el Ártico”

Athey forma parte de un grupo de investigadores que el mes pasado publicó una investigación sobre la presencia de las microfibras de denim en el medio ambiente.

Iria P. Gestal

5 nov 2020 - 04:47

Samantha Athey (Universidad de Toronto): “Las microfibras de los vaqueros que llevamos llegan hasta el Ártico”

 

 

Siete investigadores de la Universidad de Toronto investigaban los efectos del plástico en la contaminación de los ríos y los mares cuando descubrieron un patrón común: microfibras azules sospechosamente parecidas a la prenda de ropa más popular del planeta. Eran microfibras de denim, y están en todas partes: de las áreas suburbanas de Toronto hasta el Ártico. En sedimentos, en el mar y hasta dentro de los peces. Una de las responsables de la investigación, publicada el pasado septiembre en la revista Environmental Science&Technology Letters, explica cómo el denim está contaminando el planeta y qué pueden hacer los consumidores para evitarlo.

 

Pregunta: ¿Cómo llegan restos de denim al Ártico?

Respuesta: Hay diferentes caminos. Nosotros nos centramos en el canal acuático, y gran parte viene del proceso de lavado de los vaqueros, tanto en casa como a escala industrial. Mediante la atmósfera y las corrientes marinas, las microfibras de los vaqueros que llevamos llevan a regiones muy remotas: de las regiones suburbanas de Toronto hasta el Ártico. Pero además, cada vez que usas unos vaqueros también estás soltando esas microfibras. Y cuando ya no los utilizas, es muy probable que terminen desechados en la tierra.

 

P.: ¿El hecho de que hayan detectado denim en concreto se debe a que es un tejido muy popular o a que desprende más microfibras que otros?

R.: Nos centramos en los jeans como un ejemplo, porque es más fácil de rastrear. Es una combinación muy específica. Unas fibras de algodón blanco o poliéster negro podrían venir de cualquier sitio: esta combinación se encuentra únicamente en el denim. Por otro lado, es cierto que el algodón desprende más microfibras que los tejidos sintéticos: de hecho, uno de los motivos de la popularidad de las materias primas sintéticas es precisamente su durabilidad. Una última explicación es la popularidad de los vaqueros: la mitad del planeta está llevando jeans en este momento.

 

P.: ¿Cuánto pueden durar estas microfibras en el medio ambiente?

R.: No lo hemos examinado, pero lo suficiente como viajar desde el sur hasta el Ártico y permanecer allí hasta incorporarse a los sedimentos. Se eliminan más rápido que las fibras de plástico, pero duran lo suficiente para contaminar el medio ambiente a gran escala.

 

P.: El algodón es una materia prima natural. ¿Por qué son perjudiciales sus microfibras?

R.: Porque no es el mismo algodón que se planta en los campos: son fibras químicamente modificadas que son tóxicas. Todavía no se sabe el daño real que hace el medio ambiente, el coautor del informe está investigando ahora mismo el impacto que puede tener su ingestión por parte de los peces.

 

P.: ¿De quién es la responsabilidad?

R.: Es una responsabilidad compartida que empieza desde el diseño y pasa por las fábricas hasta los fabricantes de lavadoras, que podrían desarrollar electrodomésticos que capturen estas microfibras antes de que terminen en el medio ambiente.

 

P.: ¿Qué puede hacer el consumidor?

R.: Comprar producto usado en lugar de viejo y lavarlo menos a menudo. Para vaqueros, se recomienda hacerlo una vez al mes.

 

P.: ¿Se necesita más regulación?

R.: Comienza a verse algo de regulación en este sentido. Se hacen campañas de educación a los consumidores, hay créditos para quienes deciden comprar filtros para sus lavadoras y se está trabajando para ver cómo exigir responsabilidad a las propias compañías de la industria de las lavadoras.

 

P.: ¿Los vaqueros pueden llegar a ser sostenibles?

R.: No lo sé, hay muy poca investigación sobre este asunto por ahora y no está claro si se podrá desarrollar una forma de fabricación que reduzca estos residuos. Pero ya hay compañías del sector que están intentando ser más sostenibles: Levi’s, por ejemplo, anima a sus consumidores a lavar menos los vaqueros y tiene un servicio de reparación para prolongar su vida útil. De todas formas, hay mucho trabajo por hacer en moda en cuanto a sostenibilidad.

 

P.: ¿Ha dejado de llevar vaqueros después del estudio?

R.: La verdad es que no, aunque fue impactante. Hicimos el experimento de lavado con mis propios vaqueros y las microfibras que encontramos en la naturaleza eran muy similares. Ahora que lo sé, lavo muchos menos mis vaqueros y los reparo. Cualquier pequeña acción ayuda.