Recuprenda sale a la caza de marcas europeas para sumarse al ‘close the loop’

Recupendra se sube a la ola del close the loop. La compañía sale a la caza de marcas de moda para promover la circularidad económica en el sector textil y hacer a la industria un sector más sustentable.

Fundada en 2015, Recuprenda está pilotada por Edgar Bakhshiyan, que junto con un grupo de jóvenes empresarios, han dado las primeras puntadas para la reparación y recuperación de prendas que no son aptas para la venta.

En concreto, la empresa se encarga de reparar ropa que las empresas de moda desechan por tener alguna falla. Después de intervenir la prenda, la compañía vende estos artículos a países en los que estas marcas no tienen presencia, como Serbia o Kosovo.

Fundada en 2015, Recuprenda tiene su sede en la ciudad española de Valencia

Los planes de Recuprenda pasan por sumar más marcas de moda a su portafolio para completar la circularidad de la industria de la moda. Todas las prendas intervenidas por la empresa son vendidas con etiqueta de la marca original, pero llevan también un sello distintivo de Recuprenda.

Además de reparar ropa que las marcas no pueden vender, la compañía trabaja indirectamente para H&M. Recuprenda recicla los artículos que otras empresas intervienen para el gigante sueco.

Hasta la actualidad, la empresa española ha trabajado con compañías como Soex o Alberto Ferré. Entre sus socios, se encuentran la belga Demeto y la alemana Collect Gmbh, especializados en reciclaje.

Con sede en la ciudad de Valencia (España), Recuprenda cuenta con diez empleados, además de sus costureras especializadas en la intervención de prendas. Desde la compañía insisten en que las marcas no necesitan invertir para sumarse a su proyecto.

De acuerdo con la Organización de las Naciones Unidas (ONU), la industria de la moda es la segunda que más agua utiliza en sus procesos del mundo, por detrás de la energética, y produce el 20% de las aguas residuales que se generan a escala global. Además, el sector es responsable del 10% de las emisiones de dióxido de carbono que se lanzan a la atmosfera, más que las que producen todos los vuelos internacionales y el envío marítimo de mercancías juntos.