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Quinta Avenida, historia de la calle más cara del mundo que florece en su bicentenario

Desde firmas de lujo a grandes almacenes, pasando por mass market, la avenida continúa siendo el objetivo de todas las marcas del mundo. Un año más la avenida se ha situado como la calle más cara del mundo para adquirir un local.

Quinta Avenida, historia de la calle más cara del mundo que florece en su bicentenario
Quinta Avenida, historia de la calle más cara del mundo que florece en su bicentenario

Marta Niza

19 sep 2024 - 05:00

Casi todas las marcas de moda del mundo tienen un sueño: abrir una tienda en la Quinta Avenida de Nueva York. Convertida en el icono internacional del comercio, pero también en la meca del espectáculo, la Quinta Avenida es el objeto de deseo de todo retailer internacional. Fuertemente golpeada por la pandemia, la calle más cara del mundo para abrir un local comercial y la vía más caliente del mundo para la moda se prepara para florecer al calor de su bicentenario. ¿Cuál es la historia de la Quinta Avenida?

 

La famosa calle, repleta de mansiones decimonónicas, así como apartamentos de lujo, es una de las arterias del centro de Manhattan y de la ciudad de Nueva York. La Quinta Avenida hace la función de línea divisoria de las calles del barrio de Manhattan y está delimitada entre la calle 34 y la calle 59.

 

Hoy famosa por sus comercios, fue reconocida, hasta comienzos del siglo XX, por sus lujosas viviendas residenciales. El alto estatus de la Quinta Avenida se confirmó en 1862 cuando una de las familias más adineradas de la época, la familia Astor, se estableció en la esquina de la calle 34. Todas las familias con alto poder adquisitivo de la época, como los Vanderbilt o los Carnegie, eligieron la Quinta Avenida como sede de sus residencias privadas y se esforzaron por superarse unas a otras en tamaño, comodidades y esplendor.

Estas mismas familias contribuyeron a evitar que la Quinta Avenida tuviera una línea de transporte a lo largo de toda su extensión. En su lugar, los carros tirados por caballos transportaron pasajeros desde el Upper East Side y Central Park hasta la parte baja de la Quinta Avenida y Greenwich Village. 

 

Treinta años más tarde, la avenida comenzó su transformación de zona residencial a zona comercial con la construcción del Hotel Astoria, que posteriormente se unió al edificio contiguo para formar, así, el hoy conocido Empire State Building. En esa misma época se estaba construyendo la primera ronda de hoteles de lujo a lo largo de la avenida, financiados por algunas de las mismas familias.

 

 

 

 

El primer local comercial de la avenida fueron los grandes almacenes que levantó Benjamin Altman, y quien acabó ocupando toda la fachada de la calle 34 comprando los locales contiguos. Los autobuses motorizados se introdujeron en 1907, justo después de que Altman abriera los primeros grandes almacenes. El resultado de ello fue que se creó un distrito de compras exclusivo que atrajo las altas clases de la sociedad del siglo XIX.

 

Fue en 1924 cuando se abrió una de las mayores atracciones comerciales de la Quinta Avenida: el grupo Saks inauguró su tienda insignia justo enfrente de Rockefeller Center, lo que proporcionaba al eje un gran conjunto de tiendas que se acompañaban con restauración, ocio y oficinas.

 

Nueva York es, año tras año, la calle más cara del mundo. Según el informe de Main Streets Across the World, en 2023, la Quinta Avenida se situó como la calle más cara a escala global, con una renta de 20.384 euros por metro cuadrado al año, seguida de Via Montenapoleone, en Milán, con una renta de 18.000 euros por metro cuadrado anualmente. En 2022, la calle Tsim Sha Tsui, en Hong Kong, se quedó con la plata, pero, el año pasado bajó a la tercera posición del ránking registrando una renta anual de 15.219 euros por metro cuadrado. A estas tres vías les sigue New Bond Street, en Londres y Avenues des Champs-Élysées, en París.

 

Así también lo reflejaba el informe Hot Retail Cities en su cuarta edición. Nueva York es la eterna capital del comercio y desde la primera edición del informe (2018) ocupa la primera posición. El principal centro económico mundial parece no verse afectado por la guerra comercial con China, y continúa siendo el destino más atractivo para el comercio minorista, especialmente de moda. Por su parte, París subió a la segunda posición al calor de los Juegos Olímpicos y Londres, siempre en las primeras posiciones del ránking, se colocó en el tercer puesto.

 

 

La reapertura de Tiffany marca un antes y un después en la nueva etapa de la Quinta Avenida. Tiffany, originalmente ubicada en el número 34, se mudó a su ubicación actual en la esquina de la calle 57 en 1940. Desde que abrió sus puertas en los años cuarenta, no había renovado la imagen de su tienda hasta el año pasado, cuando, de la mano del arquitecto Peter Marino y el estudio OMA, hizo el rebranding en su tienda insignia. El nuevo diseño de la tienda de nueve plantas cuenta con hasta cuarenta obras de arte de artistas internacionales como Damien Hirst, Julian Schnabel o Rashid Johnson.

 

Durante el último año, los gigantes internacionales del lujo han comenzado una carrera por tomar posiciones en la calle. A principios de abril, Chanel se sumó a la puja por el número 745 de la vía neoyorkina, un activo por el que LVMH llevaba semanas interesado. Estas firmas no han sido las únicas interesadas en la Quinta Avenida. En enero fue Kering el que apostó por la compra de un activo en esta vía. El conglomerado francés de lujo se hizo por 885 millones de euros con una propiedad de 10.700 metros cuadrados con la idea de instalar una de las marcas de su cartera.  

 

 

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Por otra parte, el grupo italiano Prada se hizo definitivamente a finales de 2023 con el local donde está ubicada su tienda insignia desde 1997. La firma italiana de moda compró el edificio por 425 millones de dólares (388 millones de euros), un activo que contaba con 12 plantas, además de planta baja y sótano. Además, recientemente la compañía austríaca Swarovski abrió las puertas de su hasta ahora mayor tienda y Tiffany renovó su flagship.

 

La avenida sigue en movimiento con el rebranding de los primeros flagship store de las marcas de lujo. LVMH demolerá su tienda insignia de Louis Vuitton en la calle 57 y construirá una torre con una nueva tienda insignia de la marca en la que se estima que invertirá 500 millones de dólares. Rolex, por su parte, ubicado en el 665, está renovando su sede principal y sus oficinas en Estados Unidos, creando una estructura de 28 pisos para oficinas y comercios minoristas.

 

La familia Crown, propietaria del Hotel Little Nell en la ciudad de Aspen y uno de los principales propietarios del Rockefeller Center, invertirá 185 millones de dólares para abrir un hotel de 130 habitaciones en el número 10 de Rockefeller Plaza, colindante con la Quinta Avenida.

 

 

Los locales de la Quinta Avenida no están ocupados únicamente por marcas internacionales o del sector de lujo. El mass market español aceleró en la avenida en 2016 con la apertura de Zara en el 666. Inditex aupó su cadena insignia con un local de 3.000 metros cuadrados de superficie diseñado por la arquitecta Elsa Urquijo, siendo este el mayor establecimiento de la empresa en Estados Unidos.

 

Seis años más tarde, Mango desembarcó en Nueva York, en un local que antes ocupaba Ralph Lauren y con el que dio el pistoletazo de salida a una nueva etapa de expansión en Estados Unidos. La cadena catalana invirtió doce millones de euros en la apertura del local ubicado en el número 711 de la avenida neoyorkina en un inmueble conocido como Grande Dame, un edificio histórico de finales de 1920 que en el pasado albergó la sede de compañías como NBC, Columbia Pictures y Coca-Cola.