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¿Puede la moda crear un Ecoembes? Las lecciones del sector de los envases

En un plazo máximo de tres años desde la entrada en vigor de la Ley de Residuos y Suelos Contaminados deberán desarrollarse regímenes de responsabilidad ampliada del productor para los textiles.

Iria P. Gestal

15 feb 2022 - 04:57

¿Puede la moda crear un Ecoembes? Las lecciones del sector de los envases

 

 

El cronómetro ya se ha puesto en marcha para la moda. En un plazo máximo de tres años, las empresas del sector en España deberán organizarse para gestionar la recogida y separación de los residuos textiles. Pero la moda tiene ya un referente en el que mirarse, que lleva haciéndolo desde 1996: Ecoembes, un sistema colectivo de responsabilidad ampliada del productor (Scrap) para el sector de los envases.

 

En el caso de la moda, la Ley de Residuos y Suelos Contaminados, aprobada el pasado 23 de diciembre en el Congreso, establece un plazo máximo de tres años para desarrollar regímenes de responsabilidad ampliada del productor para los textiles. Los productores y distribuidores deberán garantizar la correcta recogida y gestión de los residuos textiles, asumiendo ellos el coste.


El sector de los envases ya se enfrentó al mismo desafío en 1996, cuando tuvo que dar respuesta a la Ley 11/97 de envases, que exigía que las empresas se ocupasen del reciclado de los envases domésticos que ponen en el mercado. Para cumplir con la normativa, las empresas envasadoras, distribuidoras y fabricantes de envases crearon Ecoembes.

 

 

 

 

La ley obliga a que los Scrap se constituyan como sociedad anónima sin ánimo de lucro. En el caso de Ecoembes, el objeto social de la sociedad es “el diseño y organización de sistemas encaminados a la recogida selectiva y recuperación de residuos de envases y embalajes, para su posterior tratamiento y valorización, en cumplimiento de las normas legislativas estatales y autonómicas que traspongan, implementen y/o desarrollen la Directiva Europea 62/1994, sobre Envases y Residuos de Envases, y cualquier modificación de la misma, así como otras normativas europeas que en el futuro se promulguen en desarrollo o como complemento de la misma”.

 

Además, el objeto social incluye también la colaboración financiera y asesoramiento técnico con las administraciones públicas españolas para la introducción, desarrollo y perfeccionamiento de sistemas de recogida selectiva de residuos y su posterior separación por materiales. La trazabilidad (y la responsabilidad del productor) termina una vez la materia prima entra en las instalaciones de reciclado.

 

El accionariado de Ecoembes está compuesto en un 60% por envasadores, en un 20% por compañías vinculadas a las materias primas y en otro 20% por grupos de comercio y distribución.

 

 

 

 

El grupo de envasadores vehicula su participación a través de la sociedad Participaciónecológica SA, en la que se encuentran gigantes como Bimbo, Campofrío, Codorniu, Colgate Palmolive, Henkel, L’Oréal, Procter&Gamble, Nestlé o Unilever, así como entidades como la Asociación Nacional de Perfumería y Cosmética (Stanpa). Junto con Participaciónecológica, también participan directamente el Grupo Alimentario Argal, Grupo Calvo, Lactalis Iberia y Pepsico.

 

En el grupo de materias primas, con el 20% del capital, se encuentran la Asociación Nacional del Envase de Pet (Anep); Recipap España, una compañía dedicada a la recuperación y comercio de residuos; la Federación Española del Envase de Madera (Fedemco); la filial española de Tetra Pak; Cicloplast, una sociedad sin ánimo de lucro dedicada a la promoción del reciclado de los plásticos al final de su vida útil; la Asociación Ecológica para el Reciclado de la Hojalata (Ecoacero), y Asociación Para el Reciclado de Aluminio (Arpal).

 

Por último, en el grupo de comercio y distribución están Alcampo, la Asociación Nacional de Grandes des Empresas de Distribución (Anged), Carrefour, Dia, El Corte Inglés, IFA, Mercadona, Cecosa y Euromadi.

 

Ecoembes se financia mediante la aportación de los envasadores por una cantidad por cada producto envasado puesto en el mercado nacional (lo que en su caso se conoce como tarifas Punto Verde). Al 31 de diciembre de 2020, la sociedad tenía 12.669 empresas adheridas al sistema (46 más que en 2019).

 

La recaudación obtenida se destina fundamentalmente a sufragar la recogida selectiva de los residuos de envases y su traslado a las plantas de separación y clasificación. A su vez, Ecoembes compensa económicamente a las entidades locales por los costes adicionales que incurren respecto al sistema ordinario de recogida, transporte y tratamiento de residuos, en los términos establecidos en los respectivos convenios de colaboración.

 

 

 

 

A cierre de 2020, el último ejercicio del que hay datos disponibles, Ecoembes tenía suscritos 62 convenios de colaboración con entidades locales y autonómicas para la recogida selectiva de envases, que cubren una población de aproximadamente 47 millones de habitantes.

 

En 2020, la sociedad ingresó 628 millones de euros, la mayoría procedentes de la cuota Punto Verde (539,6 millones de euros). También facturó otros 64 millones por venta de materiales y 1,6 millones por vidrio en plantas Ecoembes, además de 230.000 euros por cuotas de adhesión.

 

La tarifa Punto Verde cubre las cuatro fases del proceso de gestión de residuos: aportación ciudadana (compra y mantenimiento de contenedores y campañas de sensibilización), recogida selectiva (costes de equipos y personal para la recogida, que concentra el 45% de los costes totales), selección de materiales y su tratamiento. Las empresas que aportan la tasa Punto Verde pueden usar en sus envases un icono circular con una flecha que les identifica como miembros del Scrap.

 

En 2020, se reciclaron unos 1,5 millones de toneladas de residuos de envases domésticos de plástico, metales, cartón para bebidas, madera y papel cartón. Un 89% de ese volumen procede de la gestión pública y un 11% de la gestión privada. Debido al aumento del volumen de residuos, que Ecoembes atribuye a una mayor concienciación, el año pasado se incrementaron las tarifas un 14,3%.

 

Para 2022, las tarifas oscilarán entre 0,011 euros por kilo para los envases de madera y corcho hasta los 0,960 euros por kilo de los envases de Hdpe (polietileno de alta densidad) flexible, Ldpe (polietileno de baja densidad), compostable y otros plásticos.