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Perspectivas económicas 2018: ¿qué le pasa a la moda en España?

Directivos de Mango, Smash, Skunkfunk, Bóboli o Neck&Neck reflexionaron sobre el futuro del sector en la última edición del Observatorio de la Moda en España, que tuvo como ponente principal a Borja Oria.

Paula Robledo

9 abr 2018 - 04:25

Perspectivas económicas 2018: ¿qué le pasa a la moda en España?

 

 

La tendencia en el consumo de moda será positiva durante 2018, pero no igual a la de 2006, cuando hicieras lo que hicieras ibas a crecer”. Con esta reflexión inició Borja Oria, responsable de las áreas de retail, hoteles y restauración, bebidas y ocio de Arcano Partners, la última sesión del Observatorio de la Moda, celebrada el pasado 22 de marzo en Barcelona.

En esta ocasión, las perspectivas económicas para este año fueron el foco central del encuentro, en el que se analizó cómo evolucionarán las principales magnitudes del sector en los próximos meses.

 

Oria, que en su trayectoria profesional ha trabajado tanto en la industria del retail como en el sector financiero, se encargó de abrir el encuentro con una síntesis de la actual situación del consumo una vez consolidada la recuperación tras la pasada crisis económica.

 

“Lo primero que se compra tras una época de recesión son bienes realmente necesarios o de alto precio que antes no podías permitirte, como una lavadora o un coche”, apuntó. De ahí que el consumo de moda no está creciendo tanto como lo está haciendo el de otros sectores ahora que la economía parece haberse estabilizado.

 

 

 

 

Por otro lado, Oria también señaló como segunda causa un cambio en las prioridades y en los deseos del consumidor durante estos últimos años. “Las nuevas generaciones que empiezan a tener poder adquisitivo tienen otra mentalidad, no valoran tener una propiedad, sino experimentar un servicio, por ejemplo; prefieren destinar su dinero a viajes antes que a bienes materiales”, opinó el directivo.

 

Por un lado, los hábitos de consumo han cambiado tras una época de contracción económica, en la que los consumidores se han acostumbrado a pagar menos por lo que quieren, y, por otro, sus preferencias también han virado hacia otros caminos.

 

En este nuevo escenario de transformación, las estrategias y procesos que se utilizaban antes ya no funcionan de la misma forma, por lo que las empresas de moda se están viendo obligadas a adaptarse y reinventar su modelo de negocio, según coincidieron los participantes en el encuentro. “Los principales factores para el crecimiento actualmente son el precio y la marca: si no tienes un buen precio ni una buena diferenciación de marca estás en tierra de nadie”, especificó Oria.

 

 

 

 

Mikel Feijoo, director general y fundador de Skunkfunk, añadió la demografía como otro factor aún más importante para crecer. “Todos los ciclos de expansión coinciden con una pirámide demográfica en la que predomina una edad de 40 años, si ahora en España no sobresale esta edad es imposible volver a los mismos niveles que entonces, hay que ir a países en los que la pirámide sea así”, argumentó Feijóo.

 

Por su parte, Manuel Díaz, presidente del Consejo Intertextil Español (CIE), apuntó hacia el cambio de las prioridades como motivo fundamental de este momento de transformación. “Las prioridades se han reordenado; hace diez años ir de compras era toda una experiencia y cuestión de desear algo, ahora responde más a una necesidad, el consumidor sólo compra un producto que reúna las características del precio que tiene en mente”, resumió Díaz.

 

En este punto, Philippe Bach, director general de Smash, se mostró en desacuerdo. “La moda no se compra por necesidad, precisamente las redes sociales están potenciando actualmente la compra por deseo”, afirmó.

 

En la misma línea se posicionó también Tony Batlló, director de franquicias de Mango. “Nosotros tomamos las decisiones y tenemos el poder de cambiar y volvernos deseables, el consumidor sigue teniendo deseos pero no se los estamos dando; si quiere experiencias, ¿por qué no se las ofrecemos?”, preguntó el directivo.

 

 

 

 

Gosia Pajkowska, responsable de Talent Lab by Modaes.es, ejemplificó cómo las marcas deportivas sí han sabido volverse deseables, cubriendo un nicho de la moda en el que antes no estaban. “Las empresas de moda tienen que aprender a servificarse y dejar de vender sólo producto; las cuotas que se han perdido son recuperables, pero hay que actuar y comenzar a incorporar servicios como apps o comunidades que hagan sentir al consumidor una emoción al comprar”, desarrolló Pajkowska.

 

Por otro lado, Eduardo Zamácola, consejero delegado de Neck&Neck y presidente de la Asociación Empresarial del Comercio Textil, Complementos y Piel (Acotex), consideró la inmediatez como el verdadero protagonista de la transformación del sector. “El negocio de la moda se encamina hacia un sistema cada vez más rápido, estamos haciendo un gran esfuerzo por trabajar en plazos cada vez más cortos, pero este esfuerzo no está recayendo sobre el producto que el consumidor en realidad desea, encontrarlo es el verdadero esfuerzo”, explicó el directivo.

 

Mónica Algás, consejera delegada de Bóboli, subrayó lo complicado que es seguir este ritmo de inmediatez en la moda infantil. “El consumidor se ha acostumbrado a pagar poco por lo que quiere, aunque exija más no está dispuesto a pagar más por ello”, opinó Algás. Siguiendo con la temática de precios, Zamácola declaró que han sido las propias empresas de moda las que han desprestigiado sus productos.

 

 

 

 

“No hemos enseñado lo que realmente es una marca y lo que conlleva”, afirmó. En este sentido, el directivo considera que la guerra de precios y las rebajas seguirán potenciándose, lo que acabará repercutiendo en la disminución de los ingresos. Por el contrario, Batlló sí que confía en la reducción de las promociones con el tiempo.

 

“Estamos en un momento positivo pero difícil, lo que lo hace estimulante”, apostilló Díaz, mientras que Pajkowska animó a reflexionar sobre el sacrificio temporal de la rentabilidad para invertir en ofrecer esa experiencia e inmediatez.

 

“Si un concepto es auténtico y evoluciona a la vez que lo hacen las personas, tendrá éxito”, sentenció Bach. Por su parte, Oria especificó que no existe un sólo modelo para conseguir ser una empresa exitosa y que ofrezca una experiencia. “Consiste en tener alma y crear algo propio, los modelos disruptivos lo son precisamente porque antes de existir nadie se imaginaba que fueran posibles”, concluyó el directivo.