Pepe Serna: “La industria necesita profesionales preparados y directivos dispuestos a ceder”
El nuevo presidente del Consejo Intertextil Español (CIE) asegura que la industria textil en España necesita un cambio de cultura, que pasa por alianzas internas entre las empresas con el objetivo de atraer más capital.
1 dic 2022 - 05:00
Pepe Serna ha dedicado toda su carrera al textil. El nuevo presidente del Consejo Intertextil Español (CIE) ha formado parte de los últimos gobiernos de la patronal y ha pasado dos terceras partes de su vida laboral en Ateval. Con la experiencia que le han otorgado todos estos años, Serna no duda en asegurar que la industria española del textil necesita un cambio, y rápido, y una de las claves es “profesionales preparados y directivos dispuestos a ceder”. El presidente del CIE reconoce que el sector se encuentra actualmente en un punto de inflexión marcado por la nueva legislación sostenible, a la que tiene que hacer frente mientras suben los costes y se avecina una crisis. Al Gobierno, Serna le pide ayudas continuadas, y a la distribución, colaboración.
Pregunta: Ha sido nombrado presidente de la patronal en un momento clave para el sector. ¿Cuál será su hoja de ruta?
Respuesta: En principio, cuento con el equipo del CIE, así que no vengo con un programa diferente porque llevo muchísimos años dentro de la patronal y he formado parte de todos los últimos gobiernos del CIE. He pasado dos terceras partes de mi vida laboral en Ateval. Mi hoja de ruta no puede ser otra que la de mantener los objetivos que nos hemos planteado en la patronal y están basados en los principales retos del sector: la sostenibilidad, la digitalización e industria 4.0, y la internacionalización y el talento. Independientemente de esto, necesitamos también alcanzar tamaño para competir a nivel internacional. Eso se consigue con crecimiento interno y alianzas.
P.: ¿Hace falta más concentración? ¿Veremos más operaciones corporativas?
R.: Sí, eso sería una fórmula. La concentración de empresas no significa siempre fusión o absorción, habría que llegar a acuerdos de colaboración. Las inversiones que se necesitan requieren mayor músculo de empresas y grandes capitales. Para hacer todo eso se necesita un cambio de cultura.
P.: ¿Cuál sería ese cambio?
R.: Profesionales preparados y directivos que estén dispuestos a ceder.
P.: ¿Qué le pide al Gobierno? ¿Hacen falta más ayudas?
R.: En primer lugar le pedimos que apoyen a las empresas que sean intensivas en gas, sobre todo el subsector de acabados, que son los estampadores y tintoreros. El mercado del gas es ahora muy inestable y se ha multiplicado por seis, y si ya teníamos problemas antes de la guerra, ahora se han disparado. Nos tiene jodido por todos lados. La Administración tendría que dar una ayuda continuada, y si es una cantidad fija, que suba el importe.
“El cambio que necesita la industria es tener profesionales preparados y directivos que estén dispuestos a ceder”
P.: ¿Y a la gran distribución?
R.: Estamos tejiendo una alianza con ellos a través del Observatorio, porque ahí están los grandes retailers, la confección y el género de punto.
P.: Ha pasado un año y el Observatorio no ha salido. ¿En qué punto está?
R.: La velocidad de crucero ha empezado a cogerse ahora, porque tardó mucho en ponerse en marcha porque tuvimos que superar una serie de trabas. Ahora se han establecido grupos de trabajo, que dirige José Monzonís, como de industria 4.0 y sostenibilidad, y están en contacto con el ministerio. Hay buenas relaciones y a nivel de la relación con las otras patronales, también hay relación estupenda, porque hemos llegado a un grado de madurez en el que hemos alcanzado un entente cordial de trabajo. Hay un entendimiento y colaboración como nunca ha existido, porque al final es lo más interesante, ya que los problemas son comunes para todos.
P.: ¿Cómo se gestionan las negociaciones del nuevo convenio colectivo ante un panorama de tanta inflación?
R.: Esperemos que en el momento de firmar el convenio la economía tenga menos tensiones que las que tiene actualmente.
P.: En 2021, la industria de la moda redujo la inversión en I+D un 15%. ¿Por qué el sector no apuesta por la innovación?
R.: En la innovación pasa como en las personas particulares, cuando hay alegría, compras más, pero cuando el mercado es difícil, se retrae la inversión. La intensidad viene aparejada por la incertidumbre.
“Hay un entendimiento y colaboración con las otras patronales como nunca ha existido”
P.: En España la producción textil cada vez crece menos y los precios suben más. ¿Cuáles son las previsiones del sector para el cierre de año?
R.: Hay tantos subsectores y circunstancias que es complicado aventurar nada. La primera parte del año fue bastante bien, pero a partir de septiembre se han ralentizado las exportaciones y el mercado interior está bastante parado. De cara a Navidad es de suponer que se reactive la demanda. Lo que nos preocupa es el año próximo por las previsiones que de la Ocde y del FMI, y porque cualquier vaivén puede llevar a la recesión. Creemos que los primeros trimestres serán convulsos, porque nosotros no vendemos productos de primera necesidad y cuando la situación es de crisis, se resiente el sector.
P.: La industria vive un momento crítico con escalada de costes y subidas de precios. ¿Quién logrará sobrevivir?
R.: Siempre hay empresas que van bien y están preparadas para cualquier eventualidad y pueden y saben reaccionar. El sector está mejor preparado que en la anterior crisis, porque las empresas están menos apalancadas y son más conscientes y tienen una gestión mucho más adecuada. Ahora somos más ágiles, pero no quiere decir que no lo vayan a pasar mal y a algunas les pille como en paso cambiado.
P.: ¿Vamos a ver un cierre de empresas como en 2007?
R.: Ni de lejos nos veremos tan afectados como entonces. Es un tema mayoritariamente de ajustes, incluso hay empresas que siguen invirtiendo, contratando y exportando. Siempre habrá de todo y saldrá el sol.
“Ser verde tiene un precio”
P.: Tras la pandemia, la relocalización era el tema del que más se hablaba en el sector. ¿En qué punto está?
R.: Es una realidad relativa en el sentido de que las relaciones comerciales a nivel global, la confianza de tener un mundo abierto ha desaparecido. Con la crisis que hemos tenido de suministros, no sólo en el textil, se han buscado alternativas, y tiene que haber necesariamente relocalizaciones. La globalización se mantendrá, pero habrá una regionalización de la globalización, y ahí entramos nosotros junto a Portugal o Turquía.
P.: ¿España tiene oportunidad en la relocalización?
R.: Por supuesto. Tiene que haber un clima de todo tipo y que haya un clúster con gente con talento, apoyos necesarios y una zona donde se den una serie de condiciones positivas.
P.: La sostenibilidad es otro de los temas urgentes para la industria de la moda. ¿Llegamos a tiempo para el pasaporte digital?
R.: Bruselas va muy rápido, y España tiene que seguir el ritmo. El tema está en que la implementación de esa normativa sea gradual y haya un periodo de transición que permita aplicarse a las empresas y puedan aplicar tecnologías asumibles económicamente, porque si no se tendrá que compensar. Ser verde tiene un precio. Tenemos que recuperar una economía circular integral, pero tendremos que acompasar el ritmo en ese intento de que la industria pueda llegar al nivel que se pretende. También habría que adecuar las normas a las importaciones, porque China contamina el aire, y el aire va por todos lados.