Outsider: Antonio Romero, director general de Starbucks en España y Portugal

Toda una carrera moviendo los hilos detrás de la sirena. Antonio Romero (Madrid, 1971) es director general de Starbucks en España y Portugal desde julio de 2022 y su trayectoria en la cadena de cafeterías, una de las mayores y más extendidas del mundo, se remonta a 1999, cuando se incorporó a Grupo Vips.

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¿Cuáles son los principales retos a los que se enfrenta su sector?

El mayor reto es asegurar que Starbucks atiende las demandas de un mercado cada vez más segmentado, donde los perfiles y los gustos de los consumidores son cada vez más cambiantes. Trabajamos constantemente en adaptarnos a esta demanda y en estar atentos a las tendencias que las mueven.

¿Cuál es la primera norma para un buen manager?

Saber liderar, pero ejerciendo con el ejemplo. Estar al tanto de las competencias de tu equipo de trabajo, apoyarles y tener nociones de sus virtudes o sus limitaciones.

¿Y qué debe evitar un directivo?

La autocomplacencia. La insatisfacción permanente es la única manera de conseguir una mejora continua y estar preparados en todo momento.

¿Qué perfiles no pueden faltar en un equipo directivo?

Una persona no puede ser perfecta, pero un equipo sí. Los equipos deben ser heterogéneos en cultura, edad, formación, experiencia, sexo, ideología... De los diferentes puntos de vista surgen las divergencias y, de estas, las conversaciones enriquecedoras.

¿Qué rasgos son hoy los más importantes para un manager?

En entornos cambiantes, la información y la capacidad de análisis de datos son vitales para la gestión. Tienes que mantenerte informado siempre del sector en el que trabajas.

Una lección aprendida de la crisis.

Algo que me quedó profundamente grabado fueron los momentos en que cerramos las tiendas y en los escaparates, de forma espontánea, un equipo puso en el cristal de la fachada la frase “volveremos con más fuerza”. Poco a poco se fue corriendo la voz y prácticamente todas las tiendas reprodujeron el mensaje. Al volver, la acogida de los clientes fue absolutamente increíble. La lección es que no hay nada más potente que la conexión entre equipos y clientes. Esto es lo que tenemos que cuidar de forma profunda.

En un entorno de tanta incertidumbre, ¿cómo cambia la manera de gestionar una empresa?

Hay que ser honestos. Aprender de momentos de crisis ya vividos, analizar los errores cometidos y reconocerlos, para después solventar con la mayor agilidad posible los que lleguen en el futuro.

¿Qué envidia del sector de la moda?

Su capacidad de reinvención, de seguir una tendencia para después alejarse de ella, si es preciso, para satisfacer a un público que cambia de gusto cada vez más esporádicamente.

¿Qué podría aprender la moda de su sector?

La cercanía con el consumidor final. A veces la moda es fría, no tiene en cuenta al consumidor de a pie.