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Nuria Sardá: “En España hay mucho potencial pero, a veces, no se sabe ni mover ni vender”

18 ene 2011 - 00:00

C.Pareja.- Estos días se cumplen cincuenta años de trayectoria de Andrés Sardá, una de los diseñadores históricos de moda de baño y lencería en España. Los orígenes de la firma datan del siglo XIX, cuando los Sardá se dedicaban a fabricar las mantillas y los mantones que lucían las mujeres de la época camino a la iglesia. Andrés Sardá llegó en el momento indicado. La empresa, que necesitaba un golpe de aire fresco tras el desuso de la mantilla, revolucionó el mundo de la lencería convirtiendo esta moda en algo atractivo y rompedor. Nuria Sardá, actual directora creativa de la firma e hija de Andrés Sardá, explica a Modaes en un entrevista los proyectos a los que se enfrenta la empresa, que forma parte actualmente de la multinacional belga Van de Velde

Pregunta: ¿Cómo afronta la situación económica actual una empresa que lleva 50 años en el sector? 

 

Respuesta:  Nosotros tuvimos la gran suerte de unirnos a Van de Velde justo antes de la crisis, concretamente en junio de 2008. Sin ellos, nuestro crecimiento se habría visto limitado. La crisis nos ha afectado en lo que se refiere a proveedores y clientes, ya que si ellos sufren económicamente, nosotros también. 

 

P.: ¿Qué impacto tiene la coyuntura en el departamento creativo? 

 

R.: Hacemos un producto de lujo del que nuestros clientes esperan mucho. Ahora, la gente que invierte en un producto de Andrés Sardá quiere que ese gasto esté justificado, que sea algo espectacular y que impacte a simple vista. 

 

P.: ¿Cuál es el estado actual, en su opinión, de la moda española? 

 

R.: En España hay mucho potencial pero, a veces, no se sabe ni mover ni vender esa creatividad. Falta una estructura empresarial que avale esa idea. En Francia e Italia han sabido unir moda y empresa, un tándem que es necesario para triunfar en el sector. Ahora estamos ante un momento difícil, pero de las crisis aparecen las grandes ideas. En nuestro caso, hoy somos lo que somos gracias a la crisis de la mantilla.

 

P.: ¿Cuál cree que ha sido el momento histórico más importante de Andrés Sardá? 

 

R.: Durante toda la trayectoria profesional de Andrés Sardá, lo que ha sido más importante es la coherencia y la persistencia. No es la primera crisis a la que nos enfrentamos, ha habido otras en las que el sector se ha visto tentado a bajar la calidad de sus productos para vender más. Nosotros, en cambio, siempre hemos sido fieles a nuestros clientes y nunca hemos ofrecido un producto que no sea de la calidad adecuada. 

 

P.: ¿Qué significó para la empresa la compra por parte de Van de Velde? 

 

R.: Ha sido algo muy positivo para la empresa, no obstante, hubo una parte dura ya que nuestra empresa siempre había sido familiar. El grupo Van de Velde ya hacía tiempo que intentaba negociar con nosotros, y al final, al ver como nuestros competidores, grupos como La Perla o Chanel, se aliaban con otras grandes multinacionales, nosotros también decidimos dar el paso. Llegó un momento en que fue necesario vender y hemos encontrado el matrimonio perfecto.

P.: Andrés Sardá ha pasado de ser una empresa familiar a pertenecer a una multinacional que cotiza en bolsa. ¿Qué cambios ha notado? 

 

R.: Van de Velde es una empresa familiar corsetera, aunque no por ello deja de ser una multinacional. Nosotros nos lo tomamos como un curso avanzado en negocios, porque hemos aprendido muchas cosas gracias a esta unión. Hemos creado departamentos nuevos y nos han hecho ponernos a la altura de cualquier multinacional. 

 

P.: ¿Hay sinergias con el resto de marcas del grupo? 

 

R.: No. Quieren mantener su abanico de marcas por separado a la nuestra. Las suyas son denominadas como premium, mientras a la nuestra la tratan como luxury. Ellos están en Bélgica y nosotros en Barcelona. Lo que si que existe es una estrecha colaboración en los laboratorios a la hora de crear nuevas fibras y materiales. 

 

P.: ¿Cuál es la estructura empresarial de Andrés Sardá en España? 

 

R.: Toda nuestra actividad está centralizada en Barcelona, incluso el almacén, que estaba en Badalona, hasta que en julio de 2009 tuvimos que cerrarlo. La fabricación también es, en gran parte, en talleres españoles, salvo una parte que esta internacionalizada en el norte de África, en Túnez. 

 

P.: ¿Qué planes de crecimiento tiene la empresa? ¿Se encuentra Andrés Sardá en un momento de expansión? 

 

R.: Estamos en proceso constante. Ahora mismo estamos asentándonos en los mercados europeos en los que tenemos presencia e intentamos, poco a poco, crecer en Estados Unidos. La idea que tenemos con Andrés Sarda y Sardá, las dos marcas del grupo, es hacerlas más fuerte en el mercado de lujo interno.

 

P.: ¿Qué impacto tiene en Andrés Sardá  el hecho de desfilar en una pasarela como Cibeles? ¿Estaréis presentes este año? 

 

R.: Es un escaparate muy importante hacia el mundo. En la pasarela se lleva al extremo la colección y demuestra de lo que es capaz la firma. Es una carta de presentación para los clientes y la prensa. Este año volveremos a estar presentes en Cibeles Madrid Fashion Week.