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¿‘Merchandising’ y licencias? No, gracias: las ‘celebrities’ se reivindican en la moda

Jessica Alba, cuya empresa The Honest Company ha anunciado su inminente salida a bolsa es sólo un ejemplo de la incursión de muchas celebrities en la creación de empresas de moda. Desde Rhianna a las gemelas Olsen, pasando por Victoria Beckham, Beyoncé o Kanye West.

David Ruiz

19 abr 2021 - 04:50

¿Merchandising y licencias? No, gracias: las ‘celebrities’ se reivindican en la moda

 

 

Tienen marca, talento creativo y capital, y ahora lo usan para abrirse paso en la moda. Actores, cantantes y artistas de todo tipo están abriéndose paso en la moda y sus compañías han seducido a gigantes del sector como Gap o LVMH. La semana pasada, la firma creada por Jessica Alba, The Honest Company, anunciaba su salto a bolsa, pero la lista es larga, y creciente.

 

La relación de las celebrities con la moda es casi tan antigua como el propio concepto de celebridad. Pero el modelo más habitual hasta hace sólo unos años era el de licencias o merchandising, un formato con el cual los actores y cantantes cedían su nombre y un grupo industrial especializado se encargaba del diseño, la producción y la distribución.

 

Pero proyectos como Yeezy, del cantante y productor Kanye West; The Row, de Ashley y Mary-Kate Olsen, o Fenty, de Rihanna, han logrado obtener el apoyo de la crítica, superando la etiqueta de outsiders, y del público

 

Jessica Alba creó en 2012 la empresa de cosmética The Honest Company, que empezó vendiendo pañales orgánicos con diseños divertidos. La empresa, propiedad de L Catterton, el brazo inversor de LVMH, ultima ahora el salto al parqué con una valoración estimada de 2.000 millones de dólares. L Catterton, que inyectó 200 millones de euros en 2018 para acelerar su crecimiento.

 

La compañía, con sede en Los Ángeles, ha tenido una trayectoria de crecimiento constante desde su creación hace nueve años. En 2014, después de levantar 127 millones de dólares, la compañía diversificó y comenzó a comercializar jabones, cremas, multivitamínicos e incluso muebles para niños. Siempre con la sostenibilidad como telón de fondo de su proyecto empresarial.

 

La empresa cimentó parte de su crecimiento en la enorme popularidad de la actriz. Actualmente la compañía comercializa 120 productos, con una facturación de 300 millones de dólares en 2020, según la documentación de su salto a bolsa. La actriz mantiene actualmente un 20% del capital y sigue presente en el consejo de administración.


 

  

 

Rihanna ha sido una de las celebridades más prolíficas en la moda. En 2018, la cantante lanzó, de la mano de TechStyle Fashion Group, una línea de íntimo, Savage X Fenty, que aunque todavía es pequeña por facturación, ha logrado una repercusión mediática a la alutra de Victoria’s Secret con todo lo que no tiene la reina del íntimo: diversidad. 

 

Poco después, se alió con la aceleradora Kendo, propiedad de LVMH, para lanzar una línea de cosmética, Fenty Beauty, que facturó 500 millones de euros en su primer ejercicio. Con el conglomerado francés intentó también una irrupción en la moda, pero el proyecto, que se lanzó justo antes de la pandemia, terminó echando el cierre. 

 

La incursión de Beyoncé en el sector de la moda ha sido de la mano de un grupo especializado, en su caso un gigante del high street. La cantante estadounidense creó en 2014 la marca Topshop Parkwood Athletic junto a la cadena de Arcadia. La sociedad es propietaria de la marca Ivy Park, que se lanzó al mercado dos años más tarde, comercializando prendas de athleisure en 38 países de América, Europa, Oriente Próximo y Australia a través de las tiendas de Topshop. En 2018, sin embargo, la cantante decidió seguir su camino en solitario y tomó el control de Ivy Park.

 

 

 

 

Además, la cantante ha seguido manteniendo acuerdos con otros grandes de la moda como Adidas, con la que ha sacado colecciones puntuales de ropa, calzado y complementos en los últimos meses. Su última apuesta en este terreno es Icy Park, lanzada este invierno.

 

Las gemelas Olsen fueron las primeras en hacerse un nombre en sector de la moda con su firma de lujo The Row, creada en 2006 y ampliamente aplaudida por la crítica. La compañía, especializada en moda femenina, abrió su primer establecimiento en Los Ángeles en 2014. Cuatro años más tarde diversificó y entró en moda masculina.  La empresa tiene tiendas en Londres, Nueva York y Los Ángeles y está presente en más de doscientos puntos de venta de los cinco continentes.

 

Victoria Beckham también ha logrado abrirse paso en el sector. La ex Spice Girl lanzó su firma en 2008, ahora controlada por la familia Beckham y el fondo Neo Investment, que inyectó 35 millones de euros en 2017.  En 2019, la cantante tomó el control de su negocio con la adquisición del 33% de las acciones del grupo XIX Entertrainment.

 

La compañía cerró el ejercicio 2019 con un crecimiento de facturación, pero con más pérdidas que años anteriores. Según las cuentas depositadas en el Registro Mercantil, la empresa de Beckham elevó en 2019 sus ventas 43,5 millones de euros, pero engordó sus pérdidas hasta los 18,7 millones de euros, en parte por el lanzamiento de Victoria Beckham Beauty. 

 

 

 

 

 

Kanye West es una de las pocas excepciones masculinas en la incursión de las celebrities en el sector de la moda y una de las más exitosas. Su empresa Yeezy, especializada en ropa urbana,  nació en 2015 de una colaboración con el gigante alemán de ropa deportiva Adidas.

 

Durante la pandemia, los productos de Yeezy en colaboración con Adidas, experimentaron un crecimiento de ventas del 31% hasta alcanzar 1.700 millones de dólares. La relación entre el cantante y la empresa alemana se extenderá, al menos, hasta 2026.

 

Pero el rapero quiere más. En julio de 2020 firmó con la compañía estadounidense Gap un nuevo acuerdo con una duración de diez años. Según las previsiones de la consultora USB, esae contrato de colaboración supondrá unas ventas de alrededor de mil millones de dólares en los próximos ocho años. Como parte de este acuerdo, West, director creativo de Yeezy, diseñará calzado, ropa de hombre y de mujer que se distribuirá desde este próximo julio en las tiendas de Gap y su ecommerce. Con este acuerdo, el rapero pretende replicar el éxito obtenido con el gigante alemán.

 

Kim Kardashian y Chiara Ferragni son las dos máximas exponentes de la incursión de las influencers en la moda. La estadounidense selló en marzo la venta del 20% de su compañía de cosmética KKW Beauty a Coty. La transacción, que se cerró por doscientos millones de dólares, permitirá a la celebrity expandir su negocio y ampliar su línea de productos.

 

Su hermana Kylie Jenner, que facturó 420 millones de dólares en 2018, prevé alcanzar los mil millones de dólares de facturación en 2022.  Por su parte, la italiana Ferragni creó en 2013 su primera firma de moda, Chiara Feragni, con la que empezó distribuyendo calzado y luego fue diversificando su negocio. En 2018 creó la marca Serendipiy.

 

En España también hay casos de famosas que han hecho sus pinitos como empresarias en la moda. Sara Carbonero e Isabel Jiménez crearon la firma Slow Love en 2015. El pasado marzo, Tendam se hizo con una participación mayoritaria de la empresa, con la que ya colaboraba desde 2020.