Back Stage

Marc Puig: “El modelo capitalista está en cuestión: las empresas que se adelanten a los tiempos saldrán reforzadas”

Las ventas de Puig se hundieron un 87% en abril y un 75% en mayo.

Modaes

22 jun 2020 - 09:58

Marc Puig: “El modelo capitalista está en cuestión: las empresas que se adelanten a los tiempos saldrán reforzadas”

 

 

Reformas para salir reforzados de la crisis. Esta es la hoja de ruta que propuso esta mañana Marc Puig, primer ejecutivo de la compañía familiar especializada en perfumería y cosmética. El directivo ha reclamado al Gobierno flexibilidad en las medidas impuestas durante la crisis para mantener el empleo y el tejido empresarial pero ha subrayado que, a medio plazo, el reto pasa por la reinvención del propio modelo capitalista.

 

“Somos conscientes de que el modelo capitalista ha traído paz y prosperidad”, ha dicho Puig durante el foro Empresas españolas liderando el futuro organizado por la Confederación Española de Organizaciones Empresariales (Ceoe). “Pero también es verdad que en la última década el modelo está en cuestión”, ha añadido.

 

El ejecutivo ha recordado la declaración de la asociación estadounidense Business Roundtable, que propone situar al accionista a un nivel similar al de trabajadores, clientes, proveedores, la comunidad en la que operan y el medio ambiente.

 

“La empresa debe crear simultáneamente prosperidad económica y valor social”, resumió Puig. “Cuando salgamos de esta crisis, y las crisis sirven para cambiar esquemas, aquellas empresas que hayan sabido hacerlo, adelantándose a los tiempos, saldrán reforzadas”, ha afirmado.

 

 

 

 

El directivo apuntó que las ventas de Puig se han hundido un 87% en abril y un 75% en mayo. Además, el 50% de sus empleados estuvieron en algún tipo de programa de apoyo, como los expedientes de regulación temporal de empleo (Erte) y todas sus fábricas cerraron, salvo una que se dedicó a fabricar geles hidroalcohólicos.

 

“Y, a pesar de todo, pensando en nuestros retos de futuro hemos hecho la mayor operación de nuestra historia”, ha recordado Puig, refiriéndose a la compra de la compañía británica Charlotte Tilbury por alrededor de 900 millones de euros.

 

 

Medidas a corto y medio plazo

Durante su charla, el directivo ha reclamado al Gobierno medidas para asegurar la supervivencia del tejido empresarial y mejorar su competitividad. “Muchas empresas no saldrán adelante pero es importante canalizar todos los mecanismos para que el máximo de empresas puedan sobrevivir”, ha subrayado. “Si no lo hacemos, viviremos el cierre de empresas que no tendrían por qué hacerlo, la crisis será más aguda y la recuperación más lenta”, aseguró.

 

En este sentido, Puig ha insistido en que es “crítico que no tengamos recaídas, porque si viene un nuevo confinamiento las consecuencias serían desastrosas”. Además, el ejecutivo ha puesto el foco sobre la elevada tasa de paro en España y la baja productividad en comparación a otros países, debido a la baja tasa de grandes empresas.

 

“Deberíamos preguntarnos por qué no nos tomamos en serio establecer las condiciones para que España sea un país para que se incentive la creación de empresas y su crecimiento”, ha reclamado.

 

 

 

 

Respecto a los Ertes, Puig ha demandado que fueran “más flexibles y ágiles”. Además, el ejecutivo ha aplaudido los créditos amparados por el Instituto de Crédito Oficial (ICO), pero ha alertado que “tenemos una responsabilidad con la siguiente generación respecto al nivel de deuda, y eso hace imprescindible la mejora de la calidad de la gestión del gasto público”.

 

El directivo también propuso reducir la economía sumergida, menguando por ejemplo el uso de papel monda, “en lugar de poner el foco en aumentar los impuestos”. “No podemos poner más cargas a las empresas”, ha añadido.

 

Por su parte, Puig también se dirigió a la oposición, subrayando que, en un momento de crisis, “la sociedad demanda que sus políticos remen en la misma dirección”. Y, por último, el ejecutivo se dirigió a la sociedad española, apuntando que “por muchos recursos que vengan de Europa, no podremos mantener un estado de bienestar si no conseguimos que se destruya el mínimo de empresas posibles”. “Esto no es un golpe de fuerza de las empresas españolas sino una llamada de socorro”, ha concluido.