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Laura Victoria: “Los inversores quieren resultados inmediatos: falta confianza en la moda”

29 mar 2010 - 00:00

P. Riaño.- La empresaria colombiana Laura Victoria recaló en Ibiza en 1973, tras ganar un concurso como modelo, su profesión inicial. Permaneció en la isla veinte años, donde inició una labor de apoyo y consultoría a los jóvenes diseñadores que hoy ha convertido en la actividad de sus dos empresas: Diezvecesdiez y Perfect Profile Fashion Event. La presidenta de la Asociación de Jóvenes y Nuevos Diseñadores (ANDE) acaba de llegar a un acuerdo con BBVA para tratar de suplir la "falta de inversores en moda" que existe en España.Pregunta: ¿Cómo se introdujo en la industria de la moda? Respuesta: En 1968, con 17 años, gané un concurso de modelos en Colombia. El premio era un recorrido por Europa. Nunca pensé en quedarme, pero permanecí en Ibiza durante veinte años e hice de la isla mi cuartel general. En aquel momento, la moda ibicenca estaba en su máximo apogeo y llegué a tener diecisiete tiendas, donde vendía mis colecciones, con la marca Laura Victoria. P.: ¿Qué pasó con esas tiendas? R.: Poco a poco, al entrar España en el Mercado común, las cosedoras dejaron de querer trabajar. Llegué a tener 45 mujeres cosiendo. Fui traspasando las tiendas y me quedé con dos, que finalmente cerré al trasladarme a Madrid. Dejé la confección para dedicarme a prestar servicios a la moda y a lanzar a nuevos diseñadores. El pasado marzo, por ejemplo, celebramos la XXI Edición del Premio Nacional a la Moda para Jóvenes Diseñadores.P.: ¿Qué carencias tienen los jóvenes diseñadores? R.: En general, poco conocimiento de cómo introducir su marca en el mercado. Nosotros distinguimos entre jóvenes, es decir, alumnos en el último curso de su escuela, y nuevos, con tres años de empresa. Los jóvenes no saben cómo enfocar y cómo consolidar su proyecto; si haces una cerrera es natural que quieras vivir de ello y, como el trabajo creativo es solitario, cuando sales del laboratorio te das cuenta de que no estás cómo pensabas. P.: ¿Y los nuevos? R.: La mayor incertidumbre a la que se enfrentan los nuevos diseñadores es cómo crecer. Las tiendas multimarca están desapareciendo con el desarrollo de las grandes cadenas y el diseñador encuentra muy pocos espacios; la mayoría se ven abocados a crear su propio taller, su propia tienda, con todos los gastos que ello implica. Además, un joven tampoco tiene tanto volumen como para satisfacer a los fabricantes. P.: La semana pasada se conoció la noticia del cierre de Carmen March… R.: Es algo normal, lógico, natural… Ver que se cierra una empresa de moda me duele en el alma, pero las marcas deben tener estructura empresarial detrás. P.: ¿Falta visión empresarial por parte de los diseñadores? R.: Visión tienen, pero no saben cómo ejecutarla. No sólo hay que saber lo que quieres, sino cómo. En España nos faltan inversores de moda. La moda es un gran negocio y los inversores sólo van a negocios ganadores.P.: ¿Por qué no se invierte en moda? R.: El capital y el trabajo siempre son dos fuerzas reñidas. La moda no es como un bar, que lo abres y la caja está sonando a los cinco minutos. Los inversores quieren resultados inmediatos: falta confianza en la moda. El capital tiene miedo y quiere resultados a corto plazo, y eso en moda no es fácil. Hay que motivas a los inversores porque aún queda mucho hueco para conceptos nuevos: te levantas pensando en moda y te acuestas igual. P.: ¿Y la industria? R.: En España se tiene miedo a que la marca pierda fuerza en aras del diseñador. En Francia, por ejemplo, eso no sucede: Karl Lagerfeld está al frente de Chanel y la marca sigue siendo la misma. Aquí, las marcas que apuesten por jóvenes deberían ser un poco más atrevidas y dejar que desarrollen su potencial creativo. P.: ¿Cree que la moda española es demasiado dependiente de las subvenciones? R.: Soy enemiga de las subvenciones; como ANDE, no recibo ninguna. En el tiempo que he visto a un político he visto a diez empresarios. El político muchas veces no tiene en cuenta la calidad de un proyecto, sino otros factores. Eso sí, si un diseñador quiere optar a ellas, me parece muy bien. La moda hoy en día es el escaparate de un país, un papel que antes jugaba la industria. El Estado debe prestar apoyo, pero con limitaciones.