
Los hijos del Covid: historias de emprendimiento y locura en pleno confinamiento
Fueron muchos los emprendedores en moda que decidieron apostar por nuevos proyectos o seguir con los recién lanzados durante la pandemia, bajo un contexto de incertidumbre, fábricas cerradas o un público únicamente virtual.


6 mar 2025 - 05:00
Ciudades desiertas y tiendas llenas de ropa. Es el escenario que dejó en marzo de 2020 el Covid-19, una pandemia que supuso una disrupción sin precedentes para la economía mundial y que golpeó con particular dureza a la moda. ¿Cómo se ven, con la perspectiva del paso del tiempo, los meses en los que el mundo vio limitados sus movimientos y el contacto social como nunca antes para hacer frente al contagio del virus? Modaes aborda en este especial cómo se ha transformado el sector y qué lecciones dejó la pandemia del Covid-19.
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Encerrados en casa, en teletrabajo, con mucho tiempo para investigar y, sobre todo, para pensar. La pandemia del Covid-19 dejó tras de sí una estela de nuevas empresas de moda, muchas de las cuales despuntan hoy en el escenario emprendedor español. Los hijos del Covid-19 recuerdan sus historias de emprendimiento y, también, de locura, en pleno confinamiento.
A 1 de enero de 2020 había más de 20.000 empresa de textil, confección y calzado en España. De estas, 4.427 compañías habían cumplido, como mucho, su primer año de actividad, de manera que la pandemia les pilló poniendo aún los cimientos de su negocio. Nude Project, uno de los fenómenos de la moda española en el momento actual, comenzó a operar en 2018.
Entre el 1 de enero de 2021 y el 1 de enero de 2023, según los últimos datos disponibles del Directorio Central de Empresas (Dirce) publicados por el Instituto Nacional de Estadística (INE), se han constituido en España 6.282 empresas de textil, confección y calzado. The Platera, absorbida el año pasado por Mango para integrarla en su línea Home, nació de la mano de una trabajadora de Mango que comenzó a pintar vajillas en su casa mientras estaba confinada.
Marroquinería, accesorios o calzado, pasando por prendas de streetwear y productos deportivos, son algunos de los segmentos que han cubierto las start ups que nacieron durante la pandemia. Miphai, Ssstufff, Jimenas, Newex, Poems, Two Jeys o Mas1 han sido algunas de las marcas emergentes españolas que chocaron de lleno con el Covid cuando sus proyectos empezaban a tomar forma.
Cuando estalló la pandemia, más de 4.000 empresas españolas de moda tenían menos de un año de vida
Tania Pardo, fundadora de Jimenas y exHoss Intropia, explica que “tenía todo el planteamiento y los prototipos en marcha” cuando llegó el confinamiento. “Las fábricas tuvieron que cerrar y me quedé en medio de todo el proceso viendo el caos total en las noticias -recuerda Pardo-; qué buen momento para emprender, pensaba”. “El arranque fue complicado ya que muchos fabricantes habían cerrado o estaban con reducción de plantilla, buscaban que los negocios se mantuvieran a flote con pedidos en firme más que con desarrollo de muestras para una nueva marca”, explica la fundadora de Jimenas.
El pure player Mas1, fundado por Prado Rodríguez y Marta Durán, se enfrentó a los mismos problemas iniciales que Jimenas. “Lo primero a lo que nos enfrentamos fue tener todos los talleres cerrados y no poder ir a visitar ninguna fábrica para conocer más en detalle el proceso de los bolsos”, comenta Rodríguez. Newex, la barcelonesa de neoprenos sostenibles, habla sobre problemas con los proveedores también. “Nos enfrentamos a desafíos como la búsqueda de proveedores alineados con nuestra visión sostenible, la optimización de la producción para reducir el impacto ambiental y la necesidad de educar al consumidor”, indica el cofundador de la start up Álex Cerón.
Desde la catalana de moda femenina Poems señalan que “justo estábamos creando nuestra red de clientes y comerciales desde cero, con el esfuerzo que esto implica y, de repente, se paró en seco la actividad y el progreso”. “Trabajábamos con stock service, por lo que teníamos que tener stock disponible en todo momento por si las clientas que teníamos se animaban a hacer pedidos, pero a la vez, si producían y luego no se vendía, se generaba una carga de stock muy grande”, comenta el propietario y consejero delegado de la empresa, Joan Generó.
Una fábrica cerrada, un proveedor ausente y un proyecto que parecía imposible de arrancar. Estos fueron los aspectos que muchas empresas emergentes se encontraron de la noche a la mañana. Pero, como no todo podía ser malo, la creatividad dio sus frutos y empezó la remontada.
Fábricas cerradas y pedidos en marcha atrapados fueron algunos de los problemas con que se encontraron los emprendedores
En un mundo parado, Poems aprovechó el momento para “revisar a conciencia todos los aspectos de la marca para establecer unas buenas bases, poner a punto la web, estrategia de redes sociales, valores y diseño”. Sin ventas, aprovechó sus instalaciones, como tantas otras compañías, para fabricar mascarillas. “Empleamos nuestras instalaciones para confeccionar mascarillas y con esto encontramos la manera de acercarnos a los clientes -comenta Generó-; cada semana hacíamos envíos de mascarillas a decenas de tiendas y, aunque no era rentable, nos ayudó a empezar relaciones con clientes actualmente importantes para la marca”.
Tania Pardo recuerda que “vender zapatos en medio de una pandemia en la que la mayoría de la gente había cambiado el formato de trabajo presencial a teletrabajo en casa era complicado”. Sin embargo, su resiliencia estaba en “seguir creyendo en mi idea de negocio” y un boca-oreja que ha sido, y es, “mi mejor amigo”.
Con los talleres cerrados, Mas1 inició su actividad produciendo en casa y uno a uno los bolsos. “Tardábamos más en el montaje de cada uno que en un taller”, confiesa Rodríguez. “La gente quería apoyar a pequeñas empresas comprando y compartiendo el contenido, cosa que nos ayudó mucho a crecer rápido”, añade. En una situación tan compleja, el cofundador de Newex indica que uno de los aspectos positivos de lanzar una marca en mitad de una pandemia mundial fue el “impulso del interés del consumidor por marcas responsables, lo que nos dio una oportunidad para conectar con un público más consciente”.
“Empezar en ese momento me ha hecho tener a mi izquierda dos botones, el de solucionar y el de creatividad total”, dice Tania Pardo, fundadora de Jimenas
El ecommerce y las redes sociales se dispararon durante la pandemia. “Nos ayudaron mucho las redes ya que había marcas como Arizona Vintage con muchos seguidores o influencers como Fitcoco que nos mostraron muchas veces y la gente empezó a seguirnos rápido”, indica la cofundadora de Mas1. En la misma línea, Jimenas señala las redes sociales como una plataforma “crucial”. “Es una vía de comunicación directa con nuestras clientas que forma parte de nosotras”, apunta la fundadora.
El mismo caso vivió Newex con las redes sociales. Álex Cerón lo describe como “fundamental para su estrategia de crecimiento que les ha permitido construir comunidad”. Poems destaca que, a pesar de ser “un espacio donde contar su historia y conectar con las clientas, nunca ha sido una fuente de ventas para la marca”.
Tras cinco años de aprendizaje constante y viviendo una situación social inigualable a cualquier otro periodo, la valoración de las start ups sobre volver a emprender o no en una situación así, parece casi unánime.
“Empezar en ese momento me ha hecho tener a mi izquierda dos botones, el de solucionar y el de creatividad total”, comenta Tania Pardo sobre Jimenas. Ahora, Jimenas sigue con la mirada puesta en el canal online, con el “apoyo” del canal wholesale a escala global y con la ampliación de sus categorías de producto. En la misma línea, Prado Rodríguez, de Mas1, señala que “100% sí, volvería a emprender”. Entre los planes de crecimiento de la marca está la apuesta por abrir pop up stores internacionales y seguir ampliando sus puntos de venta en multimarca.
Alex Cerón, de Newex, “sin duda” volvería a emprender en una situación similar. “Aunque el contexto no era el más sencillo, nos enseñó a adaptarnos, innovar y ser resilientes”, sostiene. Para 2025, la empresa de neoprenos sostenibles prevé consolidar su presencia en España y ampliar su oferta de productos de la mano de investigación y desarrollo (I+D) para los materiales con los que producen. La marca prevé seguir poniendo el foco en el canal online y en su expansión internacional.
Joan Generó, de Poems, por otro lado, admite que “probablemente hubieran esperado como mínimo un año más antes de emprender el proyecto”. “Es como si hubiéramos empezado el proyecto dos veces, primero en 2019 y otra vez pospandemia”, añade. La marca de moda femenina prepara la apertura de su primera tienda física en el número 23 de la calle Calvet de Barcelona y apuesta también por seguir con su expansión internacional en mercados como Francia o Alemania.