Back Stage

Los cristales de Swarovski, de los valles del Tirol a los cuellos de Hollywood

F. Marín-Camp. Wattens (Austria)

6 may 2015 - 04:47

 

Con unas curvas de infarto y silueteada de cristales de Swarovski. Fue así como Marilyn Monroe deseó su perspicaz happy birthday al presidente John F. Kennedy. Esta vez es el grupo austriaco quien está de aniversario. Después de 120 años cortando cristal desde las montañas del Tirol, la compañía fundada por Daniel Swarovski en 1895 es hoy un gigante del lujo que aplica su materia prima a una multitud de sectores entre los que están, naturalmente, la moda.

 

Con sede en Wattens, el grupo separa su negocio en varias divisiones que van de los artículos ópticos a las muelas abrasivas, pasando por la fabricación de cristales para textil y complementos. El negocio de Swarovski, hoy liderado por la quinta generación familiar, rebasa ya los 3.000 millones de euros y cuenta con más de 2.500 tiendas repartidas en todo el mundo.

 

Swarovski empezó su andadura a las puertas de un nuevo siglo, dentro del Imperio austrohúngaro. En sus inicios, la compañía optó por el nombre Pierres Taillées du Tyrol, debido a la dificultad de abrirse mercado con un nombre de origen bohemio y difícil de pronunciar. El Imperio cayó tras la Primera Guerra Mundial, pero el impulso del grupo no había hecho más que empezar.

 

Tras el conflicto bélico llego la irrupción de la bisutería. En los años veinte, la demanda de cristal para collares, pendientes y broches experimentó un crecimiento sin precedentes, impulsado por la moda creada por modistas como Coco Chanel.

 

Diseñadoras de la talla de Elsa Schiaparelli y Hattie Carnegie se encargaron de muchas de las creaciones de Swarovski durante la Segunda Guerra Mundial. Pero la auténtica relación con la alta costura empezó en la década de los cincuenta, gracias a una primera colaboración con Christian Dior.

 

 

Desde entonces, los cristales de Swarovski han decorado la Ópera de Nueva York y el Palacio de Versalles, han vestido a Audrey Hepburn en Sabrina y a Nicole Kidman en Moulin Rouge, y han acompañado a Madonna y las Spice Girls de gira por el mundo.

 

Nadja Swarovski y Markus Langes-Swarovski, primos y miembros de la quinta generación familiar, son hoy la cara visible de la empresa. En la actualidad, lideran un grupo que ha conseguido convertir un material vulgar como el cristal en un producto de lujo aplicable a cualquier sector.

 

Con motivo del 120 aniversario de Swarovski, la compañía abrirá de nuevo las puertas del Kristallwelten, museo dedicado al cristal que vuelve a mostrarse al público tras ampliar su superficie y acoger nuevos diseños. En 2012, la compañía creó la Swarovski Fundation para honrar el espíritu filantrópico del fundador de la marca.