Latch, los cinturones que cruzan el Atlántico: de la artesanía guatemalteca a la moda europea
La empresa bilbaína, especializada en cinturones hechos a mano, produce 30.000 unidades al año y cuenta con una red de 150 puntos de venta en Europa. La compañía valora la entrada en nuevos mercados como Reino Unido o Noruega.


Latch da la vuelta al mundo para hacerse un hueco en el armario europeo con cinturones hechos a mano. La empresa bilbaína, que produce 30.000 unidades al año y está presente en 150 puntos de venta multimarca, valora su entrada en mercados como Reino Unido o Noruega, después de su llegada online a Austria a finales de mayo.
Fundada en Bilbao por Sofía Sapiña y César Claver, la marca nació de forma inesperada. Mientras aún eran universitarios, ambos descubrieron en una tienda local un cinturón originario de Guatemala. “Vimos que era un producto que se comercializaba en pocas cantidades, con poca variedad, y vimos una oportunidad para escalarlo”, explican a Modaes.
Sapiña está al frente del canal directo al consumidor, mientras Claver gestiona la estrategia B2B. La marca nació con el objetivo de “repensar el cinturón” y convertirlo en un accesorio de moda con personalidad propia.
Los productos de Latch se elaboran con materias primas de kilómetro cero y técnicas tradicionales del sur de México y Guatemala. Cada cinturón tiene un proceso de producción de un mes, en el que los artesanos trabajan el cuero, lo curan y lo tiñen con pigmentos naturales. “No hay dos cinturones iguales; cada artesano aporta su estado de ánimo y su visión”, explica Sapiña.
Latch fabrica cinturones artesanales cuyo proceso de elaboración dura un mes
La empresa cuenta actualmente con una plantilla directa de dos personas, los propios fundadores, además de una colaboradora en Guatemala que coordina a los 25 artesanos implicados en la confección. El porfolio de Latch incluye unas cuarenta referencias divididas en dos colecciones anuales.
Con una red de distribución repartida entre canal online y multimarca, Latch concentra el 60% de sus ventas en tiendas multimarca y el 40% a través de ecommerce. Latch cuenta con una red de 150 puntos de venta repartidos por Europa, con España y Francia e Italia en la cabeza de los mercados estratégicos de los que la empresa acumula más beneficio. En todos los países en los que la compañía tiene presencia multimarca, también la tiene online.
“Fuera de España, hay mayor disposición a pagar un precio superior por productos hechos a mano”, afirma Claver, que lamenta la falta de conciencia local sobre la artesanía. Por ahora, la compañía descarta dar el salto fuera de Europa y se mantiene centrada en consolidar su posicionamiento.
Con un plan de expansión trazado, Latch valora la futura entrada en mercados como Reino Unido o Noruega. “Tenemos que ir dando pasos conforme la producción y los artesanos crecen - detallan los emprendedores-; estamos enfocados en consolidar la marca e ir haciendo un crecimiento más paulatino”.
Desde sus inicios, Claver y Sapiña han combinado sus trayectorias profesionales con el desarrollo de la marca. “Dedicamos mucho tiempo y sacrificio, pero este proyecto nos llena”, aseguran. Además, reconocen que Latch les ha enseñado a separar la vida profesional de la personal, ya que son también pareja fuera del ámbito empresarial.
El 60% de las ventas de la empresa bilbaína procede del canal multimarca
En paralelo, la empresa ha iniciado un proceso de rebranding para reforzar su posicionamiento en el mercado español. “Queremos elevar la marca y conectar con el consumidor desde la autenticidad del producto”, explican.
Aunque Latch no comparte su cifra de facturación, afirma mantener un crecimiento anual a doble dígito desde su fundación, sin registrar descensos en ningún ejercicio.