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Las nuevas claves de la logística en moda

La última edición del Modaes Business Foodies se celebró el pasado julio, por primera vez tras el estallido de la pandemia, y contó con la participación de ejecutivos del sector en España.

Las nuevas claves de la logística en moda
Las nuevas claves de la logística en moda

A. E.

18 oct 2022 - 05:00

En un panorama marcado por el incremento de costes, desde la energía hasta el transporte, disrupciones y tensiones en la cadena de suministro, la logística se ha convertido en uno de los aspectos clave para las compañías del negocio de la moda. Este fue el punto de partida del encuentro Modaes Business Foodies celebrado en Barcelona bajo el título Right time, right place: nuevas claves de la logística de moda, patrocinado por Districenter.

 

 

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“Desde el estallido de la pandemia todo se ha acelerado”, resumió Antonio Pascual, director de operaciones de Mango, señalando que, en los últimos años, la mayoría de los negocios, y en especial la moda, han pasado del just in time al just in case. “Pero que también hay que asegurar la continuidad”, agregó, haciéndose eco de la importancia que las disrupciones en la cadena de suministro han dado a la logística y las operaciones.

 

La moda bajo demanda y conocer cuántos productos se van a servir se perfiló durante la conversación como una de las soluciones a la situación actual del sector. Carla Valls, directora de comunicación de Misako, lo resumió así: “la moda on demand es una alternativa”, porque el cliente debe esperar a que se fabrique el producto y “esto frena la aceleración del sector”, añadió. Alejandro Porras, fundador y consejero delegado de la compañía de calzado Alohas, cuyo negocio se basa en el modelo bajo demanda, explicó que el problema de este modelo es que “hay poca tecnología que lo soporte”.

 

El big data, coincidieron los participantes del encuentro, es una de las claves: “ayuda a confirmar que se venderá lo que se produzca y a gestionar el stock”, señaló Elena Salazar, responsable digital, logística y gestión de stock de El Ganso.

 

 

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Para hacer frente a este problema, Juan Morera, director general de Brownie, subrayó que “hay que identificar muy bien a los proveedores de circuito corto para mejorar la agilidad de las entregas” y Pere Roca, consejero delegado del operador logístico Districenter y fundador de Geever, especializada en distribución de última milla, apuntó que aportar información al cliente a lo largo de todo el proceso “transmite mayor sensación de rapidez”. “Lo importante es ser muy coherente con el mensaje que se transmite y la oferta que se da”, añadió el directivo.

 

Dar respuesta a los intereses del cliente también fue otro de los puntos hacia los que derivó el debate. “Hay clientes que compran en Hermès y esperan seis meses para tener su producto y otros que compran en Shein porque buscan precio e inmediatez”, apuntó en el almuerzo Paco Sánchez, director general de Lola Casademunt, explicando que “las empresas son lo que le ofrecen al cliente”.

 

En este sentido, la flexibilidad es una de las claves. “En el textil hogar jugamos con ventaja porque no es tan fast fashion como la moda”, afirmó Jordi Codony, consejero delegado de la empresa Textura, aclarando que “siempre hay que adelantarse a los cambios y demanda de los consumidores”.  Lluís Pascual consejero delegado de Mascaró, se mostró de acuerdo, y añadió que “antes había productos cuya maduración era once años y, ahora, muchos no llegan ni a diecisiete meses”. Sin embargo, no todas las empresas están dispuestas a cambiar el modelo, coincidieron los participantes del encuentro. “No todos los clientes lo aceptan”, sentenció Alex Dimas, director general de Javier Simorra.

 

Las devoluciones también fueron otras de las protagonistas del debate después de que en los últimos meses empresas como Zara, Boohoo o Zalando hayan implementado medidas para cobrar las devoluciones. Pascual argumentó que esta decisión tiene sentido “si un cliente siempre compra para devolver”. “Debería pagar el servicio”, añadió el ejecutivo. Roca también aportó que esta medida “tiene sentido, porque se trata de buscar eficiencias en un proceso inverso para que la gestión operativa no sea costosa”.