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Las marcas de lujo se acercan al gran público con sus líneas ‘low-cost’

S. García

8 may 2012 - 11:17

Marchesa ha sido la última enseña en anunciarlo. La marca, fundada por Georgina Chapman y Keren Craig y especializada en vestidos de noche, ha llegado a un acuerdo con LF USA, subsidiaria del grupo chino Li & Fung, para crear una línea de ropa y accesorios de día. El precio medio de las prendas estará entre 150 dólares y 750 dólares.

 

Con esta decisión, Marchesa se convierte en la última marca de una lista que día a día se hace más larga: la de enseñas de lujo que se apuntan a realizar líneas low cost.

 

La coyuntura económica y el cambio de hábitos de los consumidores, incluso los de mayor poder adquisitivo, ha hecho que muchas firmas decidan dar el paso y crear una línea para su consumidor más aspiracional. Bajando los precios, sin llegar a los de la gran distribución, las enseñas consiguen diversificar y continuar incrementando su cifra de negocio.

 

El hecho de que compañías como H&M hayan realizado numerosas colaboraciones para acercar el lujo al gran público ha hecho que, finalmente, algunas de esas enseñas hayan decidido crear colecciones propias de menor precio.

 

Uno de los casos más conocidos es el de Karl Lagerfeld. El creador lanzó, a principios de año, su línea low cost de la mano de Net-a-Porter. La plataforma de venta online es la encargada de vender la colección, que sólo se distribuye en la Red.

 

La estrategia del káiser se enmarca dentro del plan de reestructuración al que se está sometiendo la marca que lleva su nombre y que es propiedad del fondo de inversión Apax.

 

Otra firma que decidió lanzar una segunda línea es Balmain. La enseña francesa, en colaboración con Itierre, se estrenará este año con una colección para hombre y mujer de coste más bajo: Pierre Balmain. La nueva línea podrá adquirirse en más de setecientos puntos de venta en todo el mundo.

 

El objetivo de la firma es satisfacer la demanda del mercado, en el que marcas más económicas triunfan entre los consumidores. La pieza más cara de la colección low cost de Balmain ronda los 900 euros, un precio muy inferior a los 3.000 euros que vale una camiseta y los 12.000 euros que cuesta una cazadora de la marca.

 

Victoria Beckham es otra de las diseñadoras que también quiso bajar precios con una colección de vestidos a precios más bajos que sus prendas de prêt-à-porter. Bajo el nombre de Victoria by Victoria Beckham, la diseñadora creó una línea para satisfacer a sus consumidoras con menor poder adquisitivo.

 

El diseñador francés Jean Paul Gaultier también quiso acercarse a más bolsillos en 2010, cuando se unió a Target para lanzar una línea de moda low cost. El diseñador creó una colección en la que la prenda más cara rondaba los 200 dólares.

 

Pero Gaultier no fue el primero para Target. El grupo estadounidense ya colaboró en el pasado con la diseñadora Anna Sui y con el fallecido Alexander McQueen.

 

Marc Jacobs ha sido uno de los diseñadores que más ha aprovechado el tirón del low cost. El creador ha desarrollado todo un universo alrededor de su línea de menor precio, Marc by Marc Jacobs.

 

Con ella, el diseñador ha llegado a un público de menor poder adquisitivo y ha conseguido crear una marca paralela a la que pueden acceder muchos más consumidores, dejando el lujo para su trabajo como director creativo de Louis Vuitton.