La segunda mano llega a los relojes de lujo aupados como valor refugio

Llega la hora de la segunda mano. La escasez de nuevos modelos y el creciente interés de los compradores han catapultado las ventas de segunda mano en uno de los artículos más lujosos de la moda: los relojes. Aunque el motivo no es ni la circularidad ni el surgimiento de una nueva tendencia. Los compradores están en busca Rolex, Patek Philippe o Audemars Piguet para colocar sus ingresos en un valor refugio.

Los inversores tienen la esperanza de que estos artículos seguirán aumentando su valor y los compran ya usados. Entre 2018 y 2023, los relojes de las tres principales marcas de lujo de mundo subieron su precio un 20%. Con este reclamo, la demanda no ha hecho más que aumentar y nuevos compradores han entrado en el mercado.

El mercado de relojes de lujo de segunda mano alcanzó los 22.000 millones de dólares en 2021, lo que supone un tercio del negocio anual de los relojes de lujo, que alcanza 75.000 millones de dólares. El segmento de relojes usados crece a mayor velocidad que el de primera mano y se espera que aumente un 9% hasta 2026, hasta 35.000 millones de dólares. Aunque la venta de relojes de lujo nuevos tampoco se frena: crecerá un 6% en cuatro años, hasta 66.000 millones de dólares, según datos de la consultora Boston Consulting Group (BCG).

La venta de los relojes usados no se produce en un callejón oscuro, ni las protagoniza un hombre con gabardina. Un 60% de las ventas se producen en Internet y se apoya en servicios de autenticación. “El mercado de segunda mano es esencial para los coleccionistas que buscan relojes raros y especiales, dado que casi el 95% de los relojes ya no se fabrican”, apunta la consultora.

WatchBox, Chrono24 y Watchfinder son algunas de las compañías que están capitalizando la venta de relojes de segunda mano

Los compradores más jóvenes están entrando con fuerza en el mercado “motivados por la artesanía y la mecánica de lujo y atraídos por su rendimiento como inversión”, asegura BCG. El auge de esta tendencia la están capitalizando portales como WatchBox, Chrono24 y Watchfinder, especialmente usado por compradores millennials y de la generación Z.

Para las empresas tradicionales, la consultora recomienda aumentar la relación con los nuevos compradores y hacerles llegar la necesidad de adquirir artículos de calidad y con todas las garantías. Otra de las estrategias que pueden seguir las empresas es mejorar la planificación para hacer frente al aumento de la demanda derivado del crecimiento del mercado de segunda mano.

Quién es quién entre los compradores de relojes

El comprador tipo de relojes de lujo es un hombre, millennial o de la generación X, de ingresos elevados. Aunque dentro de este amplio perfil, la consultora identifica cuatro tipos de compradores: los clásicos atemporales, los profesionales de la moda, los aficionados a los relojes de lujo y los coleccionistas.

Los clásicos buscan una inversión tradicional y duradera, aunque son compradores poco frecuentes y los menos propensos a inclinarse por el mercado de segunda mano. En cambio, los segundos suelen ser más jóvenes y elegantes y compran con más frecuencia, aunque pueden inclinarse por gamas más básicas y pueden hacerlo por la segunda mano, muchas veces impulsados por la sostenibilidad.

En el caso de los aficionados a los relojes de lujo, el artículo más codiciado son los técnicamente complejos y el superlujo. En este caso, los compradores sólo optarán por la compra de segunda mano cuando pueden encontrar un objeto que ya se ha escapado de las vitrinas de las tiendas.

El último tipo de comprador es el coleccionista o inversor, el tipo más activo de cliente. Busca artículos de ultra lujo y es muy activo en el mercado secundario: casi tres cuartas partes han comprado una pieza de segunda mano en los últimos 24 meses.